Por... JOE McDONALD
BEIJING -- El liderazgo europeo, que acaba de llegar a un acuerdo para contener la crisis de la deuda soberana, espera que China tenga un papel preponderante en su rescate, aunque el gobierno de Beijing no se ha mostrado dispuesto hasta ahora a invertir en países con pobre gerencia económica.
El presidente francíés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo chino, Hu Jintao, hablaron el jueves por telíéfono y se comprometieron a cooperar para reactivar el crecimiento mundial, pero no hubo nada sobre si Beijing podría contribuir al fondo de rescate europeo.
El viernes, el director general del fondo europeo de rescate visitará Beijing para dialogar con inversionistas potenciales. Beijing ha expresado su simpatía por la situación que atraviesan las 27 naciones de la Unión Europea, su socio comercial más grande, pero sin invertir hasta ahora un sólo dólar.
Sumarse al rescate podría ayudar a Beijing en su campaña para sumarse a la cúpula que administra la economía global, un liderazgo que muchos países del mundo le han pedido que adopte.
Hasta ahora, Beijing ha prometido ayudar solamente mediante las continuidad de sus relaciones comerciales normales, negociando con Europa y aparcando su multibillonario superávit en los bonos soberanos europeos de más calidad.
"Para China, esto puede ser una gran oportunidad para situarse a la cabeza de la jerarquía monetaria internacional", dijo Carl Weinberg, de la firma High Frequency Economics.
Empero, su participación directa pondría a los dirigentes chinos en una posición política difícil: gastar fondos públicos para rescatar a países europeos que, pese a su abultada deuda soberana, siguen siendo mucho más ricos que China en renta per cápita.
Los gerentes del fondo soberano de China, un inversionista potencial, han intentado proyectarse como cautelosos guardianes de la riqueza china tras los desastrosos resultados de algunas de sus primeras inversiones.
Durante una visita a París este mes, el presidente chino del fondo dijo que los europeos "deberían respetarse a sí mismos y dejar de esperar obras de caridad de China".
Los líderes europeos buscan inversionistas fuera de las 17 naciones de la eurozona para reforzar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.