Por... Mara Echeverría
Rusia conmocionó a los mercados de cereales cuando impuso una veda de un año de duración sobre las exportaciones en el 2010.
El ministro de Economía de Rusia dijo que podrían imponerse restricciones a las exportaciones de granos si seguían subiendo los precios internos, pero posteriormente el viceprimer ministro negó esa posibilidad.
Rusia conmocionó a los mercados de cereales cuando impuso una veda de un año de duración sobre las exportaciones en el 2010 tras una sequía que devastó la cosecha de ese año.
Luego de que una nueva sequía recortó este año los rendimientos de los granos en más de un cuarto y encendió nuevamente las alarmas, las autoridades han dicho que no se tomaría una medida similar.
Sin embargo, parece haber diferencias al interior del gobierno sobre el camino a seguir.
"El tema de una veda a las exportaciones se vincula con dinámica de los precios domíésticos de los granos. Estamos evidenciando esa tendencia en este momento", dijo el viernes el ministro de Economía, Andrei Belousov, en fuerte contraste con varias declaraciones previas en donde se había mostrado contrario a fijar límites a las exportaciones.
"Con una tendencia como esta, es bastante posible que el gobierno decida restringir las exportaciones de granos", dijo el ministro.
Los precios locales del trigo para la molienda de tercera categoría podrían subir a 9,000 rublos (290 dólares) la tonelada para el final del año, frente a 8.000 rublos actuales, dijo Belousov, y agregó que el Gobierno analizará las exportaciones de granos "este otoño" (boreal).
Los futuros referenciales para el trigo con entrega a diciembre en la Bolsa de Chicago subieron 15 centavos, o un 1.7%, a 8,945 dólares el bushel tras los comentarios del ministro.
Sin embargo, el viceprimer ministro Arkady Dvorkovich, que jerárquicamente está por encima de Belousov, negó mediante su portavoz que se estuviera planeando fijar límites.
"Las exportaciones seguirán como usualmente", dijo su portavoz. "No planeamos ninguna medida restrictiva para el mercado agrícola", agregó.
Operadores sondeados dijeron que esperaban restricciones a las exportaciones rusas a partir de octubre.
El Ministerio de Economía había propuesto la introducción de un arancel de exportación flotante que dependería de los precios del trigo en Rusia y en el mercado internacional, pero la oferta fue rechazada, dijo a Reuters un operador en Moscú tras la declaración de Belousov.
La fuente agregó que si Rusia espera proteger sus ventas internacionales de granos, el país podría imponer un arancel flotante desde el 1 de enero tras negociaciones con la Organización Mundial del Comercio y cuando haya concluido la mayoría de los envíos a Egipto, el principal comprador mundial de trigo.
El pronóstico actual de la cosecha de Rusia en el 2012 es de 73 millones de toneladas y si la cifra cayera a 70 millones de toneladas, el superávit exportable de Rusia sería de alrededor de 10 millones de toneladas, dijo Belousov.