Maite Nieva

Los analistas afirman que Pescanova es un valor especulativo, claramente para inversores intradía, y recomiendan a los minoritarios mantenerse al margen. Lo importante es preservar el capital en lugar de tirarse a la piscina sin agua, dicen.

El regreso de Pescanova a la Bolsa ha situado al valor en el puesto más volátil y con más riesgo que hay ahora mismo en el mercado. Tras cuatro años con la cotización congelada en 5,6 euros, la acción se desplomó por debajo de los 20 céntimos el primer día. Desde entonces la cotización ha registrado oscilaciones del 200% tanto al alza como a la baja.

La vuelta al parqué de la “vieja” Pescanova ha sido tan polémica y ruidosa como la suspensión cautelar de cotización por la CNMV, el 12 de marzo de 2013. El pasado 7 de junio, pocos minutos después de abrirse el mercado el valor se desplomaba estrepitosamente y caía por debajo de 20 céntimos por acción, tras permanecer congelado en 5,6 euros durante cuatro años.

Desde entonces la especulación ha campado a sus anchas tanto en las caídas, que han llegado a superar el 100 %, como en las subidas, sin ninguna información que respaldara estos movimientos tan bruscos en el valor. La salida de los dos accionistas de referencia de la compañía, Carolina Masaveu, propietaria de un paquete de acciones del 7,13% y el fondo estadounidense Broadbill, accionista mayoritario de Pescanova con un 11,56% del capital, contribuyeron a hundir más la cotización, lo que no ha impedido que tuviera también su propio rally, a pesar de la advertencia de la CNMV del riesgo de inversión. Se calcula que 9.000 accionistas minoritarios quedaron atrapados en el valor.

CONTINÚA LA VOLATILIDAD

Dos semanas más después de la vuelta de Pescanova a Bolsa, la especulación y la elevada volatilidad siguen me mantienen acumulando una caída en torno al 70%. “Esperábamos la salida de los accionistas minoritarios, pero no de los miembros del Consejo”, nos comentan fuentes de la Vieja Pescanova ante la salida de sus accionistas de referencia. Por otra parte, estos movimientos tan bruscos y sin acceso a la información de lo que ocurre en el marcado les mantiene en vilo a la espera de ver en qué se queda su accionariado.

“Ahora mismo Pescanova es el valor de mayor volatilidad y con mayor riesgo del mercado nacional”, comenta Alejandro Núñez, analista de XTB. “Tras la reanudación de la cotización, aquellos inversores que estaban pillados aprovecharon para hacer liquidez deshaciendo su exposición dice el analista, pero los accionistas de carácter mayoritario también han soltado papel, por tanto, tienen un menor peso en el capital social de la empresa”, dice el analista. “El motivo de estas oscilaciones tan fuertes se debe principalmente a la entrada y salida rápida de capital en el valor,

En el caso de Pescanova, cuando hay una compra o una venta con un volumen realmente superior a lo normal se nota rápidamente. Al tener tan poco volumen se nota tanto al alza como a la baja. Lo hemos visto tras el desplome inicial desde los 0,20 a los 3,30 que ha llegado el valor”.

OPERACIONES INTRADÍA

Globalmente son operaciones de intradía, si acaso dos días como máximo, dice Alejandro Núñez y oir supuesto hay inversores con gran capital. “El 13 de junio observamos como compraron en la apertura y el mismo día en el cierre soltaron todas las ganancias que ya llevaban”, dice. “La semana del 19 de junio hemos observado que el volumen es menor que la anterior. Ahora mismo esa es una señal de estabilidad en el precio entre el 1,80 a 2,50. La cotización todavía tiene margen para establecer ese precio para luego posteriormente tener unas subidas o bajadas, pero de un 1% o un 2% y no de un 14% o un 20%”.

Según el analista, el mercado ahora mismo está entre esos precios de 1,60 a 2,40. Todavía tiene margen de establecerse y de fijarse. “Lo importante, dice, es saber que es un valor muy volátil y eso quiere decir que cualquier entrada o salida de capital lo revaloriza de una forma desmesurada o, en cambio, puede llevarlo al traste. Por lo tanto, establecer un precio objetivo, tanto al alza como a la baja, es tirarse a la piscina sin agua. Lo importante es que, en este valor, ahora mismo no hay que estar ni al alza ni a la baja. La especulación lo que busca es rentabilidad en el corto y medio plazo. De esa manera los especuladores están viendo la oportunidad en este valor y lo que hacen es aceptar este riesgo”, dice el analista.

La Pescanova que hay en Bolsa ahora mismo es una sociedad de cartera que posee un 1,6% de la Nueva Pescanova que, a precio actual valdría 55 millones de euros, comenta Ignacio Cantos, director de Inversiones y Renta Variable de atlCapital. “Según este precio, Nueva Pescanova valdría 3.500 millones de euros, lo cual parece difícil y exagerado”, dice. La vieja Pescanova lo único que tiene es un 1,6% de la Nueva Pescanova, el holding al que trasladaron todos los negocios del grupo y que la banca acreedora adquirió, via segregación de la deuda de Pescanova y sus filiales. “Si valoramos ese porcentaje en 55 millones, que es lo que está cotizando el mercado, sale que la Nueva Pescanova valdría 3.500 millones, lo cual no tiene sentido”, dice Ignacio Cantos. “Estos vaivenes tan fuertes en el valor son pura especulación. Pescanova es una carcasa, pero tiene cierto volumen, con 16 millones de títulos que está cruzando prácticamente todos los días”, añade.

En su opinión, Pescanova no ha valido nunca 3.500 millones. “Cuando la compañía tenía 21 a 30 millones de acciones llegaron a estar a 20 euros y valía 600 millones, incluso 700, pero no mucho más”, señala. “Aquí lo que parece es que muchas veces perdemos el norte”, comenta. “Evidentemente el que compró el segundo día a 20 céntimos podría haberlo multiplicado por diez si lo vendió a 40 y compró a 50 para vender a 60 y así sucesivamente. Y si no te pilla la bajada de 2 euros hasta 0,80 que estuvo otra vez, ha ganado un dinero”. En su opinión son traders particulares”. “No creo que haya mucho inversor institucional jugando a esto”, comenta.

Ignacio Cantos cree que el holding es salvable pero no es una compañía que justifique un valor de 3.500 millones. “Lo probable es que se le dé una solución industrial. Los grandes accionistas de Nueva Pescanova son los bancos acreedores, dice y, en general, un banco acreedor no apuesta por el futuro industrial de la compañía sino porque la ha convertido deuda, pero en cuanto pueda soltar esas acciones, lo hará”. Una opción sería venderlo a una compañía industrial o de capital riesgo, a medio plazo. Sobre todo, si las cuentas de la compañía van mejorando. A partir de ahí se verá en cuanto se valora el 1,6% de la “vieja” Pescanova.

Alejandro Núñez analista de XTB cree que todavía falta mucho. “Lo importante es establecer un calendario, en el que se esclarezcan sus cuentas anuales, cuenta de resultados y, una vez bien auditadas, y con esa generación de confianza y llegado al precio óptimo, buscar compradores para vender la compañía. Sobre todo porque lo que les interesa a los directivos es que el precio sea cuanto más alto mejor”. En su opinión, a lo largo de este año y el año que viene “veremos tranquilidad absoluta, transparencia en sus cuentas de resultados que es lo que tratan de conseguir para llegar a un determinado nivel de precio y buscar un inversor privado, o un fondo de inversión extranjero para que compre la compañía”.

EL CONSEJO SE DESINFLA

Los dos primeros accionistas de referencia de la “vieja” Pescanova no se lo han pensado dos veces y han sido los primeros en salir de la compañía. Carolina Masaveu, propietaria de un paquete de acciones del 7,13% de la compañía fue la primera en deshacer posiciones. El mismo día que el valor regresó al parqué vendió su participación por un importe de 816.000 euros. Un precio muy por encima de los 5.200 euros que desembolsó en agosto de 2013 para convertirse en accionista de referencia de la sociedad cuando Pescanova ya estaba suspendida de cotización.

Carolina Masaveu poseía su participación a través de Crisgadini, firma de la que es titular y administradora única.

También Broadbill Investment Partners, accionista de referencia de “vieja” Pescanova propietario del 11,56% se deshacía de su participación un día después. El fondo de inversión estadounidense se convirtió en el primer accionista de la antigua Pescanova el pasado 7 de enero de 2017, tras adquirir la participación del Grupo Damm cuando aún estaba suspendida de cotización.

Por ahora, los accionistas significativos son Manuel Fernández de Sousa (7,515%), el fondo Luxempart (7,281%, Silicon Metals Holding (5%), seguidos de  Nova Ardara Equities y  Alfonso Paz Andrade con más del 3% cada uno, según la CNMV.