‘Disfruten pero no esperen mucho para saltar de este Titanic financiero’
Nouriel Roubini comenta en su última nota que: ‘ya hemos visto esta película del Día de la Marmota al menos seis veces una y otra vez en el último año; el mercado comienza a ascender – esta vez alrededor del 8 por ciento en una semana – y el coro de optimistas comienza a decir que este es el suelo de la economía y de la crisis financiera y que nos encontramos en el comienzo de una rally sostenido para el mercado de acciones que señala el verdadero final de este mercado bajista’.
Roubini enumera los argumentos de los optimistas:
1. Aunque la primera derivada de la actividad económica es todavía negativa la segunda derivada comienza a ser positiva en el mundo: por ejemplo, la producción, el empleo, la demanda, etc. todavía están en retroceso pero están – o pronto estarán – reduciéndose a un menor ritmo que en el cuarto trimestre de 2008. Por lo tanto, como la segunda derivada es positiva la actividad económica alcanzará suelo en algún momento del segundo semestre del 2009 y la recesión terminará más pronto que tarde.
2. La política de estímulos, económica y especialmente fiscales, en EEUU, China y el resto del mundo está comenzando a ganar tracción y contribuirá a ralentizar el descenso económico y eventualmente a su recuperación.
3. Los mercados de acciones finalmente han caído en los EEUU y globalmente en torno al 50 por ciento y ahora están sobrevendidos. Los beneficios empresariales han caído bastante pero se recuperarán tan pronto como la economía se estabilice. Y contando que los mercados de acciones se anticipan entre 6 a 9 meses al fin de la recesión debemos están ahora en el suelo si esta recuperación se produce en la segunda mitad del 2009 o, a más tardar, a fin de año.
4. Las acciones de los bancos y entidades financieras están sobrevendidas; Citi, JP Morgan, Bank of America y otros bancos están ahora diciendo que serán rentables este año y que no necesitarán más inyecciones de capital del gobierno. El sistema financiero es solvente y el castigo en los precios de los bancos fue excesivo.
Roubini explica el porqué no está de acuerdo con estas afirmaciones:
Para aquellos que argumentan que la segunda derivada en la actividad económica es positiva, los últimos datos no confirman este optimismo relativo. En el cuarto trimestre de 2008 el PIB descendió en torno al 6 por ciento en los Estados Unidos, 6 por ciento en la Eurozona, 8 por ciento en Alemania, 12 por ciento en Japón, 16 por ciento en Singapur y 20 por ciento en Corea del Sur. Así las cosas son más horribles en Europa y Asia que en los Estados Unidos. Primero, hay que notar que la mayoría de los indicadores sugieren que la segunda derivada de la actividad económica todavía es fuertemente negativa en Europa y Japón y cerca de la negativa en USA y China: algunas señales que indicaron que la segunda derivada estaba girando a positiva en EEUU y China (como estabilización del ISM y PMI, crecimiento del crédito en enero en China, estabilización del precio de la commodities, ventas minoristas al alza en los Estados Unidos en enero) resultaron ser un falso arranque. Para los Estados Unidos, el Empire State y el índice de la Fed de Philadelphia manufacturero están todavía en caída libre; los subsidios de desempleo están alcanzado niveles terroríficos que sugieren una aceleración en la pérdida de empleos; el incremento de las ventas en enero son un evento fortuito (más un rebote de niveles deprimidos que una recuperación sostenida).
El crecimiento del crédito en China solo es impulsado por firmas que prestan barato para invertir en depósitos de alto interés no para invertir; y los precios del acero en China han reanudado su fuerte caída. Los datos más preocupantes son la caída de las exportaciones en Asia con una caída de entre el 40 al 50 por ciento en Japón, Taiwan y Corea, por ejemplo. Incluso corrigiendo los efectos del nuevo año en China, las exportaciones e importaciones descendieron fuertemente en el país.
Con la actividad económica en una tasa de contracción en el primer trimestre de 2009 en los mismos niveles que en el cuarto trimestre, una recesión en U podría tornarse en una pauta más severa cerca de la recesión (o stag-deflación) en forma de L. La escala y velocidad de la contracción a nivel mundial no tiene precedentes (al menos desde la Gran Depresión) con una caída libre del PIB, ingresos, consumo, producción industrial, empleo, exportaciones, importaciones, inversión residencial y, más lamentable, gasto de inversión empresarial alrededor del mundo. Y ahora muchas economías emergentes están en el filo de una crisis financiera de pleno derecho, comenzando con la Europa Emergente.
La conclusión del profesor Roubini es clara: disfruten de este rebote del gato muerto y este rally embaucador pero no esperen demasiado para saltar del buque mientras el Titanic financiero choque con el próximo iceberg: puedes quedarte estrujado y estrellado en la carrera a los botes salvavidas.