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Los periodos prolongados de desempleo pueden recortar hasta un 25% la pensión pública de jubilación para quienes perciben salarios medios, según un estudio de José Antonio Herce y Jorge Bravo, miembros del Foro de Expertos del Instituto BBVA de pensiones.

Los autores realizan una simulación con varios escenarios: un periodo de dos años de desempleo al principio de la carrera laboral; uno de dos años al final de la misma; ambos periodos de desempleo en la misma carrera laboral, y dos periodos de desempleo de cinco años cada uno en una carrera de cotización completa.

La simulación se efectúa sobre un salario básico, un salario medio y un salario elevado, considerado éste último como el doble del salario medio.

De todos estos supuestos, el que se ve afectado negativamente en mayor medida es un trabajador con salario medio que sufre dos periodos de inactividad laboral de cinco años cada uno, ya que su pensión inicial puede verse reducida en un 25%.

Para los trabajadores cuyos salarios están situados muy por encima o por debajo de los salarios promedio, el impacto de las interrupciones laborales sobre las pensiones futuras iniciales se reduce en gran medida a causa del papel que juegan los límites de pensión de jubilación inferiores y superiores, según subraya el estudio.

De este modo, mientras que un trabajador con salario medio que estuviera en el paro dos periodos de cinco años durante su carrera podría perder hasta un 25% de pensión, quienes cobraran un salario mínimo sólo verían recortada su prestación hasta un 10,4%.

En el caso de un salario alto (el doble que el salario medio), la pérdida de pensión en este supuesto sería del 12,3%, debido a que existe un límite para la pensión máxima que se puede percibir, independientemente de lo alto que pueda ser el sueldo durante la carrera laboral.

Para los perceptores de salarios mínimos base, las estancias en el desempleo tienen un “escaso efecto marginal” sobre los derechos a percibir pensión debido tanto a la legislación del salario mínimo, como a los mecanismos de subsidio a las pensiones y la forma en que se computan las prestaciones de seguro de desempleo, apuntan los autores.

Así, el informe resalta que la existencia de acuerdos de subsidios a las cotizaciones protege “significativamente” a los trabajadores ante la posibilidad de perder derechos a percibir pensión, aun en el caso de que los perceptores con salarios promedio que experimenten interrupciones de mayor duración puedan verse afectados de manera desproporcionada.

MAYOR IMPACTO AL FINAL DE LA VIDA LABORAL

Los resultados de las simulaciones efectuadas en este estudio evidencian que las estancias únicas en el desempleo, de distinta duración, que se producen al principio de la carrera contributiva de los trabajadores, ya cobren salarios mínimos, medios o altos, “no resultan muy significativos” si son capaces de encontrar un nuevo empleo manteniendo su salario relativo.

Como para obtener una pensión de jubilación completa se necesitan aproximadamente 35 años cotizados pero sólo se calcula la pensión con los últimos 20 años, las interrupciones laborales antes de esos 20 años no tienen efecto sobre la primera pensión de jubilación.

De este modo, las interrupciones por desempleo únicas que se producen en edades previas a la jubilación tienen un impacto mayor sobre la pensión en comparación con las que se producen de manera temprana o en mitad de la carrera contributiva del trabajador.

El informe apunta que el impacto de una única estancia en el desempleo sobre los derechos de pensión es mucho “más significativo” cuando a la pérdida de empleo le siguen otros con sueldos más bajos y resulta más acusado cuanto más tiempo se permanece en el paro.

Asimismo, los efectos sobre la pensión de jubilación en la edad avanzada son más negativos si se producen varias interrupciones laborales que una sola, especialmente para quienes perciben sueldos base y a pesar de que sean capaces de regresar al mercado laboral pocos años después cobrando un salario medio.