En la pasada semana saltó la noticia de que la CNMV, osea el gobierno, va a permitir a las sociedades cotizadas el que puedan aumentar su autocartera desde el actual 5 %, o la veinteava parte del capital o número de acciones, al 10 %, lo que es lo mismo que la décima parte de las acciones de una compañía. La medida entrará en vigor a partir del mes Julio de este año 2.009.

Este hecho, tardío, poco reflexionado y nada justificado, va a permitir que esa cantidad tan grande de papel pueda estar en ocasiones en propiedad de la propia empresa en detrimento de otras inversiones o participaciones que puedan rentabilizar más dinero para los participantes de la sociedad cotizada.

Siempre se podrá discutir, ¡porqué no!, la conveniencia de que la propia empresa pueda meter el dinero de los accionistas en acciones propias, ya que una empresa no se crea en principio para mirarse al espejo, aunque tampoco para que pueda ser presa de otra, sea aquella rival o financiera, simplemente porque su valor en Bolsa sea inferior a su valor real.

A la entrada en vigor de este nueva ley lo que si podemos esperar es más mangoneo por parte de las empresas con sus acciones en Bolsa, tanto como el doble del actual. El cual resultará excesivo en infinidad de ocasiones.

Toda esta permisividad suponemos que es para intentar evitar desplomes bursátiles como los de los últimos 15 meses y de la necesidad de las empresas de controlar los cambios para que no bajen excesivamente, poniendo en peligro la financiación de las sociedades, su control, garantías, etc. etc..

El caso que más rápidamente nos viene a la cabeza es el de Sacyr Vallehermoso, conocidos amigos del gobierno, que vienen siendo favorecidos una vez si y otra también, por apoyos descarados y concesiones.

Pero tal como el gobierno aprueba leyes para favorecer a las televisiones privadas, es decir para poco más de cuatro cadenas, también ahora aprueba leyes para que despeguen en Bolsa o puedan hacer sus alianzas y negocios chanchullados, tanto Prisa, como Antena 3, Tele 5 y,  ¡como no!, sus amiguitos de la Sexta.

Aunque hay que reconocer que en esta ocasión el beneficio, ¡si lo hay!, es para todas las sociedades cotizadas. Aún así no deja de sorprender la oportunidad de la medida y lo bien que le viene a algunos en concreto.

Los más desinformados quizá nunca sabrán que al suprimir la publicidad de las televisiones estatales, no solo se favorece a cuatro empresas privadas muy concretamente y que teóricamente compiten en un libre mercado. No, también se creará un impuesto para las operadoras de telefonía, que finalmente repercutirá en lo que pagamos todos nosotros por usar el teléfono o por internet.

Resumiendo, se crea una ley para favorecer a cuatro sociedades privadas, ya por si privilegiadas por tener alguna de las muy limitadas concesiones, y se nos sube a nosotros el teléfono para poder pagar ese disparate.

¡Y después se habla de libre mercado!.
Ya sabe, a partir del mes de Julio, quizá las cotizaciones caigan menos y la empresas jueguen más a Bolsa con sus propias acciones, eso si no se les ocurre nada mejor que hacer con su dinero.

¿Esto será bueno, será malo?.
Para ellos será muy bueno, para todos los demás y para el libre mercado, muy malo.

Saludos y suerte en las inversiones.