Uno de estos días festivos estábamos comiendo con unos amigos para festejar las Navidades y tal. Con uno de ellos hacía tiempo que no nos veíamos y le pregunté por sus padres. “Muy bien”, me comentó, “sobretodo teniendo en cuenta que mi padre cumplirá 88 años en Marzo y mi madre va por los 85”. Todo lo que sea sobrepasar la esperanza de vida se puede interpretar como un regalo, por lo que convenimos que 88 años eran muchos para un hombre (la esperanza de vida está sobre los 79 años en España actualmente para los hombres), mientras que también los 85 de la madre estaban por encima (la esperanza de vida está sobre los 81 años en España actualmente para las mujeres), por lo que eran afortunados de poder vivir plenamente estos años de regalo.
Pero para sorpresas y regalos, lo que a continuación comentó otro compañero acerca de su padre, también jubilado. “Lleva ya 15 años jubilado y tiene ahora 68 años”. Restando mentalmente llegué a la evidente conclusión que a este hombre lo jubilaron con 53 años. “Mi padre trabajaba en un banco, y hace unos años era normal jubilar a los empleados por encima de los 50 años, manteniendo el 100% de su sueldo de forma vitalicia”. Caramba, pensé yo, a este si que le tocó la lotería con tantos años “de más” para vivir sin preocuparse de nada. Pero la sorpresa mayúscula llegó cuando, con cierto sonrojo, nos dijo: “Cuando mi padre muera, mi madre seguirá cobrando de forma vitalicia el sueldo de mi padre”.
En aquellos momentos se me cruzaron los cables y me quedé a oscuras. ¿Cómo puede un país funcionar mínimamente bien si jubila a personas de 50 años cobrando su sueldo entero de forma vitalicia? Calculando de forma grosera, y suponiendo que la madre de mi amigo viva hasta los 85 años (nada descabellado actualmente), teniendo en cuenta que tiene cuatro años menos que su marido, el banco habrá estado pagando el sueldo a esta familia durante 37 años. Es fácil darse cuenta que el banco habrá pagado a esta família más años de sueldo por no trabajar que trabajando. Así no podemos ir bien de ninguna forma…
¿Y a qué se dedican estos jóvenes jubilados? me pregunté yo sin mala intención… Pues algunos a vivir, claro, viajes y excursiones, y ha hacer lo que no pudieron hacer antes. Nada que decir. Pero muchos otros son incapaces de ocuparse el tiempo con otra cosa que no sea trabajo, por lo que pasan a ocupar una plaza de trabajador cobrando en negro, por ejemplo gestionando las cuentas de una empresa familiar, ocupándose del papeleo y demás. Esto sí, a media jornada para no cobrar demasiado…
Y yo me pregunto: ¿Cómo caray pueden entender hoy los mileuristas que se les pida más esfuerzos, más pagos de impuestos, más retenciones de IRPF (todo lo que don Mariano dijo que no haría y ahora hace…), viendo situaciones como la descrita anteriormente?. No sé realmente cómo se permite esto, teniendo en cuenta que muchos de los bancos que realizaron estas prácticas reciben ahora dinero público para sufragar su mala gestión, y en parte, por lo tanto, los sueldos de los trabajadores jubilados con 50 y pocos años…
Me quedé pasmado de saberlo, de constatar que esto existe y se ha estado permitiendo durante años. No quise preguntar más para no desesperarme, pero como quién no dice nada le pregunté por el lote de Navidad. “Este año no le han llevado el lote en casa, parece que con la crisis han empezado a recortar gastos”. Menos mal, pensé, alguna mente inteligente se le ha ocurrido algo con cierto sentido…
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