El manejo de la autocartera como herramienta para controlar el precio de la acción de una empresa en Bolsa es una práctica muy habitual, amén de una forma para tratar de conseguir unos ingresos extras.
Eso en época de bonanza bursátil, ya que en momentos como los actuales la maniobra puede volverse contra quién la realiza, proporcionando pérdidas tanto a las propias sociedades como a sus accionistas a título individual.
La crisis económica ha provocado una falta de liquidez en las empresas, lo que ha motivado que muchas de las más relevantes sociedades cotizadas paguen el dividendo con acciones.
Emilio Botín ha sido sino el primero si de los primeros en poner de moda al pago del dividendo del Banco Santander en acciones, de momento le da a escoger a los accionistas. Pero de una manera sibilina, ya que si no avisas con tiempo te encasquetan más acciones en vez del dinero. Iberdrola se ha sumado también a la moda y hace lo mismo, ¡hay que avisar!.
El BBVA también abona el dividendo en acciones, Telefónica ya ha anunciado que hará algo parecido y poco a poco se van sumando más y más.
La prioridad es que salga de la caja de las empresas el mínimo de euros posible y si con la compraventa o el reparto como dividendo se puede hacer negocio, ¡bienvenido sea!.
Esto estaría más o menos bien, sino fuera porque se están gastando el dinero de los accionistas en comprar acciones en Bolsa, títulos que no paran de bajar.
Las autocarteras de muchas sociedades cotizadas se acercan a los máximos permitidos del 10 %. Recordamos que fue el gobierno socialista el que elevó el máximo permitido del 5 % anterior al actual 10 %.
Con la compra en Bolsa aparentemente se cierra el círculo perfecto. Ya que lo comprado es repartido como dividendo y así hasta que el inversor se canse.
Pero esta hartura está tardando más de lo razonable. Mucha gente cree que le regalan acciones, cuando más bien se las dan en vez del dinero contante y sonante del dividendo.
Podríamos discutirlo un buen rato, pero al final lo que hacen los accionistas es comprar más títulos, ¡ya que las cambian por dinero!. Al dinero liquido se le da el uso que más convenga, las acciones solo se pueden mantener o vender. Si se mantienen en cartera aumentan la perdidas ya que no paran de caer en Bolsa.
Pero aún hay más:
Los bancos no suelen cobrar custodia por sus propias acciones, pero de las demás sociedades si. De esta forma, si Iberdrola paga el dividendo con acciones propias, no sale un euro de sus cuentas, se saca autocartera de encima, ahorra costes de financiación y mantiene la cotización con las compras. Pero su accionista solo recibe cada vez más papel por el que curiosamente paga más a su entidad depositaria.
He aquí una pequeña muestra de lo que está pasando con las autocarteras:
Una sociedades controlan bastante la compra de sus propias acciones en Bolsa para evitar su caída:
El BBVA confiesa la CNMV una autocartera del 1´14 %. El Banco Santander tan solo un aparentemente sorprendente 0´328 %. Aunque no tanto al saber que cada tres meses el banco cántabro elimina parte de su autocartera comprada con el pago del dividendo en acciones. Bankia tiene un 3´375 %, etc..etc..
Pero otras compran sin parar:
Repsol aún mantiene en autocartera el 10 % que le compró a Sacyr Vallehermoso. ¿Qué hará con esos millones de acciones?. ¡El tiempo dirá!. Pero de momento está perdiendo unos buenos millones de euros desde su compra a precios superiores.
FCC confiesa a la CNMV una autocartera del 9´976 %, ¡ya muy cerca del límite permitido!. Ello explica porque sus acciones no han caído más, simplemente porque las compran ellos. Pero…¡hasta cuándo será eso?. Sobra reseñar que esos millones de acciones harán de tapón e impedirán subir la acción al irlas soltando la propia compañía a medida que intente subir.
ACS ha adquirido 3´12 millones de títulos netos de autocartera desde septiembre de 2011 hasta el pasado 2 de abril, con 4´3 millones de acciones adquiridas y 1´18 millones vendidas. Así, eleva el porcentaje de títulos propios desde el 6´5 al 7´49%. La mayoría de adquisiciones se efectuaron a 27 euros, por lo que en esta inversión ACS acumula pérdidas latentes de más de 30 millones de euros. La constructora podría destinar estos títulos al pago de dividendo en especie.
La sociedad de Bolsa Renta 4, ¡ahora reconvertida en Banco!, alcanza una autocartera del 7´179 % desde el 6´127 anterior. Esto quiere decir que de cada 14 acciones de la Sociedad, ¡una la tiene ella misma!. Desde su salida a Bolsa los títulos de Renta 4 siempre estuvieron muy “controlados” pero ahora mismo ya casi compra ella sola sus propios títulos en Bolsa para evitar que se desplomen.
Ya ve, utilizan el dinero de las empresas, es decir el los accionistas, para comprar acciones y esto le ocasiona una pérdida a ACS de nada menos que de 30 millones de euros. ¡Y lo que pierden las demás empresas ya se irá sabiendo!.
El perdocio habla por si solo, pero los señoritos que manejan la empresa ralentizan con las compras el desplome de las acciones en Bolsa al mismo tiempo que presentan en las Juntas una evolución bursátil de los títulos menos desfavorable.
Todas estas maniobras finalmente acabarán mal y dañaran más o menos profundamente a la tesorería de las empresas que lo practiquen.
El accionista poco enterado tendrá más papel en momentos en los que lo que más se valora es la liquidez y por tanto perderá más dinero al vender en Bolsa más acciones a la baja en vez de cobrar el tradicional dividendo en euros.
Los Botín así lo entienden y ellos prefieren que les den dinero como dividendo y no más papelitos de esos que no paran de bajar en Bolsa. Lo que nos asombra es que la mayoría de los accionistas prefieran más acciones.
Esta idolatría por el papel cotizado explica porque en Bolsa pierde una mayoría y gana una minoría.
Saludos y suerte en las inversiones.