Los bonos convertibles son títulos de renta fija que se pueden transformar o convertir en valores de renta variable. El cambio se suele hacer, por regla general, por títulos de la nueva sociedad, que emite los bonos, pero no tiene por qué ser así siempre. Por tanto, son iguales que los canjeables, salvo que en los convertibles la empresa entrega acciones nuevas producto de una ampliación de capital.
Así pues, tienen la posibilidad de convertirse en acciones cuando llegue el periodo de vencimiento. Es un producto de inversión interesante como alternativa de inversión para aquellos inversores que quieren compatibilizar el riesgo de la bolsa con el mercado de bonos.
Los emisores de bonos convertibles en Europa suelen ser blue chips, es decir, empresas de alta capitalización y con gran liquidez en bolsa, por tanto con un elevado grado de solvencia económica.
El inversor apuesta por una bolsa alcista, ya que compra un bono que le ofrece un rendimiento fijo periódico y en un plazo de tiempo determinado tiene posibilidad de convertir la inversión en acciones de la compañía emisora. Si al vencimiento decide no canjear su activo se le reembolsa el capital.
Por tanto, el inversor asume un riesgo pero de forma limitada, ya que posee un bono que le ofrece un tipo de interés y la posibilidad de beneficiarse de la subida en bolsa del activo subyacente sin necesidad de asumir los riesgos derivados en la inversión directa a través del mercado de valores.
Suerte en la vida!
Fuente: Bolsa-finanzas