Últimamente estamos leyendo en varios medios el término “brotes verdes”, referido al inicio de la recuperación de nuestra economía. Estos brotes verdes parecen estar más consolidados en Europa que en nuestro país. Hace unos días leí un artículo en el que el autor se mostraba bastante escéptico e insinuaba que los referidos brotes pudieran marchitarse.
Por otra parte diversos economistas de prestigio están debatiendo acerca de si el gráfico del vigor de la recuperación económica será una V, y tan rápido como caímos, nos levantaremos, de si tendrá forma de L, y el estancamiento será prolongado, o si incluso, tendrá forma de W, siendo los actuales brotes verdes tan sólo un espejismo.
Aún siendo importantes estas reflexiones, me pareció que ninguna de ellas recogía el hecho de que la actual crisis es algo más que una crisis cíclica y que tendrá, me atrevería a decir yo, serias repercusiones de largo alcance. Me parece que la crisis que estamos padeciendo, ha puesto en la picota los fundamentos de nuestro sistema económico, por lo menos tal y como lo hemos conocido los últimos veinte-veinticinco años, por lo tanto creo que el entorno en el que se van a tener que mover las compañías va a cambiar sustancialmente. En este contexto me van a permitir una serie de conjeturas que creo van a ser relevantes en la gestión de las distintas compañías.
1.- Los tipos de interés van a subir. Por tanto las empresas deben analizar sus políticas de endeudamiento.
2.- El crédito va ser relativamente escaso. Los accionistas tendrán que reforzar los balances de las empresas y las rentabilidades serán inferiores.
3.- Ambigüedad en la paridad de las monedas acompañada de cierta volatilidad en los tipos de cambio. Las empresas deberán ser muy cautas en la gestión del riesgo de cambio.
4.- Los precios de las materias primas, particularmente la energía volverán a subir. Las empresas deberán incrementar su eficiencia energética al mismo tiempo que potenciar la sustitución de materias primas.
5.- Los países asiáticos, no van a ser sólo lugares en los que producir barato, sino que serán competidores en los mercados globales, siendo al mismo tiempo atractivos mercados y potenciales proveedores de tecnología.
6.- La globalización va a ser cuestionada y vamos a observar medidas de proteccionismo comercial y financiero, en consecuencia las empresas deberán reconsiderar sus estrategias de expansión internacional.
7.- Los Gobiernos van a tener un importante papel como demandantes y proveedores de bienes y servicios. Las empresas deberán entender la naturaleza del cliente y buscar soluciones innovadoras basadas en la lógica de las alianzas público-privadas.
8.- La necesidad del uso eficiente de la energía va a consolidar una “economía verde” . Se desarrollarán actividades económicas innovadoras, desde energías renovables hasta nuevos materiales.
9.- Las razones demográficas van a alterar los modelos de consumo. Las empresas deberán entender por una parte que en los países occidentales el consumo tendrá una expansión débil y dirigida a una población envejecida y por otra, que los nuevos consumidores van a estar en Asia, teniendo durante la próxima década, un poder adquisitivo moderado.
10.- El tamaño, si que va a importar, por tres razones fundamentales: a) las empresas grandes accederán con más facilidad a la tecnología punta; b) las empresas pequeñas van a tener mayores dificultades para acceder al crédito; y c) las empresas grandes pueden redirigir recursos desde departamentos con excedente a otras de poca rentabilidad.
Creo que los líderes empresariales deberían entender las dinámicas del entorno en el que se van a mover las empresas y en consecuencia gestionar sus organizaciones con los únicos objetivos de adaptarse al entorno y competir con éxito, únicas maneras conocidas de salir victoriosos de la situación actual.
Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.