Un camino doloroso o un camino extremadamente doloroso. Son las únicas salidas que tiene España para salir de la crisis, a juicio del Premio Nobel de Economía de 2008, Paul Krugman.
Vaticinó un futuro a medio plazo poco esperanzador para nuestro país. Así, dijo que España “necesita” para hacer el ajuste una significativa reducción de salarios y una caída de los precios -“una deflación relativa”, según sus palabras textuales- del 15%. Y también afirmó que incluso en el mejor escenario posible el país sufrirá. “Si la Unión Europea crece entre un 2 y un 3% España pasaría por una situación dolorosa modesta de cinco a siete años, pero si la economía europea experimenta un periodo de deflación estamos hablando de reducir los salarios y los precios aún más [más del 15%] y eso no ha ocurrido en ningún país desde la Gran Depresión. Sería una situación difícil y compleja”.
España, según Krugman, tiene poco margen de maniobra al margen de la UE. “Es posible que estuviese en mejor situación si jamás se hubiera unido al euro; de hecho, los países que han gestionado la crisis mejor, como Canadá, lo han podido hacer porque han jugado con el cambio de divisa. De todas formas, el euro es algo irreversible. ¿Qué se necesitaría para salir del euro, aunque fuera temporalmente? Probablemente eso llevaría al caos”.
La actual crisis económica es grave y profunda. Así, vemos a golpe de noticia que cada día nuestro patrimonio tiene menos valor y que nuestro empleo, o nuestra empresa, están amenazados por algo, o alguien, a conveniencia del momento. Hemos de admitir que no existen soluciones únicas y que nadie vendrá a salvarnos de esta situación. Es el momento de las ideas y de los compromisos, tal vez el momento de un gran pacto social entre todos, en base a los objetivos que nos son comunes.
En todo caso, en estos momentos es imprescindible que el sector financiero mantenga la línea de eficiencia y solvencia seguida en los últimos 30 años, que ha contribuido al desarrollo de la economía española. Ahora, más que nunca, es exigible transparencia en la gestión y responsabilidad con su entorno económico y social.
Por otro lado, uno de nuestros principales compromisos ha de ser la defensa del empleo. ¿Qué puede hacer Usted desde su responsabilidad? Trabajar cada vez más y mejor. De la crisis se sale con más dedicación y más productividad que los demás. Es momento para reforzar el compromiso de todos, es el momento para dar crédito a las pequeñas y medianas empresas y a las familias.
En resumen, debemos explorar cualquier oportunidad que pueda aflorar en las etapas de crisis. Todos sabemos que los tiempos son difíciles, pero hay conocimientos y habilidades para afrontarlos. Si a esto le unimos un apropiado reconocimiento de los intereses y de la opinión de los empleados y las empleadas, hoy más que nunca imprescindible, veremos facilitada la buena marcha de nuestras empresas.