Todo apunta a que las cosas no acaban de funcionar y que la recuperación económica está lejana. Con tantas incertidumbres en el horizonte, incluso los banqueros han dejado de hacer de banqueros y han dimitido de su actividad tradicional, dar crédito y en el caso de la banca norteamericana se están dedicando simplemente a comprar Bonos del Tesoro del Gobierno Norteamericano, y bueno, imagino que también a gestionar los desaguisados que tienen en su cartera de créditos.
La inversión de los bancos norteamericanos en bonos del tesoro ha pasado de 2008 a 2010 de 1,1 billones de dólares a 1,7 billones de dólares, una colosal cifra de dinero invertida en un activo que actualmente ofrece una rentabilidad próxima a cero. Lo cual nos lleva a una serie cuestiones:
1) ¿Cómo conseguirán los bancos a ganar dinero si renuncian a su actividad normal y se dedican a invertir el dinero en un activo que renta entre el 0% y el 3%?
2) Si hasta el día de hoy la banca podía tomar dinero prestado a casi el 0% de la FED e invertirlo al 1% en Bonos del Tesoro a 2 años. La jugada podría tener cierto sentido, sin embargo con la segunda tanda de Quantitative Easing o QE2 (Esta semana la FED aprueba la inyección de 600.000 mil millones de dólares con la compra de bonos del tesoro de los EEUU), para poder seguir obteniendo un margen que tenga sentido la banca tendrá que comprar bonos a más largo plazo, un movimiento que puede ser bastante arriesgado ya que están adquiriendo un activo sobrevalorado que probablemente para no realizar pérdidas tendrán que soportar hasta su maduración.
Con la compra de Bonos del Tesoro, la FED simplemente estaría tratando de expulsar a la banca del mercado de bonos a medio plazo al bajar las rentabilidades, forzando así que la banca empiece a destinar dinero a otra inversiones. Sin embargo, ni el mundo ni los modelos son perfectos y las cosas se pueden torcer bastante si lo único que provoca el movimiento de la FED es forzar a la banca a invertir en Bonos del Tesoro a más largo plazo.