“Es la economía, estúpido”. No, no, no se preocupen que no voy a comenzar mi artículo insultándolos, ni mucho menos, lo que sucede es que ahora que se acercan las elecciones autonómicas y municipales, esta frase que James Carville, asesor de campaña de Bill Clinton en 1992 ha adquirido una fuerza enorme. Creo yo que ni el mismísimo Sr Carville fue consciente de la fuerza que adquiriría su frase pasados los años. La misiva, se la espetó Clinton a George Bush (padre) en un debate televisivo tumbando a su oponente. La frase de Carville ha saltado años y fronteras y desde mi punto de vista, la podríamos escuchar perfectamente en algún mitin de la campaña que se avecina.
Todo, pero todo, todo lo que vamos a ver y oír en los próximos días estará relacionado con la economía y el que no lo vea así, y perdónenme, se podía ir apuntando en el bando de los estúpidos. Creo yo que ninguna iniciativa local o autonómica dejará de lado la solución al problema del paro, que según el CIS es uno de los temas que más nos preocupa. A decir verdad la situación, desde las últimas elecciones ha cambiado bastante, en pasadas elecciones pudimos ver como los candidatos ofrecían faraónicos proyectos de cemento, pero la época de la opulencia acabó, creo yo que en las próximas elecciones, los candidatos deberían darnos explicaciones en clave económica si no quieren quedarse sin clientes.
Como bien saben ustedes y lo hemos comentado más de una vez en este foro de economía, Zapatero no se presenta en los más de ocho mil municipios españoles, pero su sombra, larga, se proyecta en la crisis y en la gestión que se ha hecho de la misma. Los candidatos socialistas deben de saberlo bastante bien ya que habrán de enfrentarse a sus rivales, más las preguntas que el personal le haría a Zapatero en caso de que fuera de visita al pueblo en una jornada de puertas abiertas, aunque no creo que sea tan osado.
Recuerden los ejercicios de impudicia que se han hecho en relación a la solución del paro cuando nos hablaban de brotes verdes, final del túnel y otras perlas más. Como recordarán, ninguno de ellos tuvo un final feliz ya que la economía ha impuesto su propia inercia destructiva. Esta crisis que fue negada de muchas maneras por el Gobierno, se ha vuelto contra él, ya que mientras nuestros mandatarios se tapaban los ojos y negaban la realidad, en Europa se tomaban medidas.
En base a esto, supongo que en estas elecciones va a contar y mucho el factor económico, vamos a votar con la mano en la cartera, ya que es la economía la que manda, la que va a condicionar la campaña electoral y la que puede mandar a muchos políticos al paro (si, si, ese agujero negro al que por su estupidez han condenado a cinco millones de españoles). Ya lo verán, en los próximos días vamos a ver desfilar a muchos que se creían a salvo de tan maña calamidad, camino de la oficina del paro.
Salud y suerte en las inversiones, las vamos a necesitar.