Hace mucho tiempo que las sicav no son lo que eran. Desde que comenzó la crisis financiera, parecía como si las grandes fortunas hubieran dado la espalda a estos vehículos de inversión y hubieran apostado por llevarse su dinero a otra parte.
La necesidad de hacer caja para tapar agujeros; el deseo de aprovechar los chollos que está dejando la crisis, sobre todo en el sector inmobiliario; y el hartazgo de tener la Espada de Damocles siempre encima de su ventajosa tributación han restado gran parte de su atractivo a estas sociedades.
Pero, en contra de esa tendencia, el vicepresidente y consejero delegado de Grupo Meliá, Gabriel Escarrer, acaba de registrar Illenca Living de Inversiones, una sociedad de inversión de capital variable que ha puesto en marcha acompañado por su mujer, Belíén Puerto.
El empresario ya ha solicitado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el código ISIN, algo así como la tarjeta necesaria para poder operar en el mercado español, y ya sólo está pendiente de su inscripción.
Tendencia contraria
Cuendo llegue ese momento y Escarrer empiece a invertir su patrimonio familiar a travíés de esta sociedad, irá contracorriente de algunas de las mayores fortunas del país, que lejos de apostar su fortuna a la buena suerte de las sicav, han preferido huir de ellas.
El ejemplo más importante es Amancio Ortega, dueño de Inditex y mayor fortuna de España, que hace tres años decidió liquidar Keblar, Alazán y Gramela, en su momento tres de las sicav más importantes del país, para concentrar sus esfuerzos en el sector inmobiliario.
Al gallego le han seguido otro apellidos ilustres como los Polanco, accionistas de Prisa, que han cercenado en cerca de un 90% su patrimonio bajo gestión y han reducido de tres –Eureka Inversiones, Nomit Inversiones y Nomit Internacional- a una sola –Nomit Global- el número de estas sociedades bajo su control.
Más reciente es el caso de Manuel Jove, quien dentro de los pasos que está dando para reducir el volumen de su fortuna que gestiona a travíés de estos vehículos, ha decidido vender uno de ellos, Baldaio de Inversiones, despuíés de haberlo vaciado patrimonialmente.
Las mujeres se mantienen fieles
Frente al desencanto mostrado por estos empresarios hacia las sicav, destaca el atractivo que sí han demostrado tener para algunas de las mujeres más ricas de España, en concreto, Alicia Koplowitz y la recientemente fallecida Rosalía Mera.
De hecho, los vehículos de inversión de ambas, Morinvest y Soandres de Activos, respectivamente, se han convertido en los dos mayores de España y han conseguido capear los últimos tiempos con jugosas rentabilidades, como demuestra el 9,18% y el 8,4% conseguido por cada una de ellas el año pasado.
Su ejemplo es ahora seguido por Escarrer, que tambiíén comparte con Koplowitz haber confiado una parte de su fortuna a BBVA Patromonios, ya que en ambos casos, el banco azul es la entidad gestora.
