El atraco se profesionaliza: los golpes caen un 30% pero sube el botín medio
Se registran 164 robos en sucursales hasta junio y les desfalcan 2,5 millones
Es la segunda vez en el año que atracan la sucursal donde trabaja Silvia B. “Los ladrones ya saben que si sacas tres veces seguidas dinero salta la alarma, así que nos pidieron que sólo lo sacáramos dos veces. Se llevaron 3.600 eurosâ€, explica.
Sin embargo, los asaltos a bancos y cajas se han reducido en el primer semestre un 29,3% en tíérminos interanuales. Hasta junio, se cometieron 164 robos frente a los 232 de idíéntico periodo de 2007. Lo que sí ha aumentado, en un 10%, es el importe medio del botín: ha pasado desde 13.800 a 15.200 euros, según los atracos reportados por las entidades y que sólo incluyen golpes en sucursales (se excluyen los perpetrados en cajeros, sin daño físico ni psicológico para el trabajador pero, a veces, más jugosos en fondos para el ladrón).
Las cifras
En cifras acumuladas ni siquiera llega a 2,5 millones de euros. Lejos quedan los años que se saldaban con píérdidas superiores a los 10 o 20 millones, gracias a los mil y un mecanismos y protocolos de seguridad adoptados por las entidades. La tecnología y la formación que se imparte a la plantilla para hacer frente a estas situaciones ha sido vital en la contención de la criminalidad, pero no menos que la efectividad policial. No hay que olvidar que a principios de los 90, este tipo de robos en oficinas, con y sin violencia, superaban en mucho los 1.500 al año.
Pero de las palabras de Silvia B., nombre real de una empleada de una sucursal asaltada, se intuye que los atracos no tienen hoy nada que ver con el pasado. Proliferan las bandas organizadas, muchas de origen suramericano y de países de la Europa del Este, profesionales del robo. Son mafias que planean los golpes en sucursales con suficiente actividad como para mover altas cifras de fondos y de fácil huida, frente a otras oficinas bancarias quizá más prometedoras en botín, pero donde la policía llega con rapidez.
Seguridad interna
Según Emilio del Corral, representante sindical de Fes-UGT, el aumento del 10% en el botín medio se podría deber a que “ahora mismo en las oficinas es difícil mantener el encaje de dinero –máximo de dinero que puede haber en el expendedor, si sobrepasa ese límite, hay que trasladar el dinero a la caja fuerte–, en parte por la tendencia de las entidades a reducir la plantilla en las oficinasâ€. Para el dirigente de Comfia-CCOO, Eduardo Alcaín, “los atracos más violentos se producen en las oficinas más pequeñas, que tienen menos gente". "Hablamos –añade– de un nivel de violencia alto de incluso violaciones a las cajeras, por no mencionar la violencia de las bandas organizadas en la Costa del Sol, por ejemploâ€.
Las cajas lideran un año más el ránking de robos, quizá por su extensión superior de red en zonas costeras y por disponer oficinas en localidades con mejor "escape". Las zonas calientes son, como se ve en el cuadro, el litoral Mediterráneo: en Alicante, Málaga y Barcelona superan el dígito; mientras que en Valencia, Murcia y Almería superan la media por provincia; y las grandes urbes como Madrid (28 golpes), la citada Barcelona (19) y Pontevedra (8 robos). No es un riesgo laboral
Ante estos problemas, los sindicatos reivindican que se considere al atraco riesgo laboral y se incluyan dentro de los planes de prevención. “No se puede solicitar una baja laboral por ello, sino que en la mayoría de los casos son bajas por depresión. Tras el atraco, el trabajador está más nervioso incluso deja entrar a la oficina a menos genteâ€, señala Eduardo Alacaín.
Opinión que comparte UGT. “El sindicato ha ganado demandas interpuestas a entidades para que incluyeran los atracos en los planes de riesgos laborales. Incluso gobiernos regionales, como la Comunidad de Madrid o la Junta de Andalucía, nos han remitido cartas para que gane peso esta reivindicaciónâ€, apunta Del Corral.
Una lucha que ha tenido sus frutos. Por ejemplo, en abril del año pasado la Audiencia Nacional estimó una demanda de los sindicatos para considerar el atraco como un riesgo laboral en las cajas y recogía la necesidad de evaluar las posibles secuelas psíquicas de los trabajadores. En algunas administraciones —como Castilla-La Mancha, País Vasco y Valencia— se ha calificado como tal.
Geografía del asalto: grandes ciudades, la costa y oficinas rurales
No existe un modus operandi único para el atraco de una sucursal, pero las bandas organizadas prefieren grandes ciudades. En íépoca vacacional se mueven hacia la costa y buscan sucursales aisladas de fácil huida. Quizá, la preferencia por zonas rurales más alejadas de las comisarías y locales, cerca de carreteras principales, hace que las cajas hayan sufrido el 53,66% de los golpes. Los ladrones se llevaron 1,70 millones, el 68,43% total. No obstante, el número de asaltos en las cajas cae un 24,1%, aunque el botín medio sube un 24% (hasta 19.400 euros). En los bancos baja un 13,7% (10.300 euros) y los robos un 34,5% (son 76).
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