A solo un día de que la CE publique su esperado informe con el toque de atención a Alemania, no dejan de surgir voces críticas con la política económica de la locomotora de Europa. El economista estadounidense Adam Posen acusa a Berlín de emplear prácticas "equivocadas" y aprovecharse de un mercado laboral que respalda los bajos sueldos y los minijobs, su prácticamente nula inversión pública o la ventaja que obtiene del euro, una divisa "más barata" de lo que sería el marco. EEUU critica a Alemania por retrasar la recuperación económica.
"En primer lugar, no paga a sus trabajadores en relación con la productividad que obtiene, lo que supone que se aprovecha de su propia fuerza laboral. En segundo lugar, nunca invierte nada ni en el sector privado ni en el público", ha asegurado el presidente del Peterson Institute for International Economics y antiguo miembro del Comitíé de Política Económica del Banco de Inglaterra en declaraciones a la CNBC.
En Alemania no existe un salario mínimo legal interprofesional y existen unos 7,5 millones de trabajadores con los llamados minijobs, contratos cuyo sueldo máximo es de 450 euros mensuales brutos y que no se benefician de contribuciones sociales por parte de sus empleadores.
La conclusión, añade, es que la combinación de estos dos factores supone que "está compitiendo como una economía de perfil bajo".
La ventaja del euro
Pero Posen no identifica disfunciones solo a nivel interno y avala las quejas que se están reproduciendo un día sí y otro tambiíén sobre el elevado superávit alemán, el origen del expediente que podría abrir mañana Bruselas. En este punto, no se anda con rodeos para describir los beneficios que obtiene la potencia exportadora del euro, una divisa "más barata" de lo que sería el marco.
"Está estafando a Europa y al resto del mundo con el subsidio que obtiene de un euro barato por la debilidad de otros países", asegura.
Descontento en Europa
Recientemente, el ministro de Economía francíés, Benoit Hamon, instó públicamente al Ejecutivo germano a elevar sus salarios y acusó a Berlín de sacar partido de una ventaja desleal al mantener las remuneraciones de sus trabajadores artificialmente bajas.
En este contexto, la Comisión Europea se está planteando expedientar mañana a Alemania por superávit por cuenta corriente excesivo. Según afirmó ayer el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, el Ejecutivo comunitario "considerará si lanza una revisión en profundidad de la economía alemana en el marco del procedimiento por desequilibrios excesivos de la UE".
Para corregir este superávit excesivo, Rehn puso ayer sobre la mesa varias reformas que debería llevar a cabo el Gobierno de Merkel, con el objetivo fundamental de que se de un impulso a la demanda domíéstica. Así, Bruselas reclama que se faciliten las subidas salariales, que se liberalice la competencia en el sector servicios y en los servicios profesionales y que se invierta en infraestructuras.