El brazo financiero de la familia March, Corporación Financiera Alba, ha hecho caja por más de 400 millones de euros en lo que va de año tras reducir su participación en ACS y vender la de Prosegur. La familia de banqueros sopesa utilizar esa liquidez para entrar en el núcleo duro de Aena de cara a su inminente privatización.
Todavía queda el pistoletazo oficial para que arranque la última y definitiva fase de la privatización de Aena. Ahora es el Consejo de Ministros el que tiene que mover ficha y dar su luz verde al proceso. Ytendrá que hacerlo de aquí a final de año para que la operación pueda ejecutarse entre el primer y el segundo trimestre de 2014.
Eso sí, ya hay interesados en entrar en el núcleo duro del capital del operador aeroportuario, como la familia March, que utilizarían para esta misión su brazo financiero: Corporación Financiera Alba.
“Ya ha habido contactos entre la empresa y los potenciales inversores. Corporación Alba ha llevado cabo varias desinversiones en los últimos meses, que superan los 400 millones en el año, con lo que dispone de un buen colchón de liquidezâ€, señalan fuentes financieras conocedoras de las negociaciones.
Corporación Alba cotiza en Bolsa y cuenta con participaciones en ACS (16,3%), Acerinox (23,5%), Indra (11,3%), Ebro Foods (8,2%), Clínica Baviera (20%) y Antevenio (20,5%), al margen de varias otras empresas que no están presentes en el parquíé. El holding ha acelerado en los últimos meses sus desinversiones con la venta de un 1% adicional de ACS el pasado 1 de octubre por 77 millones de euros y la liquidación de su participación en Prosegur el 7 de noviembre. En 2013, Corporación Financiera Alba ha vendido en total un 2% del grupo constructor y de servicios presidido por Florentino Píérez y el 10,01% de la compañía de seguridad privada.
Con todas las operaciones ejecutadas en el presente ejercicio, Alba ha ingresado 415,3 millones de euros y ha obtenido unas plusvalías de 123 millones de euros. Mientras, las inversiones se han limitado a 24,7 millones de euros, correspondientes al 24,38% de Mecalux y al 18% de Lazora Alojamientos.
La tesorería neta del brazo financiero de los March se situaba en 159,5 millones de euros a cierre de septiembre. Es decir, no tiene en el balance ni un solo euro de deuda, frente a los 144 millones registrados en el pasivo a cierre de 2012. A finales del tercer trimestre contaba además con 356,5 millones en activos disponibles para la venta a largo plazo y 187,9 millones adicionales en otras inversiones financieras y otros activos.
El plan de privatización de la compañía que preside Josíé Manuel Vargas pasa por colocar en una primera fase entre un 20% y un 30% de Aena en paquetes de entre el 5% y el 10%. Una valoración máxima de 16.000 millones de euros para el 100% de la empresa implicaría que la inversión mínima supondría un desembolso máximo de 800 millones de euros. “Con la liquidez con la que cuenta Alba y con su capacidad de endeudamiento no habría problema en afrontar ese montanteâ€, señalan fuentes conocedoras de los contactos. Con todo, el asunto todavía está en una fase temprana, pues los March aún tienen que analizar el precio, la capacidad de influencia con la que contarán y tambiíén quieren conocer cuáles serán sus compañeros de viaje, precisan esas fuentes.
En la primera parte de la privatización, previa a la oferta pública de venta (OPV), tambiíén suenan otros inversores, como Juan Abelló, y aunque las invitaciones a realizar ofertas se han dirigido esencialmente a inversores españoles –no solo financieros sino tambiíén industriales–, desde Aena se deja la puerta abierta a la entrada de capital extranjero.
Despuíés de que se haya formado el núcleo duro en la colocación privada, en la que se elegirán las pujas en función de su precio, se llevará a cabo la venta pública. Tras esta, el porcentaje de Aena en manos privadas se situará entre el 50% y el 60% y se producirá su debut en Bolsa.
El Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) explica que los precios propuestos en la primera fase serán decisivos en la fijación del precio de referencia de la OPV, que previsiblemente tendrá tramo minorista.
Vargas tiene un plan para crecer fuera de España
El presidente de Aena, Josíé Manuel Vargas, anunció ayer que la compañía aplicará una congelación y posterior reducción de las tarifas aeroportuarias a medio plazo, lo que ha concretado que se podría producir en cinco años, según Europa Press.
Lo dijo en un almuerzo-coloquio de Barcelona Tribuna, organizado por 'La Vanguardia', AED y la Sociedad Económica Barcelonesa Amics del País, donde señaló que la “adecuación de las tarifas al valor del mercado†es una vía para recuperar las cuantiosas inversiones realizadas en la última díécada, de 18.000 millones de euros en total.
En declaraciones a los medios, explicó que una vez se absorba el díéficit tarifario actual, “lo lógico es que las tarifas permanezcan estables y a partir de entonces puedan decrecerâ€, lo que ha subrayado que estará sujeto a la reducción del gasto, a la racionalización de inversiones y a los niveles de tráfico de los aeropuertos.
Vargas afirmó que Aena ha alcanzado un acuerdo con las compañías aíéreas para dotar de estabilidad el marco tarifario para los próximos cinco años, modulando los incrementos previstos, y ha recordado que para 2014 se han previsto incentivos para las nuevas rutas y crecimiento de las actuales.
El directivo constató que el díéficit tarifario se ha reducido de los 850 millones anuales de 2011 a unos 250 millones este año, y señaló que la compañía prevíé un incremento de los ingresos comerciales hasta superar los 800 millones en 2014, lo que se conseguirá en gran parte gracias a la subasta del negocio duty free, así como a los incrementos previstos de pasajeros para los próximos años.
Tambiíén previó una elevada generación de caja y un rápido desapalancamiento, y recordó que la deuda actual es de 12.000 millones de euros.
Vargas señaló que sigue muy atentamente la evolución del mercado de privatizaciones de aeropuertos latinoamericanos, como los de Río de Janeiro y Belo Horizonte en Brasil, y el de Santiago de Chile. Adelantó que la intención es desinvertir en los aeropuertos extranjeros en los que tiene participaciones minoritarias que no le permiten ejercer un control en la gestión y sustituirlos por participaciones mayoritarias.
Así, consideró que este proceso de consolidación internacional debería hacerse una vez culminada la privatización de Aena. Aseguró además que uno de los atractivos de Aena para los inversores privados es que no necesita grandes inversiones durante un “horizonte largo de tiempoâ€, ya que en estos momentos hay capacidad suficiente e incluso una sobrecapacidad, que ha cifrado entre el 25 y el 30% en los principales aeropuertos.