Negociadores tanto del Senado como de la Cámara de Representantes de EE.UU. acordaron esta noche un plan de gasto de un billón de dólares (731.916 millones de euros), que completa los detalles del acuerdo presupuestario aprobado en diciembre y aleja la amenaza de un nuevo cierre administrativo. Sin este acuerdo, EE.UU. podría haber vivido una nueva parálisis el miíércoles a medianoche, cuando expiran los fondos actuales, un escenario que ambos partidos evitarán con una extensión de tres días que dará tiempo a que las dos Cámaras aborden y aprueben el proyecto de ley esta semana. Así lo ha explicado hoy la demócrata que lidera la Comisión de Gastos del Senado, Barbara Mikulski, quien ha subrayado que esta norma no incluye ninguna medida para bloquear la reforma sanitaria de Barack Obama, contra la que batallan con dureza los republicanos desde su promulgación en 2010. "Obamacare -como es conocida la reforma en EE.UU.- vive otro día", afirmó Mikulski. El cambio más importante que introduce la ley negociada hoy por los legisladores es que a los veteranos con una discapacidad no se les aplicará el recorte en las pensiones de los militares previsto en el acuerdo de diciembre. Los negociadores consideran que el proyecto de ley tendrá el apoyo necesario en las dos cámaras, aunque se espera que reciba críticas tanto desde las filas demócratas como desde las republicanas. No obstante, ambos partidos coinciden en que lo que EE.UU. no puede permitirse es otro nuevo cierre parcial, tras el del año pasado, que perjudicó no sólo la imagen del Gobierno, sino tambiíén la del Congreso y la de los legisladores de una y otra formación política. El plan de gasto negociado hoy se enmarca en el acuerdo presupuestario bipartidista aprobado en diciembre, que establece las prioridades de gasto del país hasta el otoño de 2015 y aleja el temor de una nueva parálisis administrativa.