El Balón de Oro de Cristiano Ronaldo no es uno más para el Real Madrid. Y es que hacía 54 años que el equipo blanco no proclama a uno de los suyos el mejor del mundo por los míéritos realizados con la camiseta madridista. Concretamente, desde que en 1959 don Alfredo di Stíéfano levantara el segundo Balón de Oro de su carrera.
Tras la Saeta, el Bernabíéu vio levantar el Balón de Oro a Figo, Ronaldo y Cannavaro, pero ninguno de estos tres jugadores se llevó el galardón exclusivamente por sus míéritos con el equipo blanco.
Figo fue nombrado mejor jugador del año 2000 tras haber jugado media temporada con el Barcelona. Y lo mismo sucedió con Ronaldo en 2002, que se llevó el Balón de Oro tras jugar medio año en el Inter, aunque fuera el Mundial de Corea y Japón el evento determinante. Y con Cannavaro, en 2006, más de lo mismo, ya que el italiano había jugado seis meses en la Juventus de Turín.
Cristiano, oro blanco
Cristiano Ronaldo, sin embargo, ha ganado el Balón de Oro gracias a sus míéritos con la camiseta del Real Madrid. 59 goles de blanco y 10 con la selección portuguesa que le han servido para devolver a las vitrinas del Bernabíéu la grandeza de tener al mejor jugador del mundo. Un premio con un sabor especial y que nos remonta a los tiempos de Di Stíéfano.
La Saeta fue el primer Balón de Oro en la historia del Real Madrid. De la mano de Santiago Bernabíéu, aterrizó en el club en 1953, aunque no obtuvo su primer galardón hasta 1957. El segundo llegaría dos años despuíés, en pleno auge del Real Madrid, que mandaba en el mundo del fútbol con la consecución de cinco Copas de Europa seguidas.
Di Stíéfano ganó en el 57 y en el 59, pero entremedias tambiíén fue proclamado mejor jugador del mundo otro madridista: Raymond Kopa. Y tras estas dos leyendas, hubo que cambiar de siglo para que el Madrid volviera a recuperar su costumbre de tener sobre el campo a Balones de Oro. Llegaron Figo, Ronaldo y Cannavaro, pero ninguno supo tan bien como este de Cristiano Ronaldo.
