El precio de la operación fue de 39,75 euros por acción y el importe total de la venta alcanzó los 380 millones de euros, según recogió la entidad en un comunicado oficial. Si se hubiera esperado a finales de diciembre, los títulos de Airbus Group (así se denomina la compañía desde el pasado 1 de enero) se habían revalorizado un 40 por ciento desde abril, hasta 55,81 euros por título, lo que hubiese significado que en vez de ingresar esos 380 millones podría haber alcanzado 533,5 millones de euros, 153,5 millones de euros más de lo logrado.
La precipitación de los accionistas públicos de EADS por traspasar la participación acordada en diciembre de 2012 obligó a Sepi a malvender el 1,2 por ciento del gigante aeronáutico antes de tiempo y dejar de ingresar 153,5 millones de euros.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales vendió a comienzos de abril del pasado ejercicio exactamente un 1,15 por ciento del gigante aeronáutico a inversores profesionales y cualificados.
Pero Sepi se vio obligada a dar esa orden porque Daimler había desinvertido días antes, a comienzos de abril, y el acuerdo obligaba a la sociedad presidida por Ramón Aguirre a seguir irremediablemente sus pasos estuviera o no de acuerdo. Así lo decidieron el 5 de diciembre de 2012 los accionistas de referencia de EADS y la empresa, que firmaban un acuerdo para simplificar el sistema de gobierno de la actual Airbus Group y poder desarrollar la nueva estructura accionarial.
Junta de accionistas
Se fijó la celebración de una junta general de accionistas para aprobar las tres desinversiones públicas antes del 31 de julio. A partir de ese momento, Sepi estaba obligada a vender su paquete accionarial sobrante (aproximadamente un 1,2 por ciento) en la fecha en la que el grupo alemán Daimler colocara más del 5 por ciento de su capital en EADS. Si esta situación no se daba, el acuerdo fijaba como fecha el 1 de enero de 2014, por lo que había más de un año para la venta aunque las acciones hubiesen estado aparcadas (depositadas pero sin derecho de voto).
Pero Daimler se precipitó y vendió un 7,5 por ciento a mediados de abril, lo que desencadenó todo el proceso. Si Sepi ha dejado de ingresar 150 millones de euros por precipitar su inversión, en el caso de los Estados francíés y alemán ha sido mucho peor, ya que ambos vendieron a peor precio que España y tambiíén dejaron de ingresar cientos de millones de euros.
Así, el grupo francíés Lagardí¨re vendió su participación del 7,4 por ciento por el mismo sistema elegido por Sepi -una colocación acelerada entre inversores profesionales y cualificados- a un precio de 37,35 euros por título. En el caso de Daimler fue peor la plusvalía, ya que se desprendió de su paquete accionarial en dos ventas: una primera realizada en diciembre de 2012 y otra en abril del 2013. En ambos casos los importes eran prácticamente similares (7,4 y 7,5 por ciento respectivamente) pero el precio de venta tenía mucha diferencia, ya que en diciembre de 2012 los títulos de EADS cotizaban a 27,23 euros (prácticamente a la mitad que un año despuíés) y en abril del año siguiente, Daimler se desprendió de las acciones a un precio de 37 euros por título, tambiíén algo menor a la operación que cerró Sepi.
Un portavoz oficial de Sepi preguntado por la venta aclara que los acuerdos les obligaban a desprenderse del 1,2 por ciento si lo hacía antes Daimler y recuerda que, de los tres estados, España fue el país que logró cerrar la operación con mayores plusvalías.
Operación poco flexible
La operación diseñada por los accionistas y la dirección de EADS era poco flexible y no aprovechó la bonanza del mercado. Los inversores estimaban que 2013 iba a ser un buen ejercicio y el precio objetivo fue incrementándose paulatinamente en espera de buenas noticias como el ríécord de pedidos de Airbus que se produjo el pasado ejercicio o las primeras entregas del avión de transporte militar A400M.
Esta falta de flexibilidad sólo puede tener una razón lógica, un argumento que no se conocía en un primer momento pero que ahora completa el puzzle que resuelve esa venta tan rápida. La dirección de EADS quería liquidar pronto la reducción de la presencia de los accionistas públicos en el grupo para aplicar enseguida su política de nueva reorganización sin que los países bloquearan las decisiones del consejo de administración del grupo aeronáutico, como ya pasó en el pasado cuando se intentó fusionar con el gigante BAe Systems.
Y así fue. Tras cambiar el mapa del accionariado, EADS pasó al siguiente capítulo de su reorganización. Tras anunciar el cambio a comienzos del verano, el 9 de diciembre tomó oficialmente la decisión más importe de la última díécada: modificar el nombre al grupo y reorganizar las filiales. Desde el pasado 1 de enero EADS pasó a llamarse Airbus Group y las filiales se han agrupado en tres: Airbus, Airbus Helicopters y Airbus Defence and Space. Este cambio hubiera sido muy complicado si hubiesen permanecido en el accionariado los tres estados con el peso anterior.