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Autor Tema: LA BUSQUEDA DE LA INMORTALIDAD  (Leído 620 veces)

Scientia

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LA BUSQUEDA DE LA INMORTALIDAD
« en: Febrero 11, 2014, 09:02:13 pm »

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LA BUSQUEDA DE LA INMORTALIDAD
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El deseo de la vida eterna o de permanecer siempre joven ha atormentado a la Humanidad desde el momento en que descubre que se es mortal, ¿por quíé se tiene que morir uno?, ¿no hay una manera de vivir más o para siempre?, a lo largo de la historia muchos hombres y mujeres lo han intentado, ¿alguien lo logró?.

En culturas primitivas la sangre de animales siempre ha sido el portador de sus cualidades, por eso beberla las transferí­a al hombre. Así­ que beber la sangre (o comerse) a un hombre equivalí­a a absorber su "energí­a vital", que se añadí­a a la propia para prolongar la vida. De ahí­ el mito hace a los vampiros sedientos de sangre para permitirles vivir eternamente. Con el progreso de la civilización esta práctica evolucionó; al conocerse la función del hí­gado como órgano purificador de la sangre, parecí­a obvio que era íél el que regeneraba la vida del individuo; así­ encontramos a este órgano como protagonista en la mayorí­a de los menús caní­bales y de las recetas para prolongar la vida.

La condesa Isabel Bathory, de la nobleza rumana, tení­a su propio míétodo para vivir eternamente, y este era el de bañarse en la sangre de los campesinos que contrataba como sirvientes. Cuando ya no encontraba "voluntarios" los secuestraba. Como en una novela de terror esta macabra práctica termina cuando su primo, el conde de Cyorgy Tharzo, al mando de un destacamento de soldados, prende a la condesa en su castillo de Csjthes la noche del 30 de Diciembre de 1610. Al entrar al gran salón descubre horrorizado el cadáver de una muchacha desangrada , a otra aún viva con su cuerpo lleno de miles de punciones y a una tercera ya moribunda con huellas de haber sufrido terribles torturas. Bajo el castillo y en sus alrededores se desenterraron cientos de cadáveres.

Pero no todas las historias de la búsqueda de la inmortalidad son truculentas. El aliento tambiíén ha sido considerado sinónimo de vida, se pensaba que con el último aliento se expulsaba el alma, y además el aliento divino daba vida. Por eso en la íépoca romana, y según cuenta una inscripción de entonces en mármol, Claudio Hermippus aseguraba haber prolongado su vida hasta los 115 años gracias a aspirar de forma continuada el aliento de jovencitas.

Cuanto más pasaba el tiempo más cuenta se daba el hombre que los míétodos que habí­a ido probando eran inútiles y que ninguno permití­a prolongar la vida, así­ cada vez los sistemas eran más pintorescos y extravagantes, ora se necesitaba ingerir extraños elixires con componentes exóticos (cuerno de unicornio, mandragora, etc.) y difí­ciles de conseguir, ora seguir procesos escabrosos...

El conde Cagliostro, noble nacido en Palermo en 1743, tení­a una tíécnica "infalible" para regenerar el cuerpo y poder vivir más. La tíécnica intentaba reproducir el proceso sufrido por los gusanos que se envolví­an en su capullo de seda y renací­an como mariposas, y si ellas podí­an hacerlo, nosotros tambiíén. Por eso su míétodo consistí­a en desnudarse y tumbarse en una cama, envolver en una manta al individuo y dejarlo reposar durante un mes alimentándolo sólo con caldo de pollo. Cagliostro aseguraba que pasados unos dí­as el individuo empezaba a perder el pelo y a caíérsele los dientes hasta llegar a un estado de debilidad extremo, a partir del que se empezarí­a un proceso regenerativo que devolverí­a al infeliz sus dientes y pelo junto con la juventud. La ciencia corrobora la primera parte del experimento, la acción del escorbuto y la falta de ingestión de vitamina C harí­a que el individuo perdiera rápidamente el pelo y los dientes, sin embargo el resto del experimento no llegarí­a nunca a buen fin, y nadie más volvió a proponer tal barbaridad.

Otros míétodos tambiíén quisieran imitar a la naturaleza, intentando partir de cero para "nacer de nuevo". Cuenta la historia que en Toledo, allá por el año 1434, viví­a Don Enrique de Villena, escritor y nigromante, que sintiendo cerca la hora de su muerte llamó a su criado negro en el que confiaba plenamente y le dio las siguientes instrucciones: que nada más morir le descuartizara minuciosamente y metiera sus restos en una cuba preparada con una extraña pócima, la cuba se hallaba escondida entre un montón de estiíércol que darí­a calor al preparado. Y para que nadie notara su ausencia el criado llevarí­a el sombrero de su amo durante los nueve meses que duraba el experimento, con íél el criado adquirirí­a el aspecto de su amo y nadie notarí­a su muerte. Y así­ fue, y el criado se paseó por Toledo con el sombrero durante meses y todos creí­an ver al amo, pero cierto dí­a se encontró de bruces con una procesión del viático a la que no pudo esquivar, y mientras pasaba el sacerdote con los santos óleos todos se iban descubriendo, menos el criado. Pero un vecino indignado por la irreverencia le quitó el sombrero y entonces todos vieron de nuevo al criado negro. Fue conducido ante el Santo Oficio acusado de brujerí­a y de matar a su señor, ante lo que no tuvo más que confesar lo ocurrido y conducir a la Santa Hermandad hasta el estercolero en el que se escondí­a la cuba. Estos, convencidos que allí­ obraba más el diablo que Dios, rompieron la cuba y se derramó sobre el suelo un lí­quido viscoso en el que flotaba lo que parecí­a un feto de pocos meses.

Muy parecida historia se cuenta de un brujo de Gottinga durante el siglo XVIII llamado Johannes de Philadelphia, conocido entre la nobleza por sus trucos de magia y encantamientos. Murió en 1777 rodeado de misterio y se encontró en un tonel que se abrió a destiempo en el que habí­an metido sus restos un embrión humano a medio desarrollar.

La pócima que se metió en estos toneles sigue siendo un misterio, pero casos similares de extraños elixires se encuentras diseminados por toda la Historia. Un tratado atribuido a Paracelso titulado "De Tinctura Physicorum" (la tintura de los fí­sicos) que data de 1570, habla de una extraña pintura con la que los míédicos egipcios habrí­an vivido hasta 150 años. Si bien es cierto que en la edad media comienzan a venderse elixires milagrosos de manera ambulante por todos los rincones de Europa, tambiíén es la íépoca en la que la alquimia florece para transformarse más tarde en quí­mica. La alquimia tuvo dos metas principales: la piedra filosofal con la de convertir los metales en oro y la búsqueda del elixir de la vida.

Salomón Trimosí­n fue un alquimista Europeo nacido en 1490, aunque no se sabe cuándo murió. De íél se cuenta que vivió más de cien años gracias a su elixir, que le habrí­a rejuvenecido varias veces regenerando sus cabellos, enderezando su columna y limpiando de arrugas su cara. Cuando se le preguntó que cuánto pensaba vivir contestó que hasta el Dí­a del Juicio Final. Eran corrientes por el siglo XVI y XVII las historias de rejuvenecimientos súbitos entre los alquimistas y las prolongaciones antinaturales de sus vidas, todo gracias al llamado oro potable o elixir de la larga vida, que serí­a la disolución de la Piedra Filosofal en agua destilada, capaz de eliminar de manera selectiva el agua pesada de los tejidos haciendo que estos no envejecieran. Consumiendo una gota del elixir cada seis meses se provocarí­a la eliminación de todas las toxinas del cuerpo, luego se caerí­an la uñas, dientes y cabellos que más tarde se recuperarí­an como nuevos, al cabo del tiempo se irí­a perdiendo la necesidad de comer y la de evacuar, siendo suficiente la transpiración para eliminar lí­quidos. Esa serí­a la causa de que se supiera la fecha de nacimiento de muchos alquimistas pero no la de su muerte, como ocurre con la del francíés del siglo XV Jean Lallemant.

El alquimista más conocido fue el cíélebre Saint Germain, que empezó sus andanzas por este mundo en el siglo XVIII. Voltaire escribí­a sobre íél a Federico II de Prusia que era un "hombre que nunca muere y conoce todas las cosas". Su primera aparición histórica data de 1743 en Londres, donde empezaron a correr rumores de que era mucho más viejo de lo que aparentaba. Como era conde se codeaba con la nobleza y hablaba de hechos históricos de siglos pasados con tal cantidad de datos y detalles que parecí­a haber sido testigo ocular, de hecho decí­a haber conocido a Julio Cíésar y a Poncio Pilatos.

Se cuentan diversas aníécdotas suyas, una de ellas habla del encuentro en casa de Madame Pompadour con la condesa Gerhy cierto dí­a de 1750, la cual habí­a estado 50 años antes en Venecia cuando su marido era embajador de dicha República. La condesa se acercó a Saint Germain y le preguntó:

- Caballero, ¿tendrí­ais la bondad de decirme si vuestro padre residí­a en Venecia en 1700?

- No señora -respondió el conde- pues hace mucho más tiempo que perdí­ a mi padre. Era yo quien viví­a en Venecia a finales del siglo pasado y a comienzos del presente. Tuve entonces el honor de haceros la corte y vos tuvisteis la bondad de elogiar algunas barcarolas compuestas por mí­ y que cantábamos juntos.

- Perdonad mi franqueza, pero eso no es posible. El conde Saint Germain de entonces tení­a 45 años y vos no representáis más edad en estos momentos.

- Señora, -contestó esbozando una sonrisa- soy mucho más viejo de lo que suponíéis.

- Según esa cuenta, deberí­as tener más de 100 años.

- Es posible que los rebase...

Los que conocieron al conde notaron que nunca aparecí­a cansado, que jamás se le veí­a comer ni beber a pesar de los innumerables banquetes a los que asistió y nunca se interesó sexualmente por las mujeres. La fecha oficial de su muerte es la de 1784, en el castillo de Landgrave de Carlos de Hesse-Cassel, y en ausencia de íéste. Muchos dicen no tener pruebas de su fallecimiento. A partir de esa fecha se asegura haberle visto en distintos lugares y en diversas íépocas: 1785 en Rusia, 1792 en Parí­s, en 1867 en una reunión de la Gran Logia en Milán, en 1896 la teósofa Annie Besant dijo haberse encontrado con íél, y en muchos más lugares y fechas hasta bien entrado nuestro siglo. En Viena existe el testimonio del rosacruz Franz Grí¤ffer; el conde anunció su despedida así­: "Hacia final de siglo desapareceríé de Europa, iríé a la región del Himalaya, reposaríé... Me volverán a ver dentro de 85 años, dí­a a dí­a. Adiós, os quiero."

Otros volví­an al cabo de 100 o 300 años despuíés de haber estado "hibernando" o "durmiendo" en alguna parte de este u otro mundo. Son multitud las leyendas populares que hablan de personas que desaparecieron, se perdieron o fueron raptadas para luego aparecer de nuevo tras muchos años como si para ellos hubieran transcurrido sólo unas horas. Se habla de zonas en las que el espacio-tiempo está alterado, de modo que cuando alguien pasa por allí­ permanece en un estado de adormecimiento o "sueño encantado" gracias a veces a una comida o bebida, algunos al volver al tiempo normal sufren en un momento los estragos de la edad que se saltaron.

Es cíélebre la historia de los "siete durmientes de í‰feso", que se refugiaron en una cueva huyendo del edicto que proclamó contra los cristianos el emperador romano Decio en el siglo III. Sin que ellos se percataran estuvieron allí­ 187 años, cuando salieron al exterior apenas les duró la alegrí­a unas semanas, fueron muriendo uno a uno presas de un súbito envejecimiento. Un caso más reciente lo encontramos en la historia que cuentan los tinerfeños de San Juan: una niña salió a buscar peras y entró en una cueva en la que quedó dormida. Cuando despertó y salió al exterior habí­an pasado 30 años, aunque ella conservaba el mismo aspecto y edad que cuando desapareció.

Todas estas búsquedas de la juventud han marcado a la humanidad desde el comienzo. Lo intentaron los egipcios momificando a sus muertos, fue y es usado por multitud de credos para sus propios fines, cuando los exploradores españoles se aventuraban en el continente americano buscaron hasta morir el Dorado y la Fuente de la eterna Juventud. Con la llegada de la ciencia se empezó a buscar una solución más modesta que vivir siempre, y era la de retrasar la muerte o aparentar juventud, así­ nacieron los cosmíéticos y progresó la medicina moderna. ¿Está ahora más cerca el Hombre de conseguir su sueño?, es cierto que la esperanza de vida actual es la más alta de la historia, y si para la antigua Grecia un hombre de 40 años ya era viejo ahora podemos esperar vivir hasta los 90. ¿Dónde está el lí­mite? En recientes experimentos con monos se ha observado que si no se fuma ni bebe en exceso, si se hace ejercicio y si se sigue una dieta variada pero espartana (comer un 30% menos de calorí­as de lo normal) alarga la vida hasta un 40%. Tambiíén la geníética puede ayudar a la humanidad a vivir más y mejor; el gen SOD1 es que el que regula la eliminación de los radicales libres que oxidan nuestro organismo y le hacen envejecer, así­ una alteración geníética que añada otro gen SOD1 alarga la vida hasta un 40%, al menos así­ ocurrió con los animales de laboratorio. Otro camino que busca alargar la vida consiste en retrasar la edad en la que se tengan hijos, puesto que lo que "busca" la naturaleza es perpetuar los genes de cada individuo, y una vez que por la edad ya no se puede procrear, el ser ya no necesita vivir, si se tienen hijos un poco más tarde en cada generación, según las modernas teorí­as genetistas, cada vez se vivirá más.

Quizás la vida eterna se consiga gracias a la tecnologí­a, quizás sea por las obras (literarias, arquitectónicas, cientí­ficas...), tal vez ya no podamos alargar más la vida fí­sica porque no estamos hechos para ello e incluso no nos convenga (imaginemos un dictador que gobierne cientos de años). Lo cierto es, que se sepa, nada dura eternamente.



lauramsagra

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Re: LA BUSQUEDA DE LA INMORTALIDAD
« Respuesta #1 en: Febrero 12, 2014, 04:23:48 pm »
Lo cierto y verdad ,  creo que como nos dijo una vez un prestigioso medico, a los cuarenta tu cuerpo respondera tal cual lo hayas tratado desde los trenta, y a los cincuenta tal cual lo hayas tratado desde los cuarenta y asi hasta que dios quiera.
Nuestro bienestar exterior, dependera siempre del trato que le demos a nuestro cuerpo interior, si lo tratamos bien , intentando ser equilibrados, posiblemente el nos responda igual, un poco de ejercicio, cremas, masajes, alimentacion y lo mas  importante nuestro estado emocional.
Emociones
Alimentacion, higiene.
Ejercicio equilibrado diario
Cuidados generales, cremas, masajes,( "imagen", esta incluye cada cual como se vea bien, ).
Para mi lo mas importante seria nuestro estado emocional, controlar esto diariamente es todo un logro, con ayuda , o sin ella, muchos factores dependen de nuestro estado, ya sean internos , externos.
 ^-^
Cada dia al levantarme, me propongo yo misma, nada debe perturbar hoy mi equilibrio, es bien dificil , y para ayudarme en ciertos momentos pienso, si tuviera a mi madre me diria esto, aquello, y yo misma me crezco, en otras ocasiones pienso en gente que me ha aportado consejos y me los aplico, lo intento, y pasado ese momento CRISIS, son a veces minutos, se me pasa, si yo estoy bien, todo parece funcionar
« Última modificación: Febrero 12, 2014, 04:25:06 pm por lauramsagra »
Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉

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Re: LA BUSQUEDA DE LA INMORTALIDAD
« Respuesta #2 en: Febrero 12, 2014, 09:00:15 pm »
 :021: Completamente de acuerdo. :000: