El modelo de privatización parcial de Aena previsto para el próximo otoño no convence a la CNMC. El organismo regulador no tiene voto en el proceso, pero sí ha hecho oir su voz advirtiendo que mantener el monopolio de la red de aeropuertos no beneficiará al mercado. La segregación de Aena en lotes, tal y como sugirió Competencia, fue descartada por Fomento, partidario de hacer una venta en bloque o no vender nada. Sólo 14 de los 47 aeropuertos de la red son rentables.
Competencia, contra la nueva Aena
La nueva Aena prevista por el Gobierno para el próximo otoño despierta recelos en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La entrada de capital privado en el gestor de aeropuertos llevará al regulador que preside Josíé María Marín Quemada a asumir un papel más activo en la supervisión del mercado aeronáutico.
Aunque su opinión sobre el modelo de privatización no es vinculante, ya ha hecho saber al Ministerio de Fomento que su propuesta bloquea la aparición de la competencia en un mercado que el año pasado generó ingresos por 2.925 millones de euros.
Competencia respondió a comienzos de mes al Senado que no ha elaborado ningún informe manifestando su oposición al diseño de la venta de un 49% de Aena. Aún así, tanto la empresa presidida por Josíé Manuel Vargas como la propia ministra Ana Pastor han recibido puntualmente la opinión de los tíécnicos de la CNMC a medida que avanzaban en su plan.
Las tasas aeroportuarias son el mayor motivo de enfrentamiento en el mercado aeronáutico. Las subidas aplicadas por Aena en 2012 y 2013 para equilibrar sus píérdidas provocaron un levantamiento de las aerolíneas que acabó con una denuncia en Bruselas. Este año cuando serán analizadas por la CNMC, y probablemente el próximo, se han congelado.
La contrapropuesta consistió en dividir Aena en varios lotes que compitieran entre sí, separando los dos principales, Barajas y El Prat. "De otro modo, el único beneficio de la operación puede ser el económico para el Estado a corto plazo y para los inversores que se conviertan en socios, pero no para el mercado como tal", explicaron fuentes cercanas al órgano regulador.
La división en lotes de la red de 47 aeropuertos, con Barajas y El Prat como principales valores en competencia, era el mayor atractivo del modelo que había diseñado Josíé Blanco con el anterior Gobierno, donde Ferrovial y Abertis se dieron como favoritos para gestionarlos. No obstante, desde la llegada del PP a La Moncloa todo cambió. Si algo ha tenido claro la ministra de Fomento, Ana Pastor, es que la red de 47 aeropuertos se vendería en bloque o no se vendería, aún a costa de pasar de un monopolio público a otro mixto. "La fuerza de la empresa es que opera en red, unos aeropuertos se compensan con otros. A los inversores les interesaría gestionar solo los aeropuertos rentables, pero eso no está en el interíés general", explica un alto cargo del ministerio.
Aún lastrada por una deuda de 12.000 millones de euros, la red de aeropuertos entró en beneficios en 2013. Tras registrar uno de los peores años en tráfico que recuerda, Barajas obtuvo beneficios de 78 millones de euros gracias a una subida de tasas que, a fuerza de poner en pie de guerra a las aerolíneas, ha compensado la baja demanda. El Prat, por su parte, ganó el doble. En general, las cuentas de los 47 aeropuertos que componen la red han mejorado gracias a un drástico recorte de costes asociado a congelación de inversiones y restricción de horarios operativos. Frente a los 731 millones de euros ganados por 14 de ellos, las píérdidas de los 33 restantes ascendieron a 151 millones de euros, una cifra que resulta inferior a las ganancias de El Prat en 2013. Aun así, en Fomento son conscientes de que a ojos de cualquier socio privado, los aeropuertos deficitarios serían candidatos al cierre. Por eso, opinan, el modelo en red y su calificación como infraestructuras de interíés general los protegerán.
El plan no convence a todos los gobiernos autonómicos
Pero no piensan lo mismo gobiernos autonómicos como Canarias, que depende de ellos y sabe que algunos como La Gomera o El Hierro no serán rentables. El Gobierno autonómico se ha declarado dispuesto a llevar la privatización a los tribunales. Por razones distintas, como es determinar desde Barcelona cómo se gestiona El Prat y sus beneficios, Cataluña ha hecho lo propio.
En Aena, mientras tanto, se trabaja ya contrarreloj para cumplir el apretado calendario que exigirá la salida a Bolsa en noviembre a más tardar. Las reticencias de la CNMC a una única red se ven como un ejercicio teórico que ignora la realidad autonómica. "Conjugar los intereses de los aeropuertos gallegos con los canarios o los andaluces sería insostenible, pero poner a competir a Santiago con Vigo y La Coruña tambiíén", indica un miembro del consejo de administración de Aena. "Separar la red no tiene sentido", concluye.
