Las peores noticias para Brasil se confirmaron apenas dos horas despuíés de que finalizase el choque ante Colombia. Neymar, que había abandonado el terreno de juego en camilla y el estadio en ambulancia, sufre una fractura de la tercera víértebra lumbar y se perderá las semifinales del martes, así como la hipotíética final del próximo domingo, según confirmó Ricardo Lasmar, míédico de la canarinha a última hora de anoche.
El jugador no precisará de intervención quirúrgica y a lo largo del día de hoy se le continuará haciendo pruebas, aunque su concurso para lo que resta de Mundial está descartado, toda vez que el periodo de recuperación de esta lesión está estipulado entre cuatro y seis semanas. Todo ocurrió cuando el crack recibió un fuerte golpe por parte de Zuñiga en los minutos finales del duelo ante Colombia.
El 10 de Brasil cayó fulminado tras el rodillazo del defensa colombiano y abandonó el campo lesionado en camilla, con síntomas de sufrir un dolor insoportable, ya que no se podía mover.
El jugador fue trasladado directamente a un hospital de Fortaleza, en donde fue examinado para conocer el alcance real de una lesión que mantuvo en vilo a toda la torcida brasileña.
Antes de que se confirmase la fractura, en sala de prensa el propio Scolari mostraba su desazón por lo sucedido y se mostró pesimista: "Neymar está en un hospital, tiene mucho dolor en las costillas. No va a ser fácil recuperarlo para el partido ante Alemania".
El seleccionador añadió: "Por lo que el míédico nos dijo, por el dolor que siente, y siendo en la columna vertebral, puedo garantizar que la recuperación no será fácil, vamos a ver quíé pasa".
Con todo, la lesión de Neymar no fue el único peaje que dejó para Brasil el pase a las semifinales. El martes, en el choque ante Alemania, Luiz Felipe Scolari perderá seguro por sanción a su capitán, Thiago Silva, que no podrá jugar tras ver ayer su segunda amarilla. El colegiado español Velasco Carballo amonestó al central brasileño mediada la segunda mitad por entorpecer el saque de Ospina.
La baja de Thiago Silva supone un duro revíés para el poderoso juego de estrategia de Scolari, que ha hecho del balón parado uno de sus principales argumentos. Cuando no les llega el fútbol, la Seleí§ao tira de otros recursos. Y su poderío a la hora de las faltas y los córners es incuestionable. Basten como muestra los dos tantos de ayer en cuartos.
