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Autor Tema: Curación con sí­mbolos y agua  (Leído 1716 veces)

Scientia

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Curación con sí­mbolos y agua
« en: Julio 31, 2014, 08:55:56 pm »
Curación con sí­mbolos y agua


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Por Jari Nan Ji
Míétodo “PraNeoHom®” o Práctica de la Nueva Homeopatí­a”
Layena Bassols Rheinfelder
Hija de padre catalán y madre alemana, Layena nace en Barcelona en 1958. Una vez terminados allí­ sus estudios de bachillerato, estudia biologí­a en Alemania. Despuíés de viajar a la India, donde adquiere extensos conocimientos sobre meditación y tíécnicas de sanación, regresa a Alemania. Allí­ se convierte en naturópata en 1998 y adquiere su formación en el campo de las terapias alternativas y complementarias de la nueva homeopatí­a. Actualmente reside cerca de Munich (Alemania), donde tiene su propia consulta y es directora del Instituto PraNeoHom® en esa misma ciudad. Además de dedicarse a sus pacientes, organiza congresos para la divulgación del míétodo y forma incansablemente a nuevos terapeutas y docentes tanto en Alemania como en Chile. Durante el año 2012 ha iniciado su labor tambiíén en España.
Publicaciones: en el año 2003 escribió y publicó los primeros siete “libros de estudio” en lengua alemana, PraNeoHom-Lehrbí¼cher. En el año 2007 apareció su libro Heilen mit Zeichen (Curar con sí­mbolos), que se ha convertido en un bestseller en Alemania. En 2011 Gaia Ediciones publica su primer libro en lengua castellana Curación con Sí­mbolos y Agua mediante el Míétodo PraNeoHom.
Empecíé a interesarme por esta tíécnica a raí­z del relato de un paciente sobre su padre, que habí­a utilizado un sistema muy extraño: “Tení­a unas anginas que no se le curaban con antibióticos y entonces pintó un sí­mbolo en forma de sinus sobre su cuello, posó su mano izquierda sobre el sí­mbolo mientras sostení­a un vaso de agua con la mano derecha. Despuíés de tres minutos se bebió el agua, que se convirtió de esta manera en un remedio muy efectivo para su dolencia”. Muy asombrada, escuchíé lo que me contaba este paciente pensando: si esto es cierto, tenemos entre manos algo increí­ble. Me compríé una varilla y una serie de textos escritos por Erich Kí¶rbler, que explicaban el míétodo de una manera lógica para mi mente cientí­fica, y me puse a investigar.”
Se trata de un míétodo de auto sanación llegado al hombre moderno desde antiguas culturas y se define como “holí­stico” (del griego “holos”- “todo”), lo cual significa que toma en cuenta al hombre en su totalidad: cuerpo, mente y alma, junto con los factores externos que lo rodean.
¿Cómo se curaban nuestros antepasados? Todos hemos oí­do hablar de los remedios de nuestras abuelas, de las hierbas medicinales, de los caldos y brebajes curativos, de cataplasmas y de otros muchos “recursos” naturales para la auto sanación; todo un compendio de conocimientos transmitidos desde nuestros ancestros de generación en generación, sobre los cuales, de hecho, se basa la naturopatí­a tradicional. Asimismo, es sabido que los sí­mbolos han sido utilizados desde hace muchos miles de años, no solo como portadores de poder y de fuerza sino tambiíén como elementos sanadores del cuerpo humano. Muestra de ello son los sí­mbolos pintados sobre la piel de los indios, los que usaban los guerreros antes de entrar en combate, los de las tribus aborí­genes de numerosas y diversas partes del mundo, etc. En este sentido el hallazgo de nuestro amigo í–tzi fue del todo revelador. í–tzi es el nombre que recibió la momia de un hombre de aproximadamente cinco mil años de edad, que se encontró en 1991 en el Glaciar Similaun, en la lí­nea fronteriza entre Austria e Italia. Esta momia no solo mostraba rayas paralelas pintadas sobre su espalda sino que llevaba pintada una cruz por debajo de la rodilla, zona en la que posteriormente se descubrió un absceso. Esto no hizo más que corroborar la teorí­a de que los sí­mbolos ya eran utilizados por los pueblos antiguos como elementos terapíéuticos para la auto sanación.

Erich Kí¶rbler (1936-1994), eminente cientí­fico austrí­aco, verificó con entusiasmo que í–tzi habí­a utilizado los mismos sí­mbolos que íél con fines curativos. Kí¶rbler parte de la base de que todo lo que existe vibra, es decir emite y recibe información a travíés de ondas electromagníéticas y está en constante intercomunicación. “Todo” se refiere no solo a la materia viva sino tambiíén a organismos como las piedras, los tejidos, los materiales, los colores, etc., es decir cada molíécula, cada cíélula, cada átomo. Kí¶rbler analizó el efecto que producí­an determinados sí­mbolos y rayas paralelas sobre las ondas y comprobó que íéstos pueden modificarlas. Los sí­mbolos que utilizó son: de una a nueve rayas paralelas, una curva sinusoide, una cruz y una “y” griega. Estos sí­mbolos, aplicados directamente sobre la piel, son capaces de modificar las ondas haciíéndolas compatibles. Dichos sí­mbolos crean campos de resonancia que influyen en los procesos de la materia y tienen un efecto positivo sobre la información que contienen las ondas electromagníéticas. Estas ondas determinan por tanto el estado de la materia. Cualquier estado, ya sea de salud o de enfermedad, es información que se está manifestando en la materia. La información es la que da forma a la materia y no al revíés. Además de su magní­fica aportación a la ciencia con este descubrimiento extraordinario, Kí¶rbler llevó a cabo un análisis de la correlación entre la medicina tradicional china y los nuevos descubrimientos de la fí­sica cuántica y la radiestesia.
Yo denominíé a esta tíécnica de sanación PraNeoHom®(Práctica de la Nueva Homeopatí­a) porque permite transferir información a otros soportes como, por ejemplo, al agua.
Una de las principales caracterí­sticas de esta tíécnica es que no solamente puede ser utilizada por terapeutas profesionales, sino que permite que cada uno de nosotros pueda curarse a sí­ mismo. Es especialmente efectiva para casos agudos y dolores que se presentan de forma repentina. Me interesa dejar claro en todo momento que la Curación con Sí­mbolos no pretende sustituir a la medicina convencional sino que aporta un sistema terapíéutico complementario muy eficaz. Pero lo más fascinante del míétodo es su sencillez: basta con una varilla para testar, la correcta aplicación de los sí­mbolos curativos y un simple vaso de agua. Aprender a manejar la varilla y a aplicar los sí­mbolos no encierra demasiada complicación y está al alcance de cualquiera. El paciente participa activamente en el proceso de curación y es capaz incluso de fabricarse su propio remedio, por lo tanto está asumiendo la responsabilidad de su propia sanación.
El campo de aplicación de los sí­mbolos es extenso: personas (desde el bebíé hasta el anciano), animales, plantas, hábitats, etc.
¿Cómo funciona la curación con sí­mbolos?
Las ondas emitidas por todos los organismos que nos rodean se topan con nuestras propias ondas, a lo cual nosotros reaccionamos positiva o negativamente. Se podrí­a comparar con lo que ocurre en la música, hay tonos que armonizan y otros que no. De ahí­ precisamente se desprenden expresiones tales como: “esta persona me da buena onda”, “este lugar me da mala onda”, “Pepito y yo no estamos en la misma onda” o “Juanito está desfasado”. Reaccionamos negativamente a las ondas que no son compatibles con la nuestra, es decir, que están desfasadas. Con los sí­mbolos podemos corregir este desfase de manera que vuelvan a ser compatibles con nosotros. Actúan, por así­ decirlo, a modo de antena. Para ello examinamos con una varilla el grado de desfase de la onda incompatible. Con el sí­mbolo adecuado corregimos este desfase para compatibilizar y armonizar las ondas. Testear quíé sí­mbolo es el adecuado en cada caso no es difí­cil. Todo el mundo lo puede aprender. Ondas incompatibles pueden ser por ejemplo las emitidas por el llamado “electrosmog” (ondas electromagníéticas producidas por nuestros abundantes aparatos elíéctricos), por las llamadas “geopatí­as” (ondas emitidas por zonas geopáticas de la tierra) o bien por determinados alimentos, ácaros, polen, sustancias quí­micas, medicamentos, etc.
Los sí­mbolos se pueden pintar directamente sobre el cuerpo (ahí­ es donde interviene la medicina china), normalmente sobre los puntos de acupuntura, pero tambiíén lo podemos hacer sobre la zona afectada. La ventaja es que no intervienen las agujas y que el propio paciente puede pintarse los sí­mbolos sin necesidad de acudir al practicante o al terapeuta. Sin embargo la piel no es el único soporte para usar los sí­mbolos.
El Agua
Sorprendentemente es posible convertir un simple vaso de agua en un remedio eficaz para nuestras dolencias. Podemos transmitir información al agua a travíés del “efecto izquierda-derecha”. Erich Kí¶rbler descubrió que la energí­a de desplaza primordialmente desde la izquierda hacia la derecha, así­ como el sol sale por el este y se pone por el oeste. Si expresamos la información deseada sobre un pedazo de papel junto con el sí­mbolo apropiado, sosteniíéndolo con nuestra mano izquierda, mientras que sostenemos con la derecha un vaso de agua, en un minuto de concentración, aproximadamente, la información contenida en el papel se transmite al agua. El proceso culmina cuando olemos el agua (sabemos que el olfato es el primero de nuestros sentidos que llega al cerebro) y finalmente la bebemos; así­ es como la información llega a todas las cíélulas de nuestro organismo.
Con mi libro Curación con Sí­mbolos y Agua intento ofrecer un manual práctico para comprender y aprender las primeras nociones de este míétodo, que abarca tambiíén temas como el equilibrio energíético, de los chacras y del aura.
Una de mis sentencias preferidas es una frase de Arthur Schopenhauer: “Todo nuevo descubrimiento pasa por tres fases: primero la gente lo ridiculiza, luego lo combate y finalmente lo acepta como evidente”. Precisamente este año 2013 voy a cualificar a los primeros docentes en Chile, donde esta tíécnica ha tenido ya una gran aceptación. Tambiíén continúo mi andadura por España, donde este año impartiríé los cursos de formación, configurados en cuatro niveles, en Barcelona, Málaga, Granada, y Donostia.
Nos encontramos en tiempos de profundos cambios, en la era de internet, por tanto de la comunicación y de la transparencia. Hoy más que nunca se impone la necesidad de adquirir conocimientos, cuantos más mejor, y de disponer de un cierto nivel de auto suficiencia. Tengo la esperanza y la ilusión de que esta herramienta tan valiosa para nuestro propio bienestar y tambiíén para el bienestar común llegue a las manos de todos. En este sentido os animo a asistir a los cursos en Chile convencida de aportar un apoyo importante a vuestras vidas y os invito a visitar la página web www.curacionconsimbolos.es.

Jari Nan Ji
chile@curacionconsimbolos.cl
www.curacionconsimbolos.es