EFE
El principal sindicato italiano, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), comenzó hoy una protesta contra la reforma laboral emprendida por el Gobierno de Matteo Renzi con una manifestación en Roma.
Simpatizantes del sindicato comenzaron a congregarse hacia las 09.00 horas locales (07.00 GMT) en la Piazza della Repubblica de la capital italiana con el objetivo de alcanzar al final de la mañana la Piazza San Giovanni.
Allí se espera el discurso que pronunciará la líder de la CGIL, Susanna Camusso, figura que simboliza la oposición a la reforma laboral impulsada por Renzi y que está en tramitación parlamentaria.
"Para crear empleo hay que cambiar la política económica", se lee en la convocatoria de la CGIL, cuyo lema para la manifestación de hoy es "Trabajo, dignidad, igualdad para cambiar Italia".
La convocatoria de la CGIL se interpreta como una prueba de fuerza del principal sindicato del país contra la senda de reformas impulsadas por el Gobierno del Partido Demócrata (PD) de Renzi, que escenificó un intento de acuerdo con patronal y sindicatos sobre la modificación de las normas que rigen la contratación laboral.
Sin embargo Camusso, tras la reunión del 7 de octubre, declaró que no veía razones suficientes para no convocar una huelga, tal como había adelantado una semana antes.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, obtuvo dos días despuíés la confianza del Senado para la reforma laboral con la que pretende sacar al país de la crisis, una medida que ha levantado ampollas entre los interlocutores sociales y entre algunos miembros de su formación.
El Gobierno obtuvo en el Senado el apoyo de 165 senadores pertenecientes al PD, al Nuevo Centrodestra, al partido Per L'Italia y a Scelta Civica para su reforma laboral.
Votaron en contra, sin embargo, 111 senadores de formaciones como Movimiento 5 Estrellas, Forza Italia, Liga Norte o Sinistra Ecologia Libertí (Sel) y hubo dos abstenciones.
La "jobs act", como se conoce a esta iniciativa de Renzi, es una de las piedras angulares de su programa, pues con ella piensa incentivar el empleo y ayudar a que Italia salga de la recesión en la que está sumida.
Entre los puntos más políémicos de la reforma está la modificación del Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores del 20 de mayo de 1970, que protege a los profesionales de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes y avala su derecho a obtener una indemnización o a ser reintegrados en su empleo.
Según el proyecto presentado por el Ejecutivo, se mantendrá la obligación de que el empresario, en caso de despido improcedente, pague una indemnización, y, además, Renzi dice ser favorable a mantener tambiíén la disposición que obliga a readmitir al trabajador.
El jefe del Gobierno explicó que esta obligación se respetará no solo en los casos de despidos improcedentes discriminatorios sino tambiíén en los disciplinarios, previo examen de las circunstancias jurídicas.
La reforma laboral propuesta por el partido más votado en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo -con más del 40 % de los votos- prevíé una protección de manera gradual de los trabajadores, por lo que sólo con la antigí¼edad se podrán obtener algunos derechos, entre estos el de poder ser readmitido en caso de despido.
El Gobierno de Silvio Berlusconi ya intentó modificar el Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores en 2002 y provocó una huelga general y una de las manifestaciones más numerosas del país con cerca tres millones de personas