China puede darse el lujo de recortar su objetivo de crecimiento económico para 2015 a un 7 por ciento y aún así mantener un mercado laboral saludable, dijo el martes el Banco Mundial, aún cuando instó a Pekín a dejar de fijar metas rígidas de expansión.
Nuestro mensaje político es que el foco de atención debería centrarse en las reformas en lugar de cumplir con objetivos de crecimiento específicos", dijo Karlis Smits, un economista de la oficina del Banco Mundial en Pekín, a los periodistas en una rueda de prensa.
"Una preocupación frecuente es que una política centrada en la satisfacción de un objetivo de crecimiento ambicioso, similar a uno fijado en 2014, requeriría que las políticas macroeconómicas continúen orientadas a apoyar la demanda interna más que en las reformas", declaró Smits.
China quiere que su economía -la segunda más grande del mundo- crezca en torno a un 7,5 por ciento este año, aunque muchos analistas esperan que la expansión anual sea de un 7,4 por ciento, la más díébil en 24 años.