Tras un octubre convulso para las Bolsas, el Ibex 35 encara lo que resta de ejercicio con dudas sobre su capacidad para repetir el tradicional rally de final de año. Los expertos han bajado el listón y el objetivo de los 12.000 puntos que manejaban a comienzos de 2014 ha quedado descartado. Ahora no se espera que el índice se tome las uvas por encima de los 11.000 puntos y solo una nueva acción extraordinaria por parte del BCE podría permitir al Ibex superar sus máximos anuales (11.187 puntos). Tambiíén ayudaría que los datos macroeconómicos mostraran una mejoría en la zona euro, algo improbable en el corto plazo.
“No es previsible una gran subida, sino un un final de año más tranquilo. Creo que podríamos terminar 2014 entre los 10.500 y los 11.000 puntosâ€, explica Nicolás López, analista de MG Valores. Ese es el objetivo máximo para el selectivo que barajan actualmente los expertos. El índice se mueve, como el resto de Bolsas europeas, en una franja lateral de la que no logra escapar y que tiene a los 10.500 puntos como principal resistencia.
Miguel íngel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, piensa que “estamos en un terreno propio para un lateral entre 9.800 y 10.800 puntosâ€. Aun así, considera que “con los tipos de interíés tan bajos, cualquier caída bursátil se ve como una oportunidad de compraâ€.
La fuerte corrección vivida por las Bolsas en la primera quincena de octubre respondió, sobre todo, a las crecientes dudas entre los inversores sobre la recuperación económica en la zona euro.Cada nuevo dato macroeconómico publicado en los últimos meses ha reavivado el temor a una tercera recesión en la zona euro, con el agravante de que la inflación sigue en niveles muy bajos, tanto como para temer que la región entre en deflación.
Un cambio en ese gris escenario macroeconómico sería un catalizador para este posible rally de fin de año, pero no es algo que se espere por el momento. De hecho, la Comisión Europea ha rebajado recientemente las previsiones de crecimiento para la zona euro para este año y el siguiente.
Además, como de costumbre, los mercados están en manos de los bancos centrales. Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, cree que “si los datos que vayamos conociendo en Europa son negativos, es posible que el BCE tome medidas al respecto expandiendo aun más su política monetaria, lo que tendría un efecto positivo en las Bolsasâ€.
Por lo pronto, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó tras la última reunión de la institución la semana pasada -en un mensaje menos ambiguo que en anteriores ocasiones-, que se han dado órdenes para preparar nuevas medidas no convencionales que serían utilizadas en caso necesario. Dejó claro que el BCE está preparado para actuar, sin cerrar la puerta a posibles compras de deuda soberana, y que el Consejo de Gobierno es unánime en este aspecto, disipando así los rumores sobre una posible división en el seno del BCE.
“El mensaje de Draghi es un seguro que nos cubre de fuertes correcciones en el mercadoâ€, considera el analista de Unicorp. Sin embargo, ya no es suficiente porque “al mercado ya no le valen palabras sino que exige actuacionesâ€, añade.
“Ahora mismo, creo que solo una sorpresa del BCE podría ser un catalizador serio para el Ibex. Por ejemplo, lo hemos visto en Japón, donde los nuevos estímulos del banco central le han dado un impulso importante a la Bolsa niponaâ€, explica Paz.
En esta línea, Miguel Pareja, de Bolsa 3, añade que “en las condiciones actuales, algo sorprendente tendría que entrar en juego para volver a hablar de valoraciones en torno a los 12.000 puntos. Solo se daría si el BCE fuera más allá con el tipo de activos que va a comprarâ€. Hasta ahora, el organismo presidido por MarioDraghi ha bajado los tipos de interíés al mínimo histórico del 0,05%, al tiempo que ha aprobado la compra de titulizaciones respaldadas por críéditos y cíédulas hipotecarias. Una cita marcada en rojo en el calendario es la segunda TLTRO (barra de liquidez para la banca condicionada a la concesión de críédito) que se celebrará el 17 de diciembre, despuíés de la pobre acogida que tuvo la primera subasta llevada a cabo en octubre.
Por tanto, como resume Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi enEspaña, “creo que seguiremos viviendo un escenario de inestabilidad en los mercados a corto plazo, dominado por los bancos centrales y por los datos macroâ€.
Al margen de estas dos cuestiones, hay otros factores que determinarán la evolución del Ibex de aquí a final de año. Por su composición, el selectivo español depende mucho de la cotización de los bancos, y no atraviesan su mejor momento. “El sector financiero está en una situación bursátil díébil, es el que menos ha recuperado desde octubre y ha caído tras los test de estríés. Es casi inviable ver un movimiento importante en el Ibex sin el apoyo de los bancos,â€, aporta Jesús de Blas, analista de Críédit Agricole.
De forma inesperada, la banca española se han comportado peor que el conjunto del Ibex pese a haber superado con nota los test de estríés. Susana Felpeto, analista de ATL Capital, sostiene que “pese a las últimas correcciones del sector financiero debido sobre todo a los resultados, una vez que han pasado las pruebas de solvencia y el BCE ha asumido el control del sector, se deberían de haber eliminado las incertidumbres sobre la bancaâ€. Añade por ello que “somos positivos de aquí a finales de año y creemos que el sector tendrá un buen comportamientoâ€. Así, opina que el Ibex se ha revalorizado casi un 5% en el año y no descarta que gane en torno a un 9% si todo se mantiene estable.
Además, el Ibex seguirá mirando de soslayo a Wall Street. En la Bolsa estadounidense, los selectivos Dow Jones y S&P 500 se encuentran en máximos históricos, en apariencia totalmente recuperados de la corrección sufrida a comienzos de octubre. Los expertos sostienen que si Wall Street sigue exhibiendo tal fortaleza, las Bolsas europeas, incluido el Ibex, se verán impulsadas por ese movimiento. La satisfacción por los resultados empresariales conocidos al otro lado del Atlántico han permitido a la Bolsa estadounidense continuar al alza a pesar del final del programa de estímulos de la Reserva Federal.
Preocupan Ucrania, China y Podemos
La Bolsa española tendrá que hacer frente a otros riesgos que podrían oscurecer su evolución de aquí a las Campanadas. Entre ellos están el conflicto entre Rusia y Ucrania, latente pero no superado; la posible inestabilidad política en España ante el auge de Podemos, que preocupa de forma creciente a los inversores; o el sempiterno temor a una brusca desaceleración de la economía china, inmersa en un cambio de modelo económico que pase a depender más del consumo interno que de las exportaciones. “La volatilidad será protagonista en caso de que vuelvan las tensionesâ€, dice Miguel Pareja, de Bolsa 3.
Felipe López-Gálvez, de Self Bank, comenta que Podemos limitaría potenciales inversiones en el país por la incertidumbre regulatoria que se crearía si llegase al poderâ€. Pero tambiíén hay factores que pueden favorecer al Ibex 35, como la fuerte depreciación del euro (cotiza en míminos de dos años), “de la que nos veremos favorecidos dada la alta exposición de nuestras grandes empresas en el extranjeroâ€, cree López-Galvez.