No es Lewis Hamilton el piloto más fiable cuando transita a pocos metros de coronar la cumbre. La presión ante el víértigo de un título parece nublar las excepcionales condiciones del mejor piloto de la parrilla junto a Alonso, un seguro de vida durante la temporada, un enorme jugador, pero mediocre rematador.
La de Abu Dabi será la cuarta ocasión en la que se juega la corona en la última carrera. En las dos primeras sufrió verdaderas odiseas en la cita final, disputadas en Brasil 2007 y 2008, con McLaren.
En 2007 aterrizó en Interlagos con cuatro puntos de ventaja sobre Alonso (107-103) y siete sobre Rí¤ikkí¶nen (100). Le bastaba quedar por delante de ambos, pero no arrancó bien, Alonso le pasó en los primeros metros y luego sufrió aquel parón del coche, previsiblemente por tocar el botón equivocado en el volante, que le retrasó toda la carrera hasta la síéptima plaza final.
El equipo le hizo parar tres veces para ir a contraestrategia, pero no funcionó. "Corríamos contra Fernando, no contra Kimi", fue el veredicto de Ron Dennis. Ni íél ni Fernando, con el mejor coche, pudieron atrapar la corona en el clímax de guerra civil en la escuadra de Woking, y Ferrari rebañó el último título que han conquistado desde la era Schumacher.
Un milagro llamado Glock
El año siguiente la ventaja sobre el otro rival, en este caso Massa, era de siete puntos (94-87) en una de las carreras más memorables de la historia de la F1. A Hamilton le bastaba con ser quinto y toda la carrera anduvo entre la cuarta y la quinta plaza, bordeando el desastre si reaparecía la lluvia. Lo hizo a falta de seis vueltas, Massa tenía que ganar y lo estaba haciendo, a Lewis se le desdobló Kubica, se le metió Vettel y acabó sexto en la última vuelta.
El milagro vino con Glock, que no quiso parar a cambiar a ruedas de agua a ver si lograba un podio, y lento, se vio superado a dos curvas del final por Lewis, que alcanzaba esa quinta plaza con Interlagos y Ferrari celebrando ya el título del paulista.
En 2010 perseguía una quimera. Necesitaba ganar, que Alonso no puntuara y que Vettel y Webber apenas sumaran. Ni ganó la prueba ni el título. Todo fue para el alemán.
Esta vez llega con 14 puntos sobre Rosberg, en una carrera que vale doble puntuación. Le basta con ser segundo y siempre que ha acabado una carrera este año ha ganado o ha hecho podio, pero vistos los precedentes, su rendimiento es una incógnita.