La posible venta de las empresas gibraltareñas 888 Holdings y Bwin.Party puede acelerar el proceso de concentración que vive el sector del juego online, otorgando el dominio de este negocio a unos pocos gigantes empresariales capaces de afrontar el endurecimiento de la regulación en varios países.
El grupo británico William Hill ha estado a punto de cerrar la compra de 888 Holdings por 720 millones de libras (972 millones de euros), operación frustrada por diferencias sobre el precio. Los analistas creen que William Hill podría elevar su oferta en el futuro, y no descartan que aparezca una propuesta competidora de otras firmas del sector como la irlandesa Paddy Power.
El consejo de Bwin.Party, empresa que vale 734 millones de libras en la Bolsa de Londres, ha pedido a Deutsche Bank que lance un proceso de búsqueda de comprador. Alistair Ross, analista de Investec, cree que la opción más probable es una fusión con Amaya, o bien la venta del negocio de Bwin.party en países como España e Italia a William Hill.
Estos movimientos en ciernes se suman a otras operaciones cerradas en los últimos meses. Amaya se hizo con PokerStars a mediados del año pasado, CVC Capital Partners adquirió en diciembre la filial de apuestas de Sky, y Gamesys acaba de vender su negocio de bingo Jackpotjoy a Intertain.
La razón de esta fiebre de fusiones hay que buscarla en el rápido trasvase del negocio del juego desde las tiendas de apuestas, casinos, bingos e hipódromos hacia Internet. Grupos como William Hill y Ladbrokes, que tradicionalmente operaban desde locales en la calle, intentan crecer en el mercado online con sus propias filiales o con adquisiciones. William Hill, por ejemplo, ya compró hace dos años los negocios en España y Australia de Sportingbet.
Además, dentro del negocio online, los operadores necesitan la mayor escala posible en cuanto a clientes y mercados para rentabilizar la inversión en tecnología y disparar los márgenes de beneficio. El grupo que compre 888 Holdings ganaría «posibles ahorros, crecimiento en el mercado estadounidense, sustanciales aumentos de beneficios por acción y acceso a una tecnología propia para diferenciarse de los competidores», indica Patrick Coffey, de Barclays.
William Hill contrata ahora el soporte tecnológico a Playtech, otra empresa que puede entrar en el baile de fusiones, según Richard Stuber, analista de Nomura. Playtech es uno de los candidatos para comprar Bwin.party porque así tendría acceso directo a los clientes finales y no actuaría como mero proveedor de tecnología a otros operadores del sector.
Una pieza clave en el futuro del sector es Ladbrokes, que está en proceso de búsqueda de un nuevo consejero delegado para reestructurar la empresa, elevar su actividad online y reducir el peso de las tiendas de apuestas, que todavía generan el 80% del beneficio. Durante esta fase de vacío estratíégico, se especula con el lanzamiento de una opa sobre la firma, que vale 1.100 millones de libras en la Bolsa de Londres. Un candidato es CVC, que tras comprar Skybet podría intentar configurar un gigante del sector.
Otro motivo para las fusiones es que el tamaño puede aliviar los riesgos regulatorios del sector. Además de 888 Holdings y Bwin.Party, tambiíén tienen su sede en Gibraltar las filiales de juego online de las empresas británicas William Hill y Ladbrokes. Al domiciliarse en el Peñón, las empresas intentan ahorrar impuestos, pero países como España (en 2012) y Reino Unido (2015) han endurecido la normativa, obligando a pagar tasas donde los clientes juegan, no donde facturan las empresas. Alemania tambiíén podría cambiar la normativa.
Pese a ello, los grupos del sector tienen claro que seguirán radicados en Gibraltar ya que todavía les conviene fiscalmente.
Roberto Casado