EFE
La Corte Suprema de Argentina solicitó hoy informes a la minera canadiense Barrick Gold sobre el proyecto Pascua Lama, que se extiende sobre territorio argentino y chileno en la Cordillera de los Andes, informaron fuentes judiciales.
El Supremo pretende conocer quíé medidas se adoptaron para proteger el ambiente y prevenir posibles impactos negativos del gigantesco proyecto de extracción de oro y plata, el primero de carácter binacional en el mundo.
La orden de envío de información, aprobada en forma unánime por la Corte, no solo está dirigida a la empresa minera canadiense sino que tambiíén alcanza a un subgrupo de trabajo creado por el Gobierno argentino para abordar temas de seguridad minera y medioambiente y al Gobierno de la provincia argentina de San Juan (noroeste), donde se encuentra parte de Pascua Lama.
En particular, el máximo tribunal requirió información sobre el monitoreo de los glaciares y los recursos hídricos cercanos al proyecto minero y sobre el estado de las piletas de sedimentación de la mina, de las obras de manejo y captación de agua y del dique de colas.
La Corte tomó esta decisión previo a definir su competencia en una causa iniciada por un particular, Ricardo Vargas, contra la provincia de San Juan por presunto daño ambiental a partir del proyecto de Pascua Lama.
Para solicitar este informe, la Corte tuvo en cuenta que la Ley General del Ambiente dispone que "los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán utilizados en forma equitativa y racional" y "que el tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta".
En este marco legal, y al ser Pascua Lama un proyecto compartido por Argentina y Chile, el Supremo argentino tuvo presente que la Corte Suprema de Chile confirmó la decisión de la Corte de Apelaciones de Copiapó que había paralizado la construcción del proyecto del lado chileno al considerar que existía "una amenaza seria a los recursos hídricos".
Barrick Gold inició la construcción de la mina -situada entre los 3.800 y los 5.200 metros de altura- en 2009, pero a finales de 2013 anunció la desaceleración temporal del proyecto a la espera de reiniciar el ritmo de las obras si mejora la economía global y logra una menor incertidumbre en relación a los requerimientos legales y de regulación en Chile.
La compañía prevíé que el yacimiento, una vez puesto en marcha, alcanzará una producción anual promedio de 750.000 a 800.000 onzas de oro y 35 millones de onzas de plata en los primeros 5 años.