Y todo por una razón que no esperas
Este anciano y su querida esposa llevaban casados ya hace más de 50 años, ¡toda una vida juntos! Y en este tiempo nunca habían tenido secretos el uno del otro. Pero sí había una cosa que su mujer le había pedido siempre: que nunca mirara el contenido de una vieja caja del zapatos que ella guardaba en el estante superior de su armario.
El marido nunca le preguntó acerca de su caja misteriosa… Pero un día, cuando su esposa enfermó y tuvo que guardar cama, ella decidió contarle el viejo secreto de la caja y pidió que se la llevara al hospital.
El anciado fue a su casa, encontró la caja y la abrió. Dentro de ella había dos muñecos tejidos y un bulto amarrado de dinero por una suma de nada más y nada menos que 95.000$
«Pero… ¿por quíé? ¿Cómo?» — balbuceando, logró decir algo el asombrado marido.
«Antes de casarnos, — comenzó a narrar su historia la mujer, — mi abuela me contó el secreto de un matrimonio feliz, sin peleas ni discusiones graves. Ella me dio un consejo de que, si alguna vez me enfadara fuertemente contigo, no discutiera, sino simplemente me sentara en silencio y tejiera una muñequita. Esto me ayudaría a calmarme».
El anciano sintió una conmoción muy grande. En esta vieja caja solo había dos muñecos tejidos… Resultó que, durante tantos años de matrimonio, ella sólo se había enfadado seriamente dos veces con íél. Apretó a su esposa contra su pecho y la besó tiernamente.
«Pero cuíéntame, ¿de dónde salió tanto dinero?» — le preguntó, desconcertado.
«Ahh… es eso, — dijo ella con una sonrisa. — Ese dinero lo obtuve de la venta de las muñecas».