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Bolivia está hoy mucho mejor preparada para encarar en 2016 los efectos de la crisis mundial al estar apoyada por proyectos productivos que la consolidarán como la economía más próspera de la región, afirmó una autoridad gubernamental.
De acuerdo con el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, Bolivia es otra economía ahora, tiene motores propulsores de crecimiento que la respaldarán ante la baja de los precios del petróleo y otras materias primas, lo cual marcará diferencia con el resto de los países.
Añadió que el próximo esta nación emergerá nuevamente como la de mayor crecimiento económico de Amíérica Latina y el Caribe, pues se espera que su Producto Interno Bruto se incremente en 5,01 por ciento.
Su previsión para 2016, dijo, se fundamenta en los precios del petróleo y los minerales, al considerar que de caer la cotización del barril de crudo de 35 a 20 dólares, los efectos serían mínimos, muy diferente si bajaran de 100 a 40 dólares, detalló.
En su informe, Arce asegura que el 2015 fue positivo para la economía boliviana, al tomar en cuenta que las vecinas sufrieron una desaceleración.
Recordó que en la actual gestión, el país cerrará con un crecimiento del PIB de 5,05, lo que le permite asumir el liderazgo de la región por segundo año consecutivo.
Arce resaltó que los buenos resultados se dieron gracias a la consolidación del modelo económico social comunitario productivo aplicado desde el inicio de la gestión del presidente Evo Morales en 2006.
El ministro llamó la atención sobre el hecho de que Bolivia consiguió salir a flote ante los problemas que afectan a cientos de países sin necesidad de desacelerar la economía, ni eliminar las políticas sociales, como ocurre en otras naciones.
Añadió que el gobierno seguirá trabajando para mantener la estabilidad, pues la economía es dinámica, con tendencia a crecer y lista para los movimientos de la economía internacional.
Rememoró que para 2016 el Presupuesto General del Estado proyecta que la inversión pública ascenderá 3,5 por ciento respecto a este año que concluye, al pasar de seis mil 178 millones a ocho mil 300 millones de dólares, y que la inflación será del 5,3 por ciento.
En ese sentido, explicó que el 46,9 por ciento de los recursos estará destinado al sector productivo, el 30,44 por ciento al desarrollo de infraestructura, el 19,9 por ciento al área social y el 2,7 por ciento a otros sectores.