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El Banco Central de Brasil valoró que no hay espacio para la flexibilización de la política monetaria y mantuvo por octava ocasión consecutiva la tasa básica de interíés, la Selic, en un 14,25 por ciento anual.
La decisión la adoptó por unanimidad el Comitíé de Política Monetaria (Copom) de la entidad, reunido por primera vez bajo la presidencia de Ilan Goldfajn y según el cual, tomados en conjunto, el escenario básico y el actual balance de riesgos, indican que no hay espacio para flexibilizar dicha política.
El anuncio era esperado por el mercado, por cuanto la tasa Selic constituye el principal instrumento de que dispone el Banco Central para mantener bajo control la inflación oficial, medida por el índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA), y íésta permanece por encima de la meta establecida de un 4,5 por ciento.
En los últimos 12 meses, hasta el cierre de junio, el IPCA acumuló un 8,84 por ciento, despuíés de cerrar el 2015 en un 10,67, el nivel más alto en 13 años, de acuerdo con estimados del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Al comentar la decisión del Copom, el diario digital Brasil 247 señaló que al parecer el recado del ministro-jefe de la Casa Civil Eliseu Padilha no sufrió efecto, o pudo hasta haber producido una reacción contraria, pues íéste comentó que el presidente provisional Michel Temer vería "con buenos ojos" una reducción de la tasa básica de intereses.
En un mensaje difundido hoy a travíés de las redes sociales, el propio Temer aseguró que durante su gestión el Banco Central tendrá plena autonomía para decidir los rumbos en la conducción de la política monetaria del país, teniendo como principal objetivo garantizar la disminución del índice inflacionario.