Cómo detectar una entidad no registrada
Toma de contacto
Por telíéfono. Es el sistema preferido. En la primera llamada no piden dinero, sólo dan pistas -distintas en cada llamada- sobre la evolución del mercado a corto plazo y repiten el contacto si aciertan.
Boca a boca Suelen animar a los inversores a que convenzan a conocidos suyos.
Correo. Tambiíén envían cartas personalizadas y muy sofisticadas en las que ofrecen los servicios de inversión.
La oferta
Rentabilidad. Sistemáticamente ofrecen rendimientos muy por encima de los del resto del mercado.
Riesgo. Suelen jactarse de que los riesgos son mínimos y de que la inversión es segura.
Solvencia: Los chiringuitos financieros suelen dar apariencia de tener la máxima solvencia. Para ello en habitual que alquilen oficinas de lujo y ofrecer una imagen exterior intachable.
Tíécnicas
Verborrea. Es habitual que hablen de mercados o tipos de inversiones exóticas y complejas para abrumar al inversor y que no desconfíe de la alta rentabilidad.
Urgencia. Para evitar perder a la víctima, insiste en que la inversión sólo puede hacerse en el momento.
Presión. Se resisten a aceptar un no, llegando a insultar o advertir al inversor de que se arrepentirá de su decisión.
¿Quíé hacer?
Antes. Preguntar todas las cuestiones pertinentes y consultar a la CNMV antes de realizar ninguna inversión. No hacer ninguna inversión que no se comprenda y pedir toda la información por escrito.
Despuíés. Quien haya confiado los ahorros a una entidad no registrada debe tratar de recuperar el dinero. Lo consiga o no, debe poner los hechos en conocimiento de la CNMV o de la Policía.