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Mundo espiritual

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Scientia:
Mundo espiritual 

 Que acontece con el espí­ritu, cuando muere su cuerpo?

Muchas personas, despuíés de  su muerte, o desencarnación, permanecen aquí­ mismas en la costra de la Tierra, en los ambientes donde vivieron. Otras consiguen “desligarse” y  son conducidas o atraí­das hací­a regiones espirituales compatibles con su evolución y  merecimiento. De esa forma, en cuanto algunas siguen hacia regiones o fajas vibratorias más elevadas, otras permanecen en la Tierra o van hacia las zonas del umbral y hasta así­ mismo de las sombras.

El umbral, o los umbrales son dimensiones vibratorias, o zonas espirituales más próximas de la costra de la Tierra, donde se localizan espí­ritus más atrasados o que no merecieron elevarse a fajas más altas por causa de sus culpas y/o omisiones durante la vida. Son zonas de sufrimientos, desequilibrios y  aflicciones, algo semejante al purgatorio de la concepción católica.

En los libros dictados por el espí­ritu Andríé Luiz, a travíés de la psicografia del conocido míédium Francisco Cí¢ndido Xavier (Chico Xavier), hay muchos relatos y  explicaciones sobre esas dimensiones vibratorias. Más muchos otros míédiuns tambiíén han  traí­do informaciones detalladas sobre ese otro lado de la vida. Tambiíén el Reverendo G. Vale Owen, sacerdote de la iglesia de Oxford, Inglaterra, en el  comienzo del siglo XX psicografió gran número de mensajes de su madre, ya fallecida, y de otros espí­ritus, con narraciones detalladas sobre esas dimensiones invisibles e intangibles a nuestros sentidos fí­sicos.

Ya las regiones tenebrosas, por lo que informan algunos espí­ritus, son zonas todaví­a más “bajas” y  tenebrosas, de las cuales poca noticia se tiene.

Mas la permanencia de los espí­ritus en las regiones de sufrimiento no es eterna. Siempre que algunos de ellos, arrepentido sinceramente de sus actos, implora ayuda a Dios, termina siendo socorrido por falanges de espí­ritus benefactores que trabajan en aquellas zonas de purgación, en nombre del amor.

Hay tambiíén las fajas espirituales más elevadas, ambientes de inmensa belleza, paz, armoní­a y  contentamiento. Más no son como aquel cielo que es enseñado por la mayorí­a de las religiones.

 

Scientia:
Es  muy difí­cil asimilar la idea de la existencia de un mundo espiritual.

 Es muy difí­cil, en cuanto nos manifestamos a travíés del cerebro fí­sico, aceptar la idea de un mundo espiritual invisible e intangible a nuestros sentidos, en el cual son desenvueltas innumerables actividades, donde hay instituciones como hospitales, puestos de socorro, residencias, gobernaciones, etc.

Tal vez esa dificultad sea todaví­a mayor porque no nos acostumbramos a cuestionar. Las religiones nos hablan de un  cielo e infierno, de  Dios, de los ángeles, arcángeles y  otros seres que no vemos y  cuja presencia no percibimos, mas en cuya existencia creemos. Si ellos existen, mas son invisibles e intangibles a nosotros, por que no pueden existir otras tantas cosas y  seres que no vemos, ni percibimos?

Cuando dormimos, “salimos” del cuerpo carnal, no obstante permanezcamos ligados a el por filamentos fluí­dicos, conocidos como el “cordón de plata”. Y en esa condición de espí­ritus fuera de la materia, nos manifestamos y  vivenciamos innumerables andanzas y  experiencias en el mundo espiritual, durante el sueño.

 

Scientia:
Que son los sueños?

 Hay  varios tipos de sueños. Hay aquellos en que permanecemos fluctuando sobre el cuerpo fí­sico, sumergidos en las imágenes del subconsciente o del inconsciente, reviviendo acontecimientos recientes y  hasta así­ mismo escenas de vidas pasadas.
Esas imágenes nos aparecen como sueños.

Hay  los sueños que reflejan el recuerdo de nuestras andanzas en el  mundo espiritual, en las cuales permanecemos ligados al cuerpo carnal por “el cordón de plata” formado por filamentos fluí­dicos entre el cuerpo fí­sico y el  espiritual.  En esas andanzas, esa ligazón con la materia no nos permite mucha lucidez. Por eso, nuestra mente ligada al cerebro carnal por el “cordón de plata” interpreta mucho de lo que vemos, de forma distorsionada.

Tambiíén, al despertarnos, cuando el cerebro del cuerpo espiritual se Yuxtapone al carnal, las imágenes de nuestra memoria son re-codificadas por los archivos del cerebro del cuerpo fí­sico. Esto porque las condiciones espirituales son dimensionalmente diferentes de las materiales. Por eso los sueños  que recordamos, son casi siempre extraños y hasta así­  mismo absurdos.

Más tambiíén hay aquellos sueños producidos por los espí­ritus, buenos o malos, que nos quieren transmitir alguna idea, avisos, orientaciones o nos desean perturbar.

Muchas personas igualmente son llevadas a participar en encuentros, cursos, palestras y actividades asistenciales en el mundo espiritual, durante el sueño. En la mayorí­a de los casos, ningún recuerdo guardan al despertar.

Como se puede percibir, esa otra dimensión no es un lugar de reposo eterno, más si un universo paralelo al nuestro, donde la vida se desenvuelve con infinitas posibilidades de aprendizaje y  progreso, mucho más allá de los lí­mites de nuestro entendimiento.

 

Scientia:
Como estaremos en ese mundo espiritual, despuíés que retornemos para allá? Seremos así­ como un ser fluctuante, transparente... o tendremos un cuerpo... y como será ese cuerpo?

 Los espí­ritus superiores, en la codificación del Espiritismo, explicaron que los seres humanos son constituidos de un principio espiritual, o Espí­ritu; de un cuerpo espiritual, o perispí­ritu, y del cuerpo carnal. Somos, por lo tanto, un ser más bien complejo de lo  que comúnmente se supone.

El Espí­ritu seria así­ como una centella de Espí­ritu divino, que ninguno tendrí­a como ver. El perispí­ritu es un cuerpo intermediario, que permite al espí­ritu manifestarse en la materia. Por lo que se sabe, hay todaví­a otros cuerpos como el mental y el  etíérico, o energíético, más vamos hablar solamente de los tres principales: espí­ritu, perispí­ritu (o cuerpo espiritual) y  cuerpo carnal.

Centenas de espí­ritus que han contado, a travíés de la psicografí­a de los más diversos míédiuns, sus experiencias en el retorno al mundo espiritual, dicen que, para ellos, sus cuerpos y  tambiíén los nuevos ambientes les parecen tan consistentes y  tangibles como antes, no obstante aquí­ en la Tierra, se sientan más leves.

Tambiíén las personas que se desdoblan, o hacen “viajes astrales”, hablan sobre los ambientes que encuentran en el mundo espiritual, en las fajas más próximas a nosotros. Ellas dicen que íésos ambientes son bastante semejantes a los nuestros, tanto que, por veces, caen en dudas si están en la Tierra o en la dimensión espiritual.

En el libró Develando lo Invisible la míédium Ivone Pereira narra innumerables episodios y  hechos que ocurrieron con ella en incursiones al mundo espiritual, durante los desdoblamientos (viajes astrales) que le acontecián frecuentemente, con explicaciones sobre varios aspectos de esas dimensiones. Es un libro que vale la pena no ser solo leí­do, mas tambiíén estudiado.

 

Scientia:
Existe Cielo? Existe Infierno? Se existen, como son?

 La idea de un Infierno eterno es absolutamente incompatible con el más raquí­tico juicio  de justicia.

Usted lanzarí­a un hijo en el infierno, por la toda la eternidad, para castigarlo por su desobediencia?

Entonces, como puede creer alguien que Dios darí­a tan horrendo castigo a seres creados por El mismo?

Explican los espí­ritus que cielo e infierno no existen, en la forma como han sido mostrados por las religiones. Existe, si, el mundo espiritual, con  sus diversas fajas o dimensiones vibratorias. Cuanto más elevadas, más luminosas y  felices. Cuanto más bajas, más oscuras y  tenebrosas.

Más no fue Dios quien las creó. Ellas, en la verdad, reflejan el estado í­ntimo de  sus habitantes.

Dicen los espí­ritus que la materia en la dimensión espiritual es muy plástica y  fácilmente influenciable por los pensamientos y  emociones de los que en ella habitan. Así­, es fácil entender que los ambientes espirituales donde se reúnen seres de la más baja condición moral, crueles y perversos, portadores de las más indignas pasiones y  vicios, sean locales desagradables y así­ mismo horribles, donde los más fuertes dominan a los más díébiles, aplicándoles sufrimientos innumerables; donde no ahí­ justicia, y donde la propia naturaleza se amolda al horror que allí­ se vivencia.

Entonces, vemos que no es Dios el responsable por la existencia de esas zonas vibratorias, que el espí­ritu de  Andríé Luiz llama de Umbral y  Tinieblas.

El Umbral, o los umbrales, abrigan espí­ritus endeudados con la ley mayor, más así­ mismo ellos no están condenados a permanecer allí­ eternamente. Siempre que alguno de ellos pida ayuda a Dios a travíés de la oración, sinceramente arrepentido de los malos actos que practicó, esa ayuda le llega por las maños de los buenos espí­ritus que trabajar en nombre del amor en íésas zonas de sufrimiento.

En esas circunstancias el es conducido hacia alguna de las muchas instituciones asistenciales que existen en la dimensión espiritual. Allí­, el aprende a dignificar la vida a travíés del estudio y  del trabajo, ajustándose en alguna de las muchas natividades que son ejercidas por los espí­ritus. Luego algunos  encaminados hacia la reencarnación.

En las colonias espirituales como Nuestro Hogar, tan bien descrita por el  espí­ritu de  Andríé Luiz, a travíés de la psicografí­a de Chico Xavier (en el  libro del mismo nombre), existen instituciones responsables por las reencarnaciones, donde son estudiados y analizados los procesos de retorno a la materia, así­ como tambiíén es hecho el  acompañamiento de los casos.

Los planos superiores se multiplican en infinitas graduaciones, desde las más próximas a  nuestra condición, hasta aquellas muy  elevadas que escapan a nuestro entendimiento, por su armoní­a y  profunda belleza. Tambiíén ellas reflejan los valores espirituales ya alcanzados por sus habitantes.

 

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