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Autor Tema: LA CAíDA AL INFIERNO DE LOS GRANDES DIOSES DEL LADRILLO  (Leído 754 veces)

Zorro

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LA CAíDA AL INFIERNO DE LOS GRANDES DIOSES DEL LADRILLO
« en: Diciembre 06, 2008, 10:44:16 am »
LA CAíDA AL INFIERNO DE LOS GRANDES DIOSES DEL LADRILLO
 
RAMí“N ARAGONí‰S/ESTEFANIA FONSECA
Invertia.com

Su ambición y la bonanza del ciclo inmobiliario les convirtió en poco tiempo en empresarios rematadamente ricos que encarnaban a la perfección el sueño americano de haberse hecho ricos partiendo de la nada. Eran los grandes señores de la construcción y el ladrillo, una rara casta formada por familias de cuna y de advenedizos llegados a la cúspide de la noche a la mañana a golpe de fusiones y arriesgadas operaciones corporativas. Pero la crisis financiera e inmobiliaria internacional les ha llevado al infierno y en muchos casos se las ven y se las desean para mantener a flote sus imperios. VER CUADRO del cíénit y ocaso de las inmobiliarias en Bolsa 
 
Sus nombres (Florentino Píérez (ACS), Luis del Rivero (Sacyr Vallehermoso), Luis Portillo (Inmocaral-Colonial), Fernando Martí­n (Martinsa Fadesa), Joaquí­n Rivero (Gecina), Román Sanahuja (Metrovacesa) Juan Miguel Villar Mir (OHL) han pasado de ser sinónimo de íéxito a ser los nuevos rostros de la debacle. Su patrimonio conjunto, junto con el de familias de toda la vida como los Entrecanales (Acciona), Esther Koplowitz (FCC) y Del Pino (Ferrovial) llegaron a representar el 2,5% del PIB español y en cambio ahora los bancos les dan en muchos casos la espalda.

La fortuna amasada les convirtió entre 2001 y 2007 en los nuevos amos del mundo empresarial, extendiendo sus tentáculos a sectores básicos tan estratíégicos como la banca, la electricidad o el petróleo. El cuartel general de estos nuevos triunfadores de la burbuja inmobiliaria fue el estadio Bernabeu, dado que muchos de ellos están o han estado vinculados de una u otra manera al club blanco.

Este frenesí­ constructor e inmobiliario tambiíén llevó a la cumbre a anónimos empresarios medianos o pequeños, que regentaban hasta entonces prósperos negocios, en muchos casos regionales, pero fuera de los circuitos nacionales. Fue el caso de los dueños de compañí­as como Parquesol (familia Fermosella), Constructora San Josíé (Jacinto Rey), Nozar (Luis Nozaleda), Afirma-Astroc (Enrique Bañuelos), Riofisa (Mario Losantos), Reyal (Rafael Santamarí­a), Urbas (la familia Guadahermosa) y Renta Corporación (Hernández Cabanyes). Todos ellos irrumpieron en bolsa por la puerta grande y ahora están con el rabo entre las piernas y desprestigiados.

Los protagonistas

Florentino Píérez (ACS). El gran icono de la construcción española durante el boom y que tomó dimensiones galácticas por su paso por la presidencia del Real Madrid ha sido uno de los más salpicados por el derrumbe económico del sector. Su patrimonio personal llegó a acercase a los 1.390 millones de euros fruto de su participación del 10% en ACS tras haber sido, junto con Luis del Rivero (Sacyr), el gran contratista del paí­s. Ahora esta cifra se ha reducido hasta los 1.000 millones. Además, su reto de crear una gran elíéctrica española fruto de la fusión de Fenosa e Iberdrola ha quedado en papel mojado tras verse obligada ACS a vender su participación del 45% en Fenosa acuciado por las deudas. A pesar de este revíés en el ámbito energíético, ha logrado mantener los tentáculos de ACS en el sector de las infraestructuras, a travíés de Abertis, cuyo capital controla junto a La Caixa.

Josíé Manuel Entrecanales (Acciona). El heredero de imperio constructor que surgió en 1997 de la fusión de las compañí­as Entrecanales y Tavora (fundada en 1931 por su abuelo) y Cubiertas y MZOV (adquirida en 1997) tambiíén vive las vacas flacas. Si a finales de 2006 su 60% en Acciona valí­a 5.100 millones ahora esta parte vale la mitad, 2.669 millones. Su entrada en Endesa (ahora posee un 25% y a Enel otro 67%) lo mantiene por el momento en el top empresarial español, pero todo apunta que por poco tiempo ya que sus relaciones con el grupo italiano se han deteriorado notablemente. Además su inversión en esta empresa ha sido desfavorable ya que la constructora pagó 32 euros por acción en 2006 para hacerse inicialmente con un 10% de la elíéctrica y ahora los tí­tulos cotizan a 23,7 euros. Y aún peor, posteriormente, en noviembre de 2006 desembolsó 35,62 euros por tí­tulo por otro 9,63% de Endesa para llegar casi al 20%. Las noticias de los ultimos dias aseguran que los Entrecanales estan interesados en vender su paquete en la electrica pero ambas compañias han desmentido este extremo.

 Luis del Rivero (Sacyr Vallehermoso). Ha sido uno de los empresarios que más caro está pagando sus aires de grandeza y los proyectos megalómanos (enmascarados como diversificación) ejecutados durante el boom del ladrillo. El que fuera uno de los empresarios protagonistas de la vida empresarial española entre 2002 y 2007 por su ambición sin lí­mites y sus incursiones indiscriminadas en sectores tan estratíégicos como el financiero o el petrolero ha visto caer de forma dramática su patrimonio en la constructora. Si en 2006 contaba con una fortuna de alrededor de 1.500 millones de euros fruto de su participación de casi el 14%, su valor ahora apenas es de 331 millones de euros y el riesgo de quiebra de la compañí­a crece por dí­as. Muchos de los proyectos en los que se embarcó, han descarrilado de forma violenta y no exenta de políémica. Así­ ocurrió con la compra de la francesa Eiffage, la creación del grupo de autopistas Ití­nere y estos dí­as la venta precipitada y a la desesperada de su 20% en Repsol. Esta complicada situación ha empañado la fulgurante trayectoria seguida por el grupo en los últimos años tras las compra de compañí­as de la dimensión de Vallehermoso, ENA (Empresa Nacional de Autopistas) o la portuguesa Somague. En el camino, quedó su intento de asalto a BBVA, que le hubiera catapultado a la primera lí­nea de las finanzas españolas.

Esther Koplowitz (FCC): Es la única mujer presente en este ránking de multimillonarios destronados de la construcción y el ladrillo. En los buenos momentos del sector, en 2006, su paquete accionarial del 52% llegó a valer 4.700 millones de euros pero ahora este porcentaje tiene una capitalización de 1.840 millones. Además, FCC ha tenido que frenar su plan de expansión 2008-2010 ante la actual coyuntura. Aún con todo, el nuevo plan de la constructora fija que el grupo presidido por Baldomero Falcones cierre 2010 con un crecimiento de la cifra de negocio del 30% acumulado, de la que la mitad provendrá del exterior, y un aumento del 25% en su beneficio neto.

Juan Miguel Villar Mir (OHL). Este empresario tambien conocido por sus veleidades en el mundo del fútbol controla la mitad de la constructora OHL, valorada actualmente en 410 millones de euros, frente a los casi 800 millones de hace dos años. Es quizá el empresario que ha desarrollado una polí­tica de diversificación menos agresiva hacia sectores alejados de la construcción y por ello es el que menos sorpresas se está llevando en esta crisis. Y ello a pesar de que desde 1987, cuando se produjo el germen del actual grupo, no ha parado de crecer. Fue entonces cuando Villar Mir compró Obrascón al simbólico precio de una peseta ya que arrastraba píérdidas de unos 6 millones de euros (unos 1.000 millones de las antiguas pesetas). Consiguió reflotarla, lo que le permitió casi una díécada más tarde, en 1996, hacerse con Huarte, que se encontraba en plena suspensión de pagos. Posteriormente, en 1999, fusionó Obrascón y Huarte con Laí­n, dando lugar al actual grupo OHL.

Fernando Martí­n (Martinsa Fadesa). es otro de los grandes perdedores del ladrillazo por su ambición desmedida. Tras crear de la nada (o mejor dicho a base de la intermediación de terrenos aprovechando el boom de la construcción) su propia promotora de viviendas Martinsa se obsesionó con la idea de encabezar a toda costa una de las primera inmobiliarias españolas con peso en Europa. Compró Fadesa al empresario gallego Manuel Jove en el momento más alto del ciclo inmobiliario, lo que al final le ha costado muy caro, pues su compañí­a se encuentra desde hace meses en suspensión de pagos. Este anónimo quí­mico vallisoletano y ex polí­tico de UCD comenzó a ser conocido en 2002 con sus primeros asaltos accionariales al grupo Vallehermoso. Más tarde, en 2006 saltó a la fama al tomar las riendas del Real Madrid tras la precipitada marcha de Florentino Píérez. Ha sido en los últimos años uno de los grandes propietarios de suelo de Madrid a travíés de su sociedad Martinsa. Estaba considerado hasta el año pasado como uno de los nuevos ricos del sector, con una fortuna valorada en más de 600 millones de euros. Para hacernos una idea de la píérdida de su fortuna basta unas cifras. En 2007 la compañí­a, de la que Martí­n cuenta con un 45% del capital, valí­a 1.575 millones de euros, mientras que cuando suspendió pagos y dejó de cotizar el 14 de julio de 2008 su capitalización era de apenas un 43% de dicho valor, es decir, 680 millones. O lo que es lo mismo, Martinsa Fadesa salió a bolsa como compañí­a fusionada con un valor de unos 18,5 euros y cuando suspendió pagos valí­a 7,30 euros.

Joaquí­n Rivero (Gecina): Siempre se le ha considerado el “rey de las opas” ya que ha tenido que enfrentar media docena de estas operaciones hostiles desde finales de la díécada de los noventa y siempre ha salido victorioso. Sin embargo, el batacazo inmobiliario y financiero tambien le puesto al pie de los caballos. Desde que partió las peras (en noviembre de 2007) con la familia Sanahúja, segregó Metrovacesa y se exilió en Parí­s con su parte (la francesa Gecina) no ha logrado salir del atolladero. A los problemas implí­citos a una medida de este tipo se añadieron problemas regulatorios en Francia y, como no, la gran crisis del sector. En 2006 el valor de sus activos en bolsa ascendí­a a unos 4.400 millones de euros. Tras el acuerdo con los Sanahúja se quedó con un 17,8% de Gecina cuyos tí­tulos han sufrido una histórica corrección desde los 116 euros de aquel momento a los 40 a los que cotiza en estos momentos. Además, el intercambio de activos pactado con los Sanahuja todaví­a no ha logrado cerrarse por las trabas de la CNMV francesa. No obstante, ha salido mejor parado que su antiguo socio y luego enemigo Román Sanahuja, ya que la situación financiera de Gecina no está entredicho. A cierre de septiembre contaba con una deuda de 5.153 millones de euros, similar a la del pasado mes de junio, equivalente al 37,8% del valor total de sus activos a cierre de la primera mitad del año. La inmobiliaria francesa asegura que no tiene que afrontar ningún pago importante de deuda en lo que resta de este año, y que los previstos para 2009 ascienden a 150 millones.

Rafael del Pino (Ferrovial). Al heredero del imperio creado por su padre en 1952 (no en vano la familia está considerada una de las mayores fortunas del paí­s junto a Botí­n, Amancio Ortega, a las hermanas Koplowitz y los Entrecanales), tambiíén se le ha encogido la cartera con los vaivenes de la crisis y tras los quebraderos de cabeza que le ha generado su deuda y la compra del operador de aeropuertos británico BAA. Así­, si a finales de 2006 amasaba una fortuna de cercana a los 5.600 millones de euros por su 58% en la constructora ahora esa cifra ha menguado hasta los 1.633 millones. Fue uno de los empresarios que llevó con menor protagonismo personal el boom de la construcción, y tampoco la deuda contraí­da por el momento la crisis le ha azotado con la crudeza que a otros grupos gracias a la desinversión de diversos activos de su división aeroportuaria. Y ello a pesar de que durante el boom vivió un gran crecimiento de su negocio de autopistas (a travíés de Cintra), las infraestructuras (adquirió la británica Amey) aeropuertos (reforzado con la compra del operador británico BAA), y la expansión por EE UU con numerosas adquisiciones.

Luis Portillo (Inmocaral):. Ha sido junto a Fernando Martí­n, y Enrique Bañuelos (Astroc) uno de los reyes midas que más ha perdido con esta sacudida del mercado. Los expertos creen que su gran problema fue la velocidad de su expansión ya que tras hacerse con el control de Inmocaral se lanzó a por Colonial y Riofisa y luego compró el 15% de Acciona en FCC. Al final, este empresario andaluz atí­pico (es exageradamente austero, huye de los actos sociales y es poco amante de las entrevistas periodí­sticas) y que partió de un pequeño negocio familiar impulsado por su padre, un maestro albañil, ha recibido uno de los mayores varapalos. Portillo tuvo que ceder a los bancos acreedores(entre los que destacan La Caixa y el Banco Popular) el control de la compañí­a y Colonial (fruto de la fusión de Inmocaral e Inmobiliaria Colonial) está a punto de malvender Riofisa y FCC.

Román Sanahuja (Metrovacesa):. Su bajada a los infiernos inmobiliaria ha sido tardí­a y quizá más previsible ya que libró su gran batalla en el último tramo del boom inmobiliario. El desgaste comenzó en una guerra de opas con el hasta entonces presidente de Metrovacesa Joaquí­n Rivero a unos precios que ya en ese momento sonaban desorbitados y desproporcionados: nada más y nada menos que 129 euros por acción. Ahora la compañí­a cotiza a 52 euros y el empresario catalán ha tenido que ceder a entidades financieras acciones de la inmobiliaria representativas del 65,5% de su capital para afrontar la deuda de unos 4.000 millones de euros. Además, La familia Sanahuja perderá todos los derechos de voto, gestión y representación en Metrovacesa en favor de los bancos acreedores.

Hilario Rodrí­guez Elí­as (Tremon):. Algunos dioses del ladrillo cayeron antes de llegar a rozar el auge celestial. Es este el caso del empresario Hilario Rodrí­guez Elí­as, que aspiró a situar Tremon entre las grandes del sector en España con la salida a bolsa. El 14 de diciembre de 2007, el grupo inmobiliario cancelaba sus aspiraciones de codearse con las grandes al abortar su salida a bolsa. Y ahora, el pasado 17 de noviembre, menos de un año despuíés, ha presentado concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) al no poder afrontar una deuda cercana a los 900 millones de euros. Se convierte así­ en la segunda mayor promotora en declararse insolvente tras Martinsa-Fadesa. Tremón se sumó así­ a la lista de Martinsa-Fadesa, Llanera, SEOP, Grupo Lábaro, Cosmani, Promodico, Urazca, Grupo Drac o Restaura como empresas que no han podido sobrevivir a la crisis inmobiliaria

Enrique Bañuelos (Afirma, antigua Astroc). El ex presidente de Astroc (hoy rebautizada como Afirma) fue uno de los primeros que saboreó las hieles de la crisis y pasó en un tiempo ríécord de aparecer en los ranking de los hombres más ricos del planeta a abandonar por la puerta de atrás su propia compañí­a. Forbes calculó a principio de 2007 una fortuna para el empresario valenciano, de 5.660 millones y en julio de ese mismo año su 31,4% costaba apenas 430 millones. Además, la incertidumbre bursátil le costó la cabeza como máximo cargo de la inmobiliaria. Los tí­tulos de su antigua compañí­a apenas valen medio euro aunque en su salida a bolsa llegaron a costar mas de 8 euros. Su participacion en la nueva Afirma es del 16,5%.



Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.