Washington
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, afirmó hoy que esa entidad carece de un camino predeterminado para subir las tasas de interés en 2019.
Seremos pacientes mientras vemos cómo evoluciona la economía, manifestó el titular del Banco Central ante la Asociación Estadounidense de ese sector.
Informaciones periodísticas apuntaron que Powell insinuó que como ocurrió en 2016 podría existir una pausa en el proceso de ajuste de los mencionados indicadores.
De acuerdo con el dirigente, la Fed siempre está preparada para cambiar la posición en política monetaria y hacerlo de forma significativa si es necesario.
Por otra parte, aseguró que no ha recibido ninguna comunicación directa de la Casa Blanca sobre su desempeño laboral, ni renunciará a su puesto aunque se lo pida el presidente norteamericano, Donald Trump.
Kevin Hassett, asesor económico de la mansión ejecutiva, expresó el pasado 26 de diciembre que Trump no tenía intenciones de destituir a Powell, pese a las críticas contra la Reserva Federal.
Ante preguntas de reporteros sobre la continuidad de Powell en el cargo, el cual asumió en febrero último tras la designación del mandatario, Hassett respondió de manera afirmativa.
Trump escribió el 24 de diciembre en su cuenta personal de la red social Twitter que el único problema de la economía nacional era el Banco Central.
No tienen sensibilidad para el mercado, no entienden las necesarias guerras comerciales o los dólares fuertes, apuntó entonces el gobernante republicano.
La Fed es como un golfista poderoso que no puede anotar porque no tiene tacto, recalcó el jefe de Estado, quien analizó el posible despido Powell, según divulgó Bloomberg el 22 de diciembre al citar fuentes sin identificar familiarizadas con el tema.
Dicha institución incrementó el 19 de diciembre las tasas de interés a un rango de 2,25 a 2,5 por ciento después de los debates en su último encuentro de 2019 sobre política monetaria.
Ese esperado ascenso de un cuarto de unidad porcentual, al cual se opuso Trump, siguió a los realizados de la misma proporción en marzo, junio y septiembre.
Para 2019, la Fed pronosticó dos incrementos y señaló que el ciclo de endurecimiento monetario estaba llegando a su fin en momentos de volatilidad en los mercados financieros y desaceleración de la economía mundial.
A juicio del Banco Central, que se distingue por sus propias decisiones y tomó la última por unanimidad de los integrantes de la junta directiva, la economía de Estados Unidos está creciendo a un ritmo sólido y el mercado laboral sigue fortaleciéndose.
En opinión de expertos, la determinación de realizar aumentos de un cuarto de punto porcentual cada vez a dichos indicadores tiene como objetivo evitar que la economía se sobrecaliente y empuje la inflación a un nivel demasiado alto.
Sin embargo, al mismo tiempo, las tasas más elevadas hacen que los préstamos sean más costosos para los consumidores y las empresas, y pueden reducir los precios de las acciones.
Como parte de los debates sobre cuándo podría llegar el fin de tales ascensos, Trump rechazó varias veces las decisiones de la Fed al mostrar su desacuerdo con esa alternativa y considerar que el organismo podría interrumpir la recuperación económica.
