Eurosport - mar 13 ene 22:16:00 2009
El Open de Australia va a sancionar con multas de hasta 1.000 euros a las tenistas que salten a la pista con ropa 'demasiado atrevida'. Esta medida se debe a la políémica que desató la jugadora francesa Alize Cornet en la Copa Hopman, cuya indumentaria escandalizó a parte de la sociedad australiana.
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En este Open de Australia más que nunca, las miradas van a estar puestas en las jugadoras de tenis, aunque no precisamente por su juego. Los árbitros no sólo tienen que preocuparse de las cuestiones tíécnicas en los partidos femeninos, sino que ahora además van a tener que fijarse en la indumentaria de las deportistas según ha informado el diario Sunday Herald Sun. La organización del primer Grand Slam de la temporada ha decidido multar a aquellas jugadoras que salten a la pista con ropa 'demasiado atrevida'.
Esta decisión se ha debido al revuelo que ha causado la indumentaria elegida por Alize Cornet para disputar un partido de dobles en la Copa Hopman, entre el 3 y el 9 de enero en Perth (Australia). La tenista francesa, de 18 años, optó por una falda roja considerada demasiado corta, y un top calificado de excesivamente transparente por las autoridades, asociaciones de familia y aficionados.
Los organizadores del Open australiano no quieren que la situación se repita en Melbourne, por lo que antes del comienzo del torneo, el próximo 19 de enero, los jueces revisarán la vestimenta de las jugadoras, que de ser considerada 'inapropiada' podrían ser sancionadas con una multa de hasta 1.000 euros.
La australiana Margaret Court, ganadora de 24 títulos individuales de Grand Slam entre 1960 y 1973, se ha mostrado totalmente de acuerdo con la medida. "Si eres buena en algo, si lo haces bien, puedes resultar atractiva sin necesidad de enseñarlo todo", señala la que es considerada como una de las mejores jugadoras del tenis femenino. "Parece que las tenistas están en la playa más que en una pista de tenis".
Los gritos, a punto de ser 'censurados'
Hasta 93,2 decibelios llegaron a alcanzar los gritos que la ya retirada Monica Seles emitía cada vez que golpeaba la pelota con la raqueta a dos manos. María Sharapova le tomó el relevo a la serbia, y la superó con creces. Sus chillidos pueden llegar a los 101,2 decibelios, lo que equivale al sonido de una sirena de policía o ambulancia a corta distancia. Una intensidad capaz de romper los tímpanos a una persona que se encuentre relativamente cerca.
Los gritos de las tenistas han sido otra fuente de políémica. Martina Navratilova, otra de las grandes de este deporte, pidió que se prohibieran ya que molestaban y distraían al contrincante. El alemán Boris Becker tambiíén se posicionó en su contra, aunque por otros motivos. "Con Maria Sharapova o Serena Williams miro a veces sin entender. Tiene algo de sexual, uno se pregunta si irrita las cuerdas vocales o si es insano. Hay que reducirlo, no puede seguir así", afirmó el tres veces campeón en Wimbledon.
Las jugadoras afectadas por estas críticas alegaron por su parte que gritar era para ellas la manera de concentrarse, e incluso se llegó a 'hacer caja', puesto que los chillidos de Sharapova fueron el tono de muchos telíéfonos móviles.
Sania Mirza llegó a recibir amenazas
La indumentaria tambiíén le causó problemas a la tenista india Sania Mirza en febrero de 2008, que decidió no jugar el Abierto de Bangalore (sur de la India) para evitar la políémica que cada vez que jugaba provocaba su manera de vestir.
Mirza, que es la primera india en ganar un título del circuito de la Asociación Femenina de Tenis (WTA), llegó a ser amenazada por algunos clíérigos musulmanes conservadores debido a las camisetas ajustadas y minifaldas que usaba dentro de la pista.
PRR / Eurosport
