Unos 200 trabajadores brasileños protestaron el sábado por los despidos de las compañías japonesas, que están obligando a muchos a abandonar el país a pesar de sus orígenes nipones y de estar integrados en Japón desde hace más de dos díécadas.
Los manifestantes, que incluían madres con sus hijos, marcharon por el centro del lujoso distrito comercial de Ginza, en Tokio, reclamando el apoyo del gobierno para obtener un empleo estable.
Muchos de los manifestantes, con banderas brasileñas, pedían “ trabajo para 320 000 †brasileños en Japón. “ ¡Somos brasileños! †gritaban. “ Las empresas deben cesar de utilizarnos como mano de obra desechable †, añadían.
Desde 1990, Japón ha concedido visados de trabajo especiales a cientos de miles de brasileños con orígenes japoneses, muchos de los cuales han cubierto puestos temporales como trabajadores manuales en las fábricas.
En medio de la recesión global, sin embargo, muchos se están quedando en el paro y deben volverse a Brasil, eclipsados por los 85.000 temporales japoneses que tambiíén han perdido su empleo desde marzo.
“No importa lo mucho que trabajemos en Japón, recortan nuestro empleo porque somos temporales†, dice Midori Tateishi, de 38 años, que vino a Japón hace casi 20 años. “ Muchos de nosotros nos encontramos sin nada con nuestros hijos y la hipoteca†.
El año pasado, Japón y Brasil marcaron el centenario desde que el primer grupo de inmigrantes japoneses llegara a Brasil en busca de una vida mejor.
En Brasil viven más de 1.2 millones de descendientes japoneses, apodados “Nikkeis†y se considera que son la mayor población de origen japoníés fuera de Japón.