La intención del gobierno venezolano de controlar los recursos auríferos y explotar al menos dos ricos yacimientos junto a la firma rusa Rusoro genera incertidumbre legal entre los actuales dueños de la concesión, las empresas canadienses Gold Reserve y Crystallex.
El presidente venezolano Hugo Chávez anunció la semana pasada que el ministerio de Industrias Básicas y Minería venezolano y la empresa rusa Rusoro Mining Corp, unidos en una empresa mixta bautizada VenRus, explotarán juntos el importante yacimiento de oro Las Cristinas (sureste).
Informaciones de este ministerio ofrecidas previamente dieron a entender que la empresa mixta, creada en noviembre, se extenderá tambiíén a la explotación de la mina de oro y cobre Brisas, situada a poca distancia.
Crystallex, que posee la concesión de Las Cristinas, y Gold Reserve, que ostenta la de Brisas, manifestaron en sendos comunicados que no habían recibido ninguna notificación del gobierno venezolano sobre estos proyectos.
Chávez ha estrechado en los últimos tiempos sus relaciones con Rusia en el ámbito político, en un claro desafío a la tradicional influencia estadounidense en la región y en el ámbito económico, por medio de la compra de armamento y las concesiones en petróleo y gas.
Crystallex obtuvo en 2002 la concesión de Las Cristinas y sigue esperando la renovación de su permiso ambiental para comenzar a extraer oro a partir de 2010 de esta mina en la que según cifras del gobierno hay unas reservas estimadas de 35,2 millones de onzas.
En el caso de Gold Reserve, la firma disfruta de una concesión para la mina de oro y cobre Brisas desde hace 13 años. En diciembre, este yacimiento ya fue objeto de una oferta hostil por parte de Rusoro, que Gold Reserve considera insuficiente y prorrogó hasta el 17 de febrero.
En un comunicado, la empresa canadiense recordó que invirtió 230 millones de dólares desde que obtuvo la concesión de Brisas y esperaba comenzar a extraer en 2010 oro de esta mina, donde habría reservas de 10,2 millones de onzas del metal precioso.
Además, la compañía explicó que podría tomar acciones judiciales contra el gobierno de Venezuela si no se llega a un "acuerdo mutuo" sobre un precio justo compensatorio.
Según Gold Reserve, la oferta hostil realizada por Rusoro es muy inferior al valor real del bien en cuestión.
"Creemos que los accionistas de Gold Reserve están enviando un mensaje claro a Rusoro de que su oferta es oportunista, financieramente inadecuado y subestima significativamente nuestros activos", explica literalmente el comunicado difundido esta semana.
La creación de VenRus forma parte de la política puesta en práctica desde 2007 por el gobierno venezolano para recuperar el control de los sectores estratíégicos de la economía.
En el sector aurífero, al igual que ocurrió en el petrolero, Venezuela apuesta por un mecanismo que derogue el sistema de concesiones temporales otorgado por el gobierno y establezca un modelo de empresas mixtas en las que una firma estatal venezolana tenga la mayoría del capital.
Según cifras suministradas recientemente por el ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, a partir de 2009, el gobierno desea que la producción de oro en Venezuela pase de 4,2 a 8,2 toneladas anuales.