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Autor Tema: "Podrí­amos alcanzar la invisibilidad antes de que finalice el siglo"  (Leído 1004 veces)

Zorro

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"Podrí­amos alcanzar la invisibilidad antes de que finalice el siglo"

Publicado en Expansión por Ví­ctor Moreno

Teletransporte, invisibilidad, campos de fuerza, viajes en el tiempo... Cualquiera podrí­a pensar que estamos hablando de alguna pelí­cula de ciencia ficción, pero estos fenómenos podrí­an formar parte de nuestras vidas dentro de poco.

El fí­sico y divulgador estadounidense Michio Kaku revela en su último trabajo Fí­sica de lo imposible. ¿Podremos ser invisibles, viajar en el tiempo y teletransportarnos? (Debate) que, aunque en ciertos casos todaví­a quedan muchos años de investigación para conseguir estos avances, algunos ya están al alcance de los cientí­ficos en la actualidad.

Aunque pueda parecer una ocurrencia de un cientí­fico loco, Kaku convierte lo imposible en posible, aportando argumentos y demostrando que sólo los avances tecnológicos nos separan de ciertos inventos. “Imposible suele ser un tíérmino muy relativo”, destaca el fí­sico. “He vivido cambios radicales a lo largo de mi vida y he visto cómo esta sociedad ha ido integrando inventos que en su momento eran denominados absurdos por muchos cientí­ficos. ¿Por quíé no podemos creer que algún dí­a puedan existir una capa de invisibilidad como la que utiliza Harry Potter o campos de fuerza que protejan ciudades?”.

Vací­o informativo
Michio Kaku pretende llenar con este libro el vací­o informativo que existe sobre ciertas materias que se pasean entre ciencia y ciencia ficción. El cientí­fico estadounidense no es ningún visionario sin argumentos y enumera y clasifica –en tres categorí­as dependiendo del tiempo necesario para alcanzarlas– los futuros inventos dependiendo de su viabilidad. "No pretendo decir que todos estos avances se puedan conseguir mañana, pero la tecnologí­a no para de evolucionar y pronto podremos contar con muchos de ellos", comenta Kaku. "Las aproximaciones cinematográficas de estos inventos son habitualmente bastante burdas, pero siempre convencen a los espectadores, aunque los argumentos utilizados para explicarlos no sean los adecuados".

El fí­sico de origen japoníés explica cada una de estas imposibilidades con apoyo cientí­fico. Según el autor, una de las tecnologí­as más asequibles actualmente son los campos de fuerza. Estos muros invisibles impenetrables presentes en pelí­culas como La guerra de las galaxias, Star Trek o Independence day podrí­an crearse si uniíéramos diferentes herramientas ya conocidas. “No serí­a algo tan simple como aparece en las pelí­culas de ciencia ficción, pero teóricamente serí­a posible crear campos de fuerza que protegieran ciudades acuáticas, por ejemplo”, comenta Kaku. "Para conseguirlo, sólo habrí­a que combinar una ventana de plasma, una cortina láser y una pantalla de nanotubos de carbono, algo totalmente asequible actualmente".

La invisibilidad, una de las aspiración humanas más deseadas y antiguas de la historia, tambiíén es un adelanto cientí­fico que podrí­a alcanzarse antes de que finalice el siglo. Ante todo, Kaku comenta que difí­cilmente podrí­a conseguirse que alguien desapareciese como en El hombre invisible de H. G. Wells, pero sí­ que podrí­an existir mantos de ocultación como el que utiliza el conocido mago literario Harry Potter.

"La clave son los metamateriales –con propiedad ópticas que no se encuentran en la naturaleza–, que ya se han creado en laboratorio y la reducción del í­ndice de refracción de la luz en los mismos. Mediante este sistema, la luz rodearí­a el objeto o la persona y lo harí­a invisible para el ojo humano”, añade. “Los ingenieros son optimistas y creen que algún tipo de manto de invisibilidad podrí­a crearse en las próximas díécadas".

Más adelantos
Además, Kaku opina que entre este y el próximo siglo, y siempre que la tecnologí­a siga evolucionando al ritmo que conocemos actualmente, los seres humanos podrán entrar en contactos con extraterrestres –siempre que se demuestre su existencia–, teletransportarse o hacer posible la telepatia o psicoquinesia, gracias, en este último caso, a las investigaciones en temas como resonancias magníéticas, ordenadores, superconductores y nanotecnologí­a. En el próximo milenio, el fí­sico asegura que los humanos tendremos la posibilidad de viajar más rápido que la velocidad de la luz, descubrir universos paralelos y crear máquinas del tiempo.

A pesar de todo, Kaku tambiíén piensa que existen ciertos fenómenos completamente imposibles como el movimiento perpetuo –máquinas que efectúan eternamente el mismo movimiento sin recibir ningún tipo de suministro de energí­a exterior–, o la precognición, la capacidad de predecir el futuro. "El problema de estos inventos”, comenta, “no es puramente fí­sico, sino que violan las leyes de la naturaleza. En este caso, sólo existen dos respuestas posibles: o son realmente imposibles o es necesario descubrir nuevas leyes de la naturaleza".

La historia de un fí­sico diferente
Michio Kaku nació en 1947 en Estados Unidos. Es fí­sico teórico y uno de los creadores de la teorí­a de campos de cuerdas.

Fue apadrinado por el fí­sico húngaro Edward Teller, quien le ofreció la beca de ingenierí­a Hertz. Kaku se formó en Harvard y en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de la Universidad de California, donde obtuvo su doctorado en Fí­sica en 1972.

Desde hace casi treinta años, ocupa la cátedra Henry Semat de Fí­sica Teórica de la Universidad de Nueva York y es uno de los divulgadores cientí­ficos más conocidos del mundo.

Además, conjuga su labor en la universidad con su participación en medios de comunicación, ya que presenta dos programas de radio y participa asiduamente en espacios de televisión y documentales. Es autor, asimismo, de decenas de artí­culos, de varios libros como 'La energí­a nuclear', 'Visiones', 'Hiperespacio', 'El universo de Einstein' y 'Universos paralelos'.

Futuro
El fí­sico Michio Kaku no cree en los retos imposibles. Desde su punto de vista, los inventos y creaciones del futuro solamente dependerán de que las herramientas tecnológicas sigan evolucionando al mismo ritmo que el actual.



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