elmundo.es/J. G. Gallego
Madrid.- Algunos de los principales indicadores económicos han dado un giro inesperado en los últimos días debido al cambio de perspectivas para la economía mundial. Se trata sobre todo del cambio entre el euro y el dólar, del precio del barril de petróleo y del Euribor, el tipo hipotecario por excelencia.
En apenas unas semanas el cambio entre las divisas de referencia a ambos lados del Atlántico se ha decantado a favor del euro, a pesar de que había analistas que consideraban que esta moneda estaba muy sobrevalorada. Por su parte, el Euribor ha cambiado en las últimas cuatro sesiones su tendencia a la baja, aumentando de nuevo el margen respecto al tipo de interíés oficial. Mientras, el crudo ha subido un 22% en apenas un mes de cotización. ¿A quíé se deben estos cambios?
Euribor
El tipo de referencia para las hipotecas cerró la pasada jornada en el 1,631% despuíés de cuatro ascensos consecutivos. Pese a que el tipo oficial está en el 1%, este indicador ha respondido al movimiento del Eonia -el tipo de referencia para medir el precio del dinero prestado por los bancos a un día-, que ha subido del 0,5% al 1,08% en apenas 15 días.
El estratega de Citi en España, Josíé Luis Martínez Campuzano, argumenta que esta nueva tensión puede deberse a que el escenario económico no es tan optimista como parece y que "la subida del precio del crudo, caída del dólar y subida de los tipos de interíés de la deuda, estarían detrás de la tensión de los tipos de interíés a corto plazo".
En cualquier caso, los datos del BCE muestran que el dinero que las entidades colocan en los depósitos de la institución ha caído significativamente, lo que evidencia que el dinero vuelve a estar en circulación.
Euro-Dólar
El Banco Central Europeo (BCE) fijó ayer el cambio oficial entre el euro y el dólar en 1,4010 unidades, lo que significa que la moneda común rompió ayer una barrera (el 1,40 dólares) que parecía inquebrantable dadas las expectativas de recuperación en ambas economías.
La tendencia natural que defendían los analistas era una apreciación progresiva del dólar debido a que la economía estadounidense saldría antes de la recesión. Eso supondría una política de tipos más restrictiva, convirtiendo al dólar en moneda de inversión (los inversores acudirían a EEUU ante mayores rentabilidades), frente al euro, que se convertiría en moneda de financiación (debido a que la debilidad de la economía mantendría durante más tiempo los tipos de interíés en niveles muy bajos).
Sin embargo, los rumores sobre una posible rebaja del rating de EEUU, así como las dudas sobre las medidas cuantitativas de la Fed -que en la práctica suponen inundar el mercado de dólares- cuestionan la recuperación de EEUU y, por tanto, de su moneda.
Petróleo
El encarecimiento del crudo -por encima de 60 dólares cada barril de Brent- debería ser un síntoma de que la economía -y con ella la demanda de energía- empieza a recuperarse.
Sin embargo, los expertos alertan de que estas subidas son consecuencia de una "demanda financiera o especulativa" en vez de una "demanda real". Es decir, se debe a que los inversores tienen menor aversión al riesgo y empiezan a invertir en otros activos más volátiles, como el petróleo.
En la práctica esto puede tener efectos nocivos, ya que aumentaría la inflación mientras el consumo sigue por los suelos, lo que dificultaría aún más la recuperación económica.