"Las empresas necesitan electricidad barata", asegura Baldomero Falcones, en referencia al desmantelamiento de Garoña. El grupo adapta el plan de inversión al periodo de crisis.
FCC quiere completar su mix de energías renovables con la entrada en el mercado termosolar. La compañía presidida por Baldomero Falcones ha inscrito en el Ministerio de Industria dos proyectos en los que la constructora será el accionista mayoritario. í‰sta fue una de las cuestiones que la compañía analizó ayer en su junta anual de accionistas.
Uno de los emplazamientos está situado en Córdoba. FCC tendrá el 67% del capital, y en íél tambiíén participa la ingeniería Abantia, de la familia Boada. La otra planta, en Alicante, estará controlada en un 70% por FCC y en ella tambiíén operará la sociedad Enerstar, especializada en este tipo de tecnología.
En el proyecto alicantino, FCC se ha asociado con Tíécnicas Reunidas para la realización de la obra. Según los cálculos de la empresa controlada por Esther Koplowitz, la inversión necesaria para ejecutar los dos proyectos, de 50 megavatios (MW) de potencia cada uno, asciende a unos 600 millones.
Los promotores tendrán que incrementar los recursos en el caso de que incluyan tecnología de acumulación. Con este desembarco, que depende de las preasignaciones que haga Industria, FCC completa su ciclo en energías renovables, ya que es el sexto promotor eólico de España (500 MW), tras haber comprado los activos de Babcock & Brown, y gestiona parques fotovoltaicos.
Además, los responsables de FCC quieren profundizar en los procesos de eficiencia energíética. La compañía ha implicado a Portland Valderrivas con proyectos de valorización de residuos. Además, la empresa analiza la adquisición de una firma especializada en la instalación de elementos de ahorro de energía.
El presidente de FCC, Baldomero Falcones, fue franco ayer a la hora de valorar la política energíética en España. Aunque manifestó que el interíés de su grupo está en las renovables, reconoce que “las empresas españolas necesitan energía barataâ€, en referencia a las intenciones del Gobierno de desmantelar la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos.
Sobre la marcha de la empresa en 2009, los responsables de FCC mantienen los últimos objetivos: un crecimiento de las ventas del 3%, y del 4% en el caso del resultado bruto de explotación (ebitda).
“Es un objetivo muy ambicioso y difícil de cumplirâ€, reconoce Falcones. En su opinión, hay algunos signos que confirman que la crisis ya ha tocado fondo en España, y cree que la labor de Josíé Blanco en Fomento y la mejora en los plazos de pago de los ayuntamientos contribuirán a mejorar las perspectivas del grupo a final de año.
Inversión
Una de las principales ocupaciones de la empresa es adaptar los ritmos de inversión y de endeudamiento a la generación de caja. Las dos únicas ramas que quedan al resguardo de la ralentización inversora son Globalvía y la división de energía, las más jóvenes. EEUU es un mercados objetivo, aunque creen que el Plan Obama “va más lento es y más complicado de lo que pareceâ€. FCC cerró ayer a 29 euros por acción, un 2,47% más.