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Autor Tema: De las preferentes a las convertibles  (Leído 828 veces)

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De las preferentes a las convertibles
« en: Julio 05, 2009, 10:23:51 am »
De las preferentes a las convertibles

Publicado en Expansión por Carmen Rosique

La banca se ha lanzado a colocar preferentes para reforzar sus balances: ya se han realizado 17 emisiones. Sabadell cambia de tercio con un producto ligado a la acción. Hay que vigilar la letra pequeña y sus riesgos.

Intereses del 6%, 7%, 8% e incluso el 8,5% a un año en productos de renta fija. En un momento en el que los depósitos se están renovando al 2% y 3% y las Letras del Tesoro a doce meses ofrecen el 1,048% parece un chollo y a muchos ahorradores les hacen los ojos chiribitas con estas cifras. Pero hay que tener cuidado con la letra pequeña.

Los intereses suculentos que ofrecen las emisiones de preferentes y obligaciones convertibles de algunas entidades financieras van acompañados de un riesgo muy elevado. No hay que olvidar que son productos complejos, que no tienen nada que ver con los depósitos y que, aunque son renta fija, existe la posibilidad de que el inversor pierda dinero, según advierte la Comisión Nacional del Mercado de Valores en los folletos de las emisiones.

La colocación de preferentes ha sido la estrategia elegida por las entidades este año para reforzar sus balances: han realizado 17 emisiones desde enero. Se han colocado muy bien en las sucursales entre los inversores minoristas, a pesar de que sus elevados riesgos hacen que muchos expertos señalen que la rentabilidad que ofrecen no compensa. “Aunque paguen un interíés muy alto el primer año, luego baja. En el caso de las preferentes, a esto se une que lo más probable es que no se recupere el 100% de lo que se invirtió. Por eso no son tan atractivas”, asegura un gestor.

Caja Insular de Canarias lanzó la semana pasada una emisión de 30 millones de euros para la que ofrece como gancho un 8% el primer año.

Recientemente, Banco Sabadell ha puesto sobre la mesa una nueva modalidad que le permite reforzar su capital con obligaciones convertibles en acciones que ofrecen un interíés fijo 7% el primer año.

Es una vuelta de tuerca más en la que entran en juego las expectativas que tenga el inversor sobre cómo evolucionará la acción del banco en los próximos años. Si confí­a en que la cotización se revalorice, por lo menos un 10% en un año, esta alternativa de alto riesgo puede ser interesante.

Las convertibles de Sabadell se pueden contratar hasta el 17 de julio, con un desembolso mí­nimo de 3.000 euros en el caso de los minoristas.

La emisión vence a los cuatro años. Es decir, que en 2013, como muy tarde, el inversor tendrá que convertir sus obligaciones en acciones, le interese o no el precio. No obstante, tambiíén tiene la posibilidad de transformarlas en acciones el 21 de julio (fecha orientativa) de cada año.

El precio de conversión está aún por fijar, según varios supuestos que contempla el folleto. La acción de Sabadell está a 4,4 euros y algunos analistas creen que lo más probable es que el precio se establezca cerca de 5 euros por acción, con una prima del 10% sobre la cotización, según las condiciones del folleto.

Por eso, los expertos advierten que las acciones tendrán que revalorizarse por los menos un 10% desde ahora a la fecha de conversión para no sufrir una píérdida en el capital invertido. “El riesgo es elevado en el entorno actual. El sector se enfrenta a su peor año en 2010, con numerosas incertidumbres y con una alta probabilidad de que haya correcciones en la cotización”, asegura Nuria ílvarez, de Renta 4. La experta desaconseja la inversión para los que tengan un perfil conservador.

“A un año hay otras alternativas más interesantes para invertir. Hay valores en bolsa que están ofreciendo rentabilidades por dividendo muy atractivas y que no tienen tanto riesgo, como Telefónica, o las utilities.”, afirma ílvarez.
Algunos analistas advierten que si la bolsa bajara de nuevo a zona de mí­nimos y el Sabadell cae hasta los 3 euros a los que cotizó en marzo, tendrí­a que revalorizarse un 70% antes de julio de 2010 para que fuera interesante la conversión. “Tal y como está el sector no parece probable”, afirma un gestor.

Para el que quiera apostar por Sabadell a un año vista, este producto puede ser más interesante que comprar las acciones directamente. Por lo menos asegura una rentabilidad del 3% (7% menos la prima del 10%). Muchos expertos piensan que es asumir demasiado riesgo.

El gancho que tienen tanto las convertibles como las preferentes que se han propuesto este año es que al principio ofrecen intereses fijos muy jugosos. Sin embargo, a partir del primer año generalmente el inversor obtendrá euribor 3 meses (ahora ronda el 1,072%) más un porcentaje que varí­a según la emisión. En el caso de las convertibles de Sabadell es del 4,5%, lo que supondrí­a ofrecer algo más del 5,5%. Pero la cotización del euribor fluctúa diariamente y puede ser inferior.

Frente a frente
Lo que está claro es que para apostar por las convertibles el inversor debe confiar en que la acción de la compañí­a se va a revalorizar de forma importante. Sólo le convendrá ejercitar la conversión voluntaria si el precio de conversión, que se fijará próximamente y que podrí­a rondar los 5 euros, es inferior al precio al que coticen cuando se plantee la transformación de las obligaciones en acciones.

La última entidad que emitió convertibles antes que Sabadell fue Santander. Lo hizo en octubre de 2007, hoy paga el cupón trimestral y el próximo 4 de octubre se abre uno de los periodos de conversión voluntario. La cotización de Santander deberí­a estar por encima de los 16,04 euros en que se fijó la conversión (con una prima del 16% sobre el precio de 2007) para que al inversor le resulte interesante. En mercado, el bono cotiza por el 67,42% del nominal (a cierre del 1 de julio), lo que significa que en caso de acudir al mercado el inversor sólo recibirá ese porcentaje de lo invertido.

Los expertos reconocen que las obligaciones convertibles en acciones tienen una gran ventaja sobre las preferentes: no son perpetuas. Tienen una fecha tope en la que la conversión es obligatoria. Además, suelen tener periodos voluntarios, generalmente anuales, para transformar sus obligaciones en acciones.

En las preferentes la devolución de la cantidad invertida queda al arbitrio del emisor. Eso sí­, generalmente la recompra se hace pagando mucho menos de lo que el inversor aportó en principio. Caixa Galicia, Caja Duero, Banco Pastor y Sabadell han recomprado recientemente preferentes antiguas pagando entre un 50% y un 40% de lo que aportaron los inversores en su momento.

Banesto y Caja Castilla La Mancha (CCM), sin embargo, lo han hecho abonando el 100%, algo menos usual. El inversor no debe olvidar que si invierte en convertibles lo que recibirá finalmente serán acciones, mientras que en las preferentes obtendrá efectivo.

Otra de las diferencias es el orden de prelación en caso de quiebra. Los que tienen obligaciones subordinadas se colocan por detrás de todos los acreedores, incluso de las participaciones preferentes, pero por delante de las acciones.

Riesgos comunes
Aunque las rentabilidades fijas que ofrecen estos productos el primer año son muy atractivas despuíés son variables y en la mayorí­a de casos inferiores (ver ilustración).

Además, la CNMV advierte del riesgo de que no se reciba esa remuneración, ya que está condicionada a que la compañí­a obtenga beneficios y que tenga recursos propios suficientes. En el caso de las convertibles, además, la entidad puede decidir abrir un periodo de conversión en acciones voluntaria, en vez de pagar el interíés pactado.

Hay que tener en cuenta además que estos productos tienen escasa liquidez. Es muy probable que el inversor quiera vender el producto en mercado y no lo consiga o lo logre a un precio muy inferior al que abonó.

Algunos expertos creen que ahora una alternativa de inversión interesante son los bonos corporativos.

Otras opciones
Los inversores se enfrentan ahora a uno de los momentos más difí­ciles en mucho tiempo. Para obtener una rentabilidad atractiva hay que asumir riesgo. Los intereses que ofrecen ahora las entidades con los depósitos han caí­do en picado. A más de doce meses el interíés medio está en el 2,6%, en periodos inferiores a dos años se alcanza hasta el 3,64%, pero las Letras del Tesoro a un año dan poco más del 1%.

La euforia que muestra últimamente la renta variable anima a invertir, pero tambiíén invita a la prudencia. Los expertos discrepan con las expectativas de la evolución de la bolsa. Algunos aconsejan prudencia despuíés de que el Ibex, por ejemplo, se haya revalorizado casi un 40% desde los mí­nimos de marzo. El último ha sido su mejor trimestre desde 1998, al subir más del 26%.

Para otros, el hecho de que la subida de las bolsas en lo que va de año estíé en torno al 5,5% (en el caso del Ibex) hace pensar en que aún hay recorrido. Valores con negocios sólidos, como Telefónica, Red Elíéctrica, Enagás o las elíéctricas, son los favoritos.

Algunos gestores creen que todaví­a se puede sacar una rentabilidad extra con los bonos corporativos. En lo que va de año muchas empresas se han lanzado a emitir deuda. Hay compañí­as europeas que ofrecen unos intereses de entre el 4% y el 6% sin asumir excesivos riesgos.

En España, por ejemplo, desde marzo, Gas Natural, Enagás, Telefónica y Repsol han pagado diferenciales de entre 185 y 370 puntos básicos sobre el tipo de referencia en renta fija (midswap), a cinco años (que ronda al 2,9%). Para el minorista, la forma más adecuada de invertir es a travíés de fondos. Los expertos aconsejan aquellos que apuesten por emisiones con vencimientos a corto plazo, entre uno y tres años, que tienen menos riesgo.



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