http://www.gaceta.es/12-02-2008+renault_ha_invertido_otros_30_millones_aranar_medio_segundo,noticia_1img,58,58,12139Carlos Quirós
Madrid. Aún brilla la luz roja en el semáforo que marca la salida de la temporada automovilística por excelencia: la Fórmula 1. Mientras se apaga (y eso sucederá el 14 de marzo, en Australia), los pilotos acarician el acelerador con pulso nervioso, el mismo con que el guerrero arrojado a los leones sostiene su gladius.
El pistoletazo de salida parte el calendario en dos carreras: la que se desarrolla sobre el asfalto bajo la denomoninación de Gran Premio y la otra, la que tiene lugar en pantallas de ordenador, talleres y fábricas. Es sobre esta última vertiente, la puesta a punto, sobre la que están centrando sus atenciones las escuderías.
A punto de fenecer la pretemporada, los equipos parten de una situación completamente desigual. Mientras Ferrari y McLaren destacan por su rapidez y fiabilidad, el resto de la parrilla pugna por hacerse un hueco en el angosto podio. Sobre esas latitudes se mueve ahora mismo Renault, que se postula como el tercer equipo en discordia, pero que sufre una desventaja de medio segundo respecto a la pareja de actuales dominadoras.
En este punto es donde se yergue la figura de Fernando Alonso, que ha asumido el reto contrarreloj (íél está acostumbrado a luchar contra al tiempo) de recortar la diferencia de aquí a finales de febrero: medio segundo en medio mes. Para ello, Renault no ha reparado en gastos y ha aumentado en unos 30 millones de euros extra el presupuesto para la temporada.
Sin embargo, y por increíble que pueda parecer, el dinero no lo es todo en esta ocasión. Ni siquiera la pericia al volante de Alonso es garante de mitigar esa corta pero amplia a la vez distancia.
Porque el R28 es el fruto de muchos meses de trabajo. De hecho, cuando el asturiano confirmó su vuelta a Renault, el monoplaza estaba configurado casi en un 100%. Ahora el bicampeón pone su experiencia en aras de ajustar (con todas las limitaciones que ese verbo implica) las ventajas del bólido.
Sin descanso
Inmediatamente despuíés de la finalización de la temporada 2007 en Australia (22 de octubre), comenzó la construcción del monoplaza que tendría que significar el resurgimiento de Renault tras los malos resultados. Sin tiempo que perder ni días que malgastar en eso que llaman vacaciones, la escudería francesa se puso en marcha. Lo primero fue cotejar los resultados cosechados por el R27 durante toda la temporada para subsanar los grandes fallos. A esta actividad recopilatoria le sobrevinieron los primeros trabajos en el túnel del viento sobre maquetas a escala. En esas labores se consumió noviembre.
Diciembre, clave
El navideño e invernal diciembre fue un mes crítico en la construcción del R28. En íél, Briatore y los suyos se centraron en los trabajos del chasis del monoplaza. Se fabricó el llamado R28/01, el esqueleto del nuevo coche, el que llevará Alonso durante los primeros grandes premios. Susceptible de ser modificado aerodinámicamente, tendrá ya un código geníético imborrable.
Tambiíén tuvieron lugar las primeras tomas de contacto con la pista para probar los mapas de rendimiento del motor más idóneos para intentar minimizar el efecto de la retirada del control de tracción. Esto es, quíé marcha llevar en cada momento, recta o curva para optimizar la capacidad motora.
El nuevo año trajo las primeras apariciones del R28 sobre el asfalto, no sin antes haber testado un híbrido (el R27 con piezas de su hermano actualizado) y haber superado los crash test o pruebas de seguridad de la FIA.
El bisiesto febrero que ahora trascurre está destinado exclusivamente a que Fernando Alonso retoque, con potestad absoluta, los reglajes básicos del monoplaza. Esto incluye los parámetros generales que rigen los ejemplares de competición y, por ende, todo coche que se precie: presión de neumáticos, altura de los alerones, distribución del peso, rigidez de la suspensión, nivel de revoluciones, nivel de mezcla aire-aceite, etc. Tambiíén se está retocando la decisiva carga aerodinámica
