La aerolínea de bajo coste Ryanair sigue imparable, pese a la crisis que ha hundido la demanda de billetes de avión en toda Europa. Su última conquista es el mercado español, hasta hace bien poco coto controlado por las aerolíneas españolas con Iberia a la cabeza.
En agosto, gracias a su agresiva política de precios, Ryanair se convirtió en la aerolínea que más pasajeros transportó en ese mercado, con 2,04 millones de viajeros y un incremento del 35%. Iberia perdió un 7,1% de clientes, hasta un total de 1,89 millones, cediendo el cetro a Ryanair por primera vez en la historia de la aviación comercial española, según los datos de Aena.
En los ocho primeros meses, Iberia sigue líder con 14 millones de viajeros, frente a los 11 millones de Ryanair, pero la irlandesa amenaza con seguir la tendencia de agosto al aumentar su oferta en invierno, frente a las reducciones que están aplicando sus rivales. Además, el sector da por descontado que Ryanair acabará entrando en el Aeropuerto de El Prat, con la mirada puesta entre los vuelos entre Madrid y Barcelona.
Cambios en el sector
Fuentes de Iberia subrayan que la estrategia de la aerolínea en los últimos años ha sido la de volcarse en los vuelos de conexión y de largo radio para incrementar el negocio de los enlaces con Latinoamíérica. Por ello, ha cedido buena parte de sus vuelos domíésticos a su franquiciada para vuelos regionales Air Nostrum y a Clickair.
La radiografía del mercado español es un reflejo de los cambios que se han producido en el transporte aíéreo en Europa en los últimos años. EasyJet y Air Berlin son la tercera y cuarta aerolínea con más pasajeros en España, desplazando a Spanair y Air Europa. Ryanair es la única línea aíérea que crece pese a la crisis con la excepción de Vueling, que ha disparado sus cifras de pasajeros tras la fusión con Clickair convirtiíéndose en la segunda aerolínea española.
La compañía dirigida por el políémico Michael O’Leary se está beneficiando del desplome del precio del combustible (cerca de un 40% en la primera mitad del año) para profundizar en sus agresivas campañas de promoción y reducir aún más los precios, hasta un 13%.
Ryanair es la aerolínea europea de mayor capitalización bursátil. Los títulos cerraron ayer a 3,487 euros, un 3,38% menos, y la capitalización se situó en 5.150 millones de euros. Sin embargo, a pesar de valer en bolsa más que Iberia y British juntas (1.987 millones y 2.814 millones de euros, respectivamente), los ingresos de la low cost irlandesa todavía están muy por debajo.
Entre abril y junio, Ryanair ingresó 776 millones de euros, frente a los 1.024 millones de Iberia y los 2.200 millones de euros de British. No obstante, Ryanair fue la única de las tres que tuvo un resultado neto positivo (105 millones). Los títulos de Iberia cerraron ayer a 2,085 euros, un 0,43% más que en la sesión anterior.
En pie de guerra contra la aerolínea irlandesa
Ryanair ha obrado el milagro de unir a todo el sector aíéreo español (desde las aerolíneas a los sindicatos, los consumidores y las agencias online) en su contra. De la aerolínea irlandesa no gusta nada. Ni su agresiva política comercial (llegó utilizar la imagen de la Reina Doña Sofía cuando íésta voló en uno de sus aviones).
Ni sus prácticas, como la de pedir ayudas a la Administración a cambio de aumentar sus vuelos, una política que las líneas aíéreas consideran una competencia desleal. Ni sus modales: el histriónico consejero delegado de Rynair, Michael O'Leary, no duda en disfrazarse para llamar la atención y lanzar todo tipo de diatribas contra sus competidores. La gota que ha colmado el vaso fue la decisión del Gobierno de no cobrar la tasas aeroportuarias a las aerolíneas que aumenten sus pasajeros este invierno, condición que sólo cumple Ryanair.
Las asociaciones del sector ya han hecho llegar su malestar al Ejecutivo por esta decisión. Ryanair no deja de poner a España como ejemplo de una buena política turística frente a Irlanda y Reino Unido, a cuyas autoridades no cesa de criticar sin cesar. Los sindicatos están lanzando toda su artillería de críticas contra la aerolínea por considerar que pisotea el derecho de sindicación de los trabajadores y porque aplica unas condiciones leoninas en sus contratos laborales.
Por su parte, las asociaciones de consumidores denuncian que es la línea aíérea que acumula más reclamaciones de los usuarios, generalmente, por publicidad engañosa. Pese a la reacción en bloque del sector, Ryanair está encantada, ya que una de sus máximas es: "Mejor que hablen de ti, aunque sea mal".