Zapatero no ha tenido ningún inconveniente en afirmar que la recuperación de nuestro país tardará un poco más en llegar que la del resto de los países. Y lo más sorprendente es que la cosa no ha quedado ahí ya que tambiíén ha manifestado que desconoce cuándo se comenzará a crear empleo estable en España. Vamos, que se ha limitado a repetir lo que ya sabíamos todos: España es el furgón de cola de la recuperación económica y somos los campeones europeos en creación de parados, con una tasa de desempleo que dobla la media europea. Eso sí, no ha dicho ni una sola palabra de las causas de esta cruel realidad –tardíamente- admitida por nuestro gobierno. No ha podido explicar -o no ha querido hacerlo- porquíé vamos a ser los últimos de la fila a la hora de salir de la crisis económica y tampoco ha sido capaz de analizar las causas de que nuestro nivel de destrucción de empleo sea mucho mayor que el de la media de Europa.
Ni una palabra de un mercado laboral rígido y anquilosado que impide cualquier necesario reajuste en íépocas de recesión y menos aún de la necesaria reforma laboral. Ni un solo comentario del maltrato al sector empresarial, que es la palanca necesaria para crear empleo y que se ha convertido en una de las bestias negras de este gobierno. Y por supuesto, ni hablar del tema de la subida fiscal, pues bien sabe que es otro importante óbice para la recuperación económica.
Ahora bien, todas estas afirmaciones sí que han ido aderezadas de mucho consenso y de grandes proyectos altisonantes como la ley de economía de sostenible, que ha sido presentada como la panacea a los problemas de crecimiento económico de España y el puntal del cambio de modelo económico de nuestro país. Muy fácil, como si cambiar las bases de crecimiento fuera cuestión de hacer nuevas leyes…
