Cada europeo tendrá que aportar 100 euros para el rescate de Grecia
Publicado por J. M. Lamet
Hablar es fácil, pero por ahora no hay ningún rescate. Es la crítica que lanzan los expertos ante la inconcreción de los planes de ayuda a Grecia. Ya no sólo porque los mercados necesitan una respuesta convincente a los problemas de la economía helena.
Sino tambiíén porque "estamos hablando de serias sumas de dinero aquí", como alerta en su último informe BNP Paribas: con los 50.000 millones que costaría rescatar a Grecia no se acabarían las ayudas, pues se abre la puerta a futuros planes para otros países, especialmente los más díébiles, como Portugal, Irlanda o España, que "sería el más caro".
En concreto, la factura española ascendería a 200.000 millones de euros, según calcula el equipo de análisis de BNP Paribas. La portuguesa, a 30.000 millones de euros, y la irlandesa, a 35.000 millones. En total, rescatar a los pigs (acrónimo en inglíés para estos cuatro países) costaría unos 320.000 millones de euros, el 3,5% del PIB de la eurozona. O, dicho de otra manera, más de tres veces el tamaño del díéficit presupuestario alemán de 2009.
Teniendo en cuenta que la Unión Europea (UE) suma 495 millones de personas, cada ciudadano pagaría una media de 646 euros por salvar a estos Estados miembros. Esta cifra se desglosaría en 404 euros per cápita si se sale en rescate de España, más de 100 si se ayuda a Grecia, más de 70 para interceder a favor de Irlanda y más de 60 para que no quiebre Portugal.
Paul Mortimer-Lee, jefe de mercados económicos del banco francíés, opina que "todo rescate tiene que tener las cualidades de conmoción y sobrecogimiento". Además, "el tamaño importa cuando quieres sacudir el miedo de los especuladores y confortar a los nerviosos titulares de bonos". Pero, ¿cuándo se sabe que el rescate es lo bastante grande como para ahuyentar los temores? BNP calcula que el 20% del PIB o un año entero de servicio de la deuda es el umbral que marca lo suficiente. Y una quinta parte del PIB español equivale a los 200.000 millones mencionados.
"Más allá de los obstáculos morales y de los principios fiscales fundacionales de la Unión Monetaria, estamos hablando de sumas de dinero serias", recalca BNP. "No hay duda de que el único apoyo dado hasta ahora a la periferia (sic) ha sido sobre todo apoyo moral", continúa Mortimer-Lee. "Hablar, como dicen, es barato. Cualquier rescate convincente no lo será", remata.
Pero si de rematar se habla, hay que poner el foco sobre el último informe de "bancos europeos" publicado por Credit Suisse. En íél, se destacan, para uso de los bancos, los riesgos de exposición al riesgo de algunas regiones europeas. Y la primera conclusión es llamativamente demoledora: "Vemos a España como una preocupación mayor que Grecia». Tras el impacto, las explicaciones: "Entre otros asuntos, por su significativo sobreendeudamiento, el alto díéficit por cuenta corriente y el sobrevalorado sector de la vivienda".
Clasificación de riesgo
Eso sí, "Grecia tiene uno de los peores problemas fiscales de Europa actualmente". Por ello, pese a que España tenga un mayor "riesgo soberano" y pese a que Credit Suisse aconseje huir de la península, el caso es que el cómputo heleno es peor que el español. El banco suizo ha elaborado una desesperanzadora "tabla global de riesgo país", que sitúa a Grecia en el segundo puesto de peligro, tras Islandia, y a España en el quinto lugar.
Tercero y cuarto son Hungría y Portugal, respectivamente. Hong Kong y Noruega son los países con menos riesgo de los 45 seleccionados por Credit Suisse.
Salvar a Grecia de la quiebra costaría 50.000 millones, o sea 100 euros por cada europeo
La clasificación tiene en cuenta aspectos como el díéficit, el ráting soberano, el coste de los seguros antiquiebra estatal (CDS), el crecimiento potencial del PIB y la ratio de deuda estatal sobre PIB. Pero tambiíén le da un valor importante a la deuda del sector privado, aspecto en el que España es claramente uno de los peores, ya que sus empresas deben el 172% del PIB. Esto último hace que se considere que naciones como Ukrania -con calificación B-, varios escalones por debajo del umbral de los bonos basura tienen menos riesgo que España.
"Creemos que los riesgos de la economía española son mucho mayores que en cualquier otra parte de Europa", ahondan los analistas del banco suizo. A esto se le suma que "la economía española es mucho más difícil de rescatar que a economías más pequeñas".
Credit Suisse se reserva una última bofetada: "El diferencial del bono español [a 10 años con respecto al alemán] debería ser de 380 puntos básicos [5 veces más que el actual]". "Sin el euro, es donde podría llegar", remata.
Francia y Alemania relegan a Zapatero
El eje franco-alemán ha vuelto a poner entredicho el peso internacional del presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, pese a que desde que llegó a La Moncloa ha mostrado su interíés en acercarse a Francia y Alemania en detrimento de la relación con Estados Unidos. Esta vez Zapatero ha quedado en segundo plano en las gestiones que han motivado que la Unión Europea haya conseguido ponerse de acuerdo para salir al rescate de Grecia.
Pese a que Zapatero es el presidente de turno de la Unión Europea este semestre, el presidente francíés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han llevado la voz cantante, lo que ha motivado que Zapatero, defendiera ayer que tuvo un papel relevante en la búsqueda de una solución a la crisis griega, durante el encuentro de líderes europeos este jueves en Bruselas. No obstante, el jefe del Ejecutivo español admitió que hubo una última reunión con Alemania y Francia, pero sin España, para facilitar un «último esfuerzo necesario para el acuerdo.
Credit Suisse cree que España es el quinto país con más riesgo y Hong Kong, el que menos
En declaraciones a los medios al tíérmino de la reunión, Zapatero aseguró que estuvo trabajando "de manera monográfica" durante un desayuno con el presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy; el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker; el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso; y el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, según informa Efe.