Contener la hemorragia económica. El Ministerio de Sanidad y una representación de consejeros del PSOE y del PP ultimaban ayer un paquete de drásticas medidas para contener el gasto sanitario, cuyo díéficit acumulado se acerca a los 15.000 millones de euros. El documento se pondrá hoy sobre la mesa en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad que el Gobierno central ha convocado con carácter extraordinario precisamente para abordar la sostenibilidad del sistema público de salud. Fuentes ministeriales daban por segura la aprobación de estas medidas -impopulares pero imprescindibles- siempre y cuando los consejeros del PP no opten por boicotearlas dentro de la estrategia popular para erosionar al Ejecutivo socialista.
Distintas fuentes consultadas por este periódico coincidían en señalar que las medidas afectarán a tres puntos: el gasto farmacíéutico, con la retirada de algunos medicamentos financiados por la Seguridad Social; la congelación de la masa salarial del personal sanitario -lo que afectaría a más de 500.000 trabajadores-, y la creación de una central de compras entre las autonomías para obtener mejores precios de la industria de consumibles (catíéteres, gasas, inyectables, etcíétera).
Además, se abordarán otras propuestas para mejorar la financiación del sistema, teniendo en cuenta que la actual crisis económica impide la obtención de recursos económicos adicionales. Gobierno y consejeros no son partidarios, de momento, de afrontar otras iniciativas mucho más duras, como el copago más allá del que ya existe para los medicamentos o la flexibilización de las condiciones laborales y contractuales del personal sanitario.
El Ministerio de Sanidad quiere que de la reunión de hoy salgan medidas concretas. Por ello no ha ahorrado negociaciones para convencer al PP de la necesidad de adoptarlas. De ahí que, además de la reunión autonómica restringida de ayer, la titular ministerial, Trinidad Jimíénez, se reuniera con su antecesora en el cargo, la popular Ana Pastor, porque ciertas propuestas deben convalidarse en el Congreso. Fuentes del PP precisaron que la aquiescencia de los consejeros no compromete al grupo parlamentario.
í‰stas son cuatro de las medidas que se discutirán:
- Gasto farmacíéutico. Sólo en fármacos, las autonomías adeudan a la industria del sector nada menos que 2.700 millones de euros. El díéficit es tal que algunas regiones sólo tienen dinero para pagar la nómina mensual y deben alargar hasta más de un año el pago de fármacos y otros componentes. La propuesta consistiría en mejorar la eficiencia farmacológica fomentando los medicamentos más eficientes. Es decir, con el mismo principio activo, y una vez contrastada su eficiencia, el Sistema Nacional de Salud sólo cubriría el más barato, fuera geníérico o de patente. Por tanto, nadie se quedaría sin un medicamento para tratar su enfermedad, si bien el Estado cubriría un menor número de ellos o establecería precios máximos. Fuentes del PP añadieron que el ministerio tambiíén quiere acortar de tres a un año la aplicación de los precios de referencia una vez que caduque la patente del medicamento y rebajar el coste de los geníéricos el 25%.
Los laboratorios señalaron ayer a EL PAíS que ya se veían venir algún tipo de medidas por decreto ley. "Nos van a sacar una muela, esperemos que sea con anestesia", comentaron.
- Plantillas laborales. Algunas comunidades ya han congelado la masa salarial del personal sanitario, pero esta misma decisión se va a extender a las 17. No se trataría de reducir los salarios sino de congelar plantillas, no cubrir bajas laborales y mantener fijos algunos pluses.
- Central de compras. El 25% del presupuesto sanitario de las autonomías se destina a la adquisición de consumibles, cuya deuda acumulada supera los 3.000 millones. El Ministerio de Sanidad ha propuesto la creación de una central de compras, de carácter voluntario, para adquirir estos productos y negociar conjuntamente con las empresas fabricantes. De esta manera, se obtendrían mejores descuentos. Hasta ahora este modelo empresarial sólo se ha aplicado en la compra de las vacunas de la gripe A (H1N1). El PP se muestra de acuerdo, porque esta medida ya figura en su programa electoral.
- Mejora de la financiación. Gobierno y comunidades abordarán, de forma tangencial, otras propuestas para obtener recursos de financiación adicionales. Los consejeros tienen asumido que, ante una coyuntura de crisis, incrementar los presupuestos se antoja improbable. Sin embargo, el documento de los consejeros socialistas contiene alguna fórmula como destinar a la sanidad parte de los impuestos que gravan el alcohol y tabaco.