Pese al desastre que viven los mercados europeos, Wall Street sigue intentando resistir. Ayer los índices se recuperaron de las píérdidas de media sesión y lograron acabar en positivo: el Dow Jones se anotó el 0,48% y recuperó los 11.000 puntos, el S&P 500 (el que más ha sufrido en la caída) avanzó el 0,65% y esta vez fue el Nasdaq el que se quedó rezagado; repitió el cierre del martes.
Esta recuperación se produce desde los primeros soportes relevantes, que no se han perdido. Por tanto, la caída no pasa de momento de una corrección proporcional al último tramo de subida, que en teoría puede permitir al mercado retomar las alzas en breve. Y hoy esta subida puede aliviar un poco el sufrimiento de los alcistas en Europa.
Ahora bien, aquí las cosas siguen estando muy difíciles. En especial en el mercado español, que ayer se vino abajo con estríépito a última hora tras anunciarse la rebaja de rating de nuestro país, y que hoy podría seguir cayendo con fuerza para recoger esta píésima noticia. Claro que el dolor siempre será menor si en el resto de Europa vemos un rebote, aunque será difícil que se mantenga ajena a la extensión de la crisis a nuestro país.
En EEUU, la Fed insistió en su mensaje de que la recuperación está avanzando, pero que mantendrá los tipos cero durante un período prolongado. En el capítulo de resultados, ayer fue el turno de Dow Chemical, que tambiíén batió las expectativas. La nota negativa la puso AOL, con una caída de beneficios peor de la esperada. Tras el cierre, HP anunció una oferta por la atribulada Palm con una sustanciosa prima, lo que puede animar hoy a la tecnología.
El euro siguió su derrumbe tras la bajada de rating de España, aunque el petróleo fue capaz de subir hasta 83,22 dólares y el oro siguió su impresionante escalada como valor refugio hasta 1.171,8. Los bonos cayeron en precio tras el subidón de la víspera, con lo que la rentabilidad subió al 3,74%.
En EEUU, este jueves tendremos las demandas semanales de subsidios y las cuentas de Exxon.